Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

datos de la EPA del último trimestre de 2015

El paro baja gracias a la reducción de la población activa y la precariedad en la contratación

    “El Gobierno tiene poco motivo de alegría”, ha declarado en rueda de prensa el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en relación a los datos de la EPA del último trimestre de 2015. Unos datos que, según ha aclarado, “son peores que los del mismo periodo del año anterior” y que reflejan que el número de desempleados baja gracias a la caída de la población activa, además de que ha habido un deterioro de la calidad del empleo creado.

    28/01/2016.

    El empleo aumenta y el paro baja en el último trimestre de 2015, según los datos de la EPA del último trimestre de 2015 publicados hoy. Un buen dato que, sin embargo, hay que matizar porque solo el 63% de las personas que salen del desempleo lo hacen porque encontraron un trabajo; el otro 37% porque dejó de buscarlo, al menos en nuestro país. Un dato motivo de preocupación porque “en medio de la recuperación aumenta la población desanimada, esto es, empeoran las expectativas lo que lleva a que 26.000 personas abandonen la actividad”.

    Los datos positivos de la EPA en términos absolutos también están condicionados por, según ha destacado Toxo en su comparecencia ante los medios, la “degradación del mercado de trabajo”, afirmación que ha sustentado tanto en el aumento de la contratación temporal como “en el deterioro del empleo en términos de duración de jornada con el descenso de los ocupados a tiempo completo y la subida de la contratación a tiempo parcial”, una situación que afecta sobre todo a las mujeres. Se está produciendo así “un incremento de la brecha salarial entre hombres y mujeres, una feminización creciente de la pobreza laboral”.

    Los principales elementos que ponen de manifiesto los datos de la EPA, según CCOO son:

    - En el cuarto trimestre se produce una intensa ralentización de la variación del empleo: si en el segundo trimestre creció en 411.700 personas, en el tercero lo hizo en 182.000 y en el cuarto lo ha hecho en 45.500 personas, una diferencia enorme que en parte está explicada por razones estacionales pero que también puede reflejar las consecuencias del cambio en la dinámica económica en la economía mundial. Es preocupante que el dato de 2015 sea peor que el del mismo trimestre de 2014, cuando aumentó la ocupación en 65.000 personas, lo que refleja una evidente ralentización en la evolución del empleo

    - Sigue el deterioro de la calidad del empleo en términos de jornada. En el trimestre se reduce en 47.800 el número de empleos a tiempo completo, mientras que aumenta en 93.000 los ocupados a tiempo parcial: no hay más trabajo, el existente se reparte entre más personas. Este aumento del empleo a tiempo parcial, no deseado, afecta sobre todo a las mujeres. Con el último dato, del 19,4 % de los asalariados del sector privado trabaja en jornada reducida, una cifra que se eleva hasta el 31 % entre las mujeres.

    - En España sigue habiendo casi 4,8 millones de personas en desempleo, a pesar de la caída de la población activa, que equivale a una tasa de paro del 20,9 %, lo que nos convierte en el país con más parados de la Unión Europea y el segundo en tasa después de Grecia.

    - Se agrava el problema del desempleo de larga duración: casi 3 millones de personas, más del 60 % del total de los desempleados ya está en esta situación, y hay 2.083.900 personas que llevan más de dos años en paro.

    - La bajada del paro estimado se concentra en los tramos de menor edad, mientras que apenas se reduce entre los mayores de 45 años. Estas dos características —empieza a reducirse el paro pero gana peso el de larga duración y de los mayores de 50 años— señalan el gravísimo riesgo de enquistamiento del desempleo en estos colectivos, que deben ser objeto de una atención especial.

    - En España hay todavía 1.556.200 hogares en los que todos sus miembros están en desempleo, de los que 712.00 hogares no tienen ningún ingreso laboral, ni salario, ni pensión, ni prestación que en el cuarto trimestre de 2015 son.

    En términos de balance de legislatura los datos son muy malos: hay menos personas con empleo, se deteriora la calidad del mismo, tanto en términos contractuales como de jornada, aumenta la precariedad, el paro de larga duración y los hogares sin ingresos laborales. “Una legislación perdida en lo cuantitativo y desastrosa en términos de calidad”, ha resumido Toxo.

    La población ocupada se ha reducido en 59.000 personas, por lo que el balance incluso cuantitativo es negativo. Es muy preocupante la caída tan intensa de la población activa: somos 566.000 activos menos, lo que nos hace un país cada vez más pequeño, que pierde población por un lado y que desanima a muchos a buscar empleo por otro.

    Esto condiciona la evolución del desempleo: se reduce pero no por una razón positiva, que las personas encuentren un empleo, sino por una negativa: dejan de buscarlo, por lo menos en nuestro país.

    Menos empleo y sobre todo peor empleo: las personas con un empleo a tiempo completo caen en 450.000, mientas que suben en 391.000 los que trabajan a tiempo parcial, situación indeseada por la mayoría.

    Asimismo, se produce un deterioro de la calidad contractual: cae en 261.000 el número de asalariados con contrato indefinido y suben en 89.000 los de contrato temporal y por eso sube la tasa de precariedad casi un punto.

    Es necesario un cambio en la política económica, que ponga la creación de empleo de calidad y la protección de las personas como objetivo central

    En opinión de CCOO, la situación del desempleo es dramática en nuestro país, es nuestro principal problema económico, social, familiar y personal, y por eso todos los esfuerzos tienen que dirigirse a este objetivo: crear empleo. No podemos esperar resignadamente varias décadas porque los casi 5 millones de personas en paro, muchas de ellas ya paradas de larga duración, no lo pueden soportar.

    En consecuencia, urge un cambio de orientación en la política económica y laboral, aquí y en la UE, que deje atrás las políticas de austeridad y recortes y apueste de forma decidida por el crecimiento. Una nueva estrategia económica en la que la recuperación del diálogo social debe ser un instrumento básico y que debería tener, como primer resultado, un plan de empleo dirigido con prioridad hacia las personas jóvenes y paradas de larga duración, al tiempo que se diese cobertura a los más de 700.000 hogares sin ingresos laborales (salario, prestación, subsidio o pensión) que hay en España y se extendiese la cobertura social a los colectivos y personas en situación de mayor desprotección.

    Es preciso combinar un aumento de las prestaciones por desempleo con la implantación de una renta básica para las personas y familias que no tienen ningún tipo de ingreso, lo que las coloca en el borde de la exclusión social y la extrema pobreza, lo que hace necesario implantar una renta mínima para unos dos millones de personas sin ingresos tal y como proponen CCOO y UGT mediante una iniciativa legislativa popular (ILP).