Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

CCOO exige aumentar salarios y apostar por la creación de empleo de calidad para evitar la deflación y la desaceleración económica

  • Los precios bajaron siete décimas en julio, principalmente por las rebajas de verano (textil, calzado) y en menor medida también por el descenso de los combustibles

España lleva ya muchos meses con una inflación por debajo de la media, lo que supone ganancias de competitividad vía precios, que da un margen que debe ser utilizado para recuperarnos de los durísimos efectos de la devaluación salarial sufrida en los últimos años.

12/08/2016.
IPC

IPC

Los precios cayeron un -0,6% interanual en julio, dos décimas por encima del dato de junio, debido a la subida este año de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, y un mayor repunte de los precios del viaje organizado. La inflación subyacente (sin productos energéticos ni alimentos frescos) sube una décima hasta el 0,7% y sigue por encima del IPC general, pero aun así en niveles reducidos que evidencian la debilidad de los precios.

Los precios bajaron siete décimas en julio (-0,7%) respecto a junio, descenso recurrente en julio marcado principalmente por las rebajas de verano (textil, calzado) y en menor medida también por el descenso de los combustibles en este mes de julio. El descenso mensual de julio de este año es dos décimas inferior al de 2015 y 2014.

El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de España se situó en el -0,7% interanual en julio, remontando dos décimas respecto a junio. En la Eurozona los precios remontan una décima y se sitúan en el 0,2% interanual, muy por debajo del nivel de referencia fijado por el Banco Central Europeo (2,0%), reflejo del débil crecimiento económico europeo. El dato del IPCA de julio confirma la necesidad de mantener la política monetaria expansiva que con gran retraso ha empezado a aplicar el BCE y que debe verse acompañada de una política presupuestaria igualmente expansiva, que entierre definitivamente la austeridad, si el objetivo es impulsar el crecimiento económico y el empleo y reducir la abultada cifra de 17 millones de desempleados a nivel europeo.

Una negociación colectiva fuerte para que los trabajadores y trabajadoras participen de la prosperidad de las empresas, y se acabe con la inestabilidad del empleo, que exige derogar las dos últimas reformas laborales

El crecimiento económico en España se ha moderado hasta el 3,2% interanual en el segundo trimestre de 2016, confirmando la desaceleración que se registra en el último año. Mientras, los ingresos y beneficios empresariales suben debido a que las empresas no trasladan a precios toda la caída del precio del petróleo y las materias primas, al recorte de sus costes de financiación, la bajada del impuesto de sociedades, y la devaluación de los salarios provocada por la crisis y la reforma laboral. De hecho, las empresas ya han recuperado en 2015 el excedente empresarial que tenían antes de la crisis. Es necesario que el crecimiento y los mayores beneficios se repartan ahora en forma de más puestos de trabajo, de empleo más estable, y de salarios que ganen poder de compra. La creación de empleo y el aumento del poder adquisitivo de los salarios son los dos factores que más hacen por consolidar el crecimiento y su sostenibilidad, gracias a la rebaja de la desigualdad que producen. Hasta el 31 de julio 5,76 millones de trabajadores cuentan ya con un convenio colectivo con efectos económicos en 2016, con una subida media pactada del el 1,1%, muy por debajo todavía del 1,5% de referencia recogido en el AENC.

Impulsar niveles salariales y de protección social decentes, que eviten la pobreza laboral, permitan una vida digna y garanticen la sostenibilidad de las pensiones

CCOO cree que el crecimiento de la actividad económica tiene que servir para recuperar los salarios tras la fuerte devaluación interna sufrida por los empleados públicos y privados durante la recesión. España lleva ya muchos meses con una inflación por debajo de la media, lo que supone ganancias de competitividad vía precios, dándonos un margen que debe ser utilizado para recuperarnos de los durísimos efectos de la devaluación salarial sufrida en los últimos años.

En esta salida de la recesión no debemos permitir que sigan aumentando los niveles de pobreza y desigualdad, por lo que urge incrementar los salarios más bajos a través de una mejora sostenida del SMI que lo sitúe en 800 euros mensuales en 2016, al tiempo que los incentivos a la contratación se concentran en este colectivo y los parados de larga duración, para evitar que la mejora salarial recorte sus oportunidades de empleo. Hay que promover políticas activas de empleo eficaces, para aumentar la protección social, en particular de las personas desempleadas, poner en marcha un 'Plan de Choque para la Recuperación de los Parados de Larga Duración' (que suponen ya el 60% de población desempleada) e implantar una Renta Mínima Garantizada, que CCOO ha promovido a través de una Iniciativa Legislativa Popular. La tasa de cobertura se sitúa en mínimos (cerca de la mitad de los parados registrados carece de prestación) y aquellos que cuentan con una, son en su mayoría prestaciones asistenciales de importe reducido.

Hay que incrementar los ingresos públicos y de la seguridad social de forma estructural para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en el corto plazo al tiempo que a medio plazo se siguen desarrollando medidas en el marco del Pacto de Toledo. Algunas de las medidas que plantea CCOO para incrementar los ingresos y la sostenibilidad de las pensiones pasan por destopar las bases máximas de cotización por contingencias comunes y financiar las pensiones de muerte y supervivencia con impuestos directos y progresivos sobre la renta, el patrimonio y los beneficios empresariales.

Es necesaria una verdadera reforma fiscal progresiva, lejos de las últimas reformas regresivas que reducen la recaudación y agravan los recortes

La nueva senda de rebaja del déficit público para 2016 y 2017 impuesta por la Comisión Europea al Gobierno tras el incumplimiento del objetivo de déficit de 2015 implica más recortes del gasto público, recuperando las políticas de austeridad, lo que lastrará el crecimiento económico, disminuirá el ya de por si lento ritmo de rebaja del desempleo y no ayudará a consolidar la inestable recuperación actual.

CCOO considera que el Gobierno que surja del nuevo Parlamento debe asumir la responsabilidad de realizar una reforma fiscal seria y progresiva, cuyo objetivo no sea ganar votos mediante un falso efecto de “ilusión fiscal” sino lograr un sistema tributario justo en el reparto de las cargas y que provea un nivel de recursos suficientes para, al tiempo que se reduce el déficit –en particular el de la Seguridad Social-, se fomente el crecimiento y la bajada del desempleo, mediante un impulso de la inversión pública que incremente la productividad.