Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

2017- La mujer en Aragón (2016)

    EN LOS ÚLTIMOS años se ha avanzado en la eliminación de desigualdades entre hombres y mujeres, si bien las estadísticas continúan mostrando que todavía queda mucho trabajo por hacer para reducir la brecha de género y que existen muchos campos en donde la falta de igualdad se sigue manifestando con toda su crudeza, como es el caso de la violencia contra las mujeres.

    23/03/2017.
    Portada del informe "La mujer en Aragón (2016).

    Portada del informe "La mujer en Aragón (2016).

    LA DIFERENCIA de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral sigue siendo obvia: las mujeres siguen trabajando mayoritariamente en los sectores laborales peor retribuidos, están infrarrepresentadas en puestos de responsabilidad, siguen existiendo disparidades en cuanto a la dedicación a las tareas de cuidado y del hogar que dificultan sus posibilidades de conciliar la vida personal, laboral y familiar y, lo que es más preocupante, la recuperación económica no consigue disminuir de forma visible la brecha entre sexos.

    El informe Brechas de género en el mercado laboral español elaborado por Fedea resalta, entre otros datos:

    Las mujeres españolas tienen más años de educación formal que los hombres. En 2015 aproximadamente el 43% de las mujeres en el mercado de trabajo español habían terminado estudios universitarios frente a un 36% en el caso de los hombres. En todas las generaciones menores de 50 años encontramos que las mujeres tienen un nivel educativo mayor que los hombres.”

    El aumento en la participación laboral femenina en España en los últimos 15 años ha sido el mayor de la UE-15, convergiendo desde muy por debajo de la media hasta valores cercanos a la misma.”

    Paralelamente, el progreso en conciliación laboral ha sido muy inferior: España tiene una distribución de tareas domésticas por género sumamente desigual. Las mujeres dedican diariamente por encima de 2 horas más al día de media a tareas domésticas (incluyendo cuidado infantil) que los hombres.”

    A lo largo de los últimos 15 años, la tasa media de desempleo femenina ha sido más de 6 puntos porcentuales superior que la masculina. Esta brecha se ha ido reduciendo paulatinamente, pero el efecto asimétrico de la crisis sobre el empleo masculino ha acelerado el proceso.”

    Mientras que en España las tasas de parcialidad son inferiores a la media europea, las tasas de parcialidad no deseada son bastante elevadas, especialmente en el caso de las mujeres. Esto apunta a una importante carencia de puestos de trabajo a jornada parcial de calidad, con el resultante efecto añadido sobre la dificultad para compatibilizar trabajo y familia.

    En el ámbito salarial, la brecha de género, tanto ajustada como sin ajustar, se puede situar en el entorno del 30%".

    Existe una importante infrarrepresentación de mujeres en las instituciones públicas españolas, especialmente en las etapas más altas del servicio diplomático, el poder judicial y el gobierno regional y local. En el sector privado, las mujeres ocupan sólo el 10% de las posiciones de mayor liderazgo de las empresas más grandes de España, cifras inferiores a la media de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Alemania, Suecia, Bélgica y Holanda. Las explicaciones más habituales para la existencia de “techos de cristal” en España son la mala conciliación trabajo-familia, el fuerte desajuste entre cualificación educativa y puestos de trabajo entre las mujeres (sobrecualificación) y la existencia de “efectos red” y estereotipos de género.”

    Las recomendaciones que hace el informe pasan por la extensión de los servicios públicos de cuidado y educación infantil entre los niños de 0 a 3 años, la puesta en marcha de un sistema de bajas parentales compartido y la adopción de políticas de flexibilización de las condiciones laborales en términos de jornada y lugar de trabajo.

    Por su parte, el Foro Económico Mundial (que realiza desde 2006 un Informe sobre la brecha de género en el mundo, es decir la diferencia entre las oportunidades que tienen mujeres y hombres, en base a cuatro indicadores: nivel educativo, participación política, participación y oportunidades económicas y salud) señala en su informe de 2015 que: “La igualdad de género podría retrasarse 170 años, hasta el 2186, al frenarse de forma drástica los avances en esa materia”.

    La brecha actual en la igualdad entre hombres y mujeres se situó este año en un 59%, la mayor desde 2008, añade el Foro (FEM). Detrás de este resultado hay una serie de factores. Uno de ellos es el salario. En general, las mujeres de todo el mundo ingresan de media poco más de la mitad de lo que ganan los hombres a pesar de que trabajan más horas tanto fuera de casa como en ella. Otro problema es el estancamiento de la tasa de población activa, en el que la media mundial de mujeres se coloca en el 54%, frente al 81% de los hombres.

    Los países nórdicos: Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia, son los que tienen mayor igualdad de género, aunque la brecha no ha desaparecido. Otras grandes economías en los veinte primeros puestos son Alemania (13), Francia (17) y Reino Unido (20), mientras que España se sitúa en el 29.

    El trabajo parcial es un claro ejemplo de la ampliación de brecha de género en España. Se considera que la parcialidad es una medida que facilita la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, pero dado que son las mujeres las que reducen mayoritariamente la jornada para cuidar de la familia, el efecto que origina no se traduce en conciliación sino en obligación.