Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

Por el Mundo / Revista Trabajadora, n. 64 (julio de 2018)

Entrevista a la sindicalista argentina Estela Díaz: "La revolución de las nietas y las hijas", de Carmen Briz

    ESTELA DÍAZ es secretaria de Género de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) e histórica militante del movimiento por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en su país. Un movimiento que consiguió aglutinar a millones de personas en torno a un único símbolo: un pañuelo verde.

    09/07/2018.
    El pañuelo verde se convirtió en el símbolo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, SEguro y Gratuito.

    El pañuelo verde se convirtió en el símbolo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, SEguro y Gratuito.

    LA SOCIEDAD argentina, aglutinada en torno a la Campaña Nacional por el Derecho Al Aborto, acaba de conseguir la despenalización del aborto en su país y se espera que el movimiento se extienda por otros países latinoamericanos. De momento, han conseguido la media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación, aunque la sanción definitiva vendrá de la mano del Senado el próximo 8 de agosto.

    Usted, y muchas mujeres de su generación, lleva más de 15 años organizada y exigiendo la despenalización del aborto. En su opinión, ¿cuáles han sido las claves para conseguirlo en este momento?

    En Argentina se realizan hace 32 años los Encuentros Nacionales de Mujeres, que nuclean a cientos de miles de mujeres del país, que han contribuido en toda la agenda de género, igualdad y diversidad sexual. La campaña por el aborto nace en el año 2005, lleva trece años sostenidos de articulación, crecimiento y presencia en todo el territorio nacional. Éste ha sido un movimiento perseverante, que supo producir discurso, disputar con el sentido común sobre la “vida”, generar alianzas, redes, articulación política, social y capacidad de movilización. Todo esto durante muchos años y sin quiebres, a pesar de las enormes tensiones que tiene en su seno, por ser un espacio muy plural. Hoy la conforman más de 500 organizaciones. Debemos incluir el salto cuanti – cualitativo que significó la irrupción de movimiento que nace en el año 2015 bajo el lema Ni Una Menos y los paros internacionales de mujeres.

    Nosotras sostenemos que estos años nos han permitido construir la despenalización social del aborto. Debatirlo, sacar la experiencia del aborto del closet, para producir las condiciones de posibilidad del debate parlamentario. Luego, el número final que consiguió la media sanción, fue posible gracias a tener más de un millón de personas en la calle, en una vigilia que duró más de veinte horas. Estábamos en un empate en el Congreso, incluso muchos indecisos se inclinaban más en contra, pero fue tanta la fuerza de la movilización, especialmente de la juventud, que logró los números que nos faltaban para terminar 129 a 125.

    Denominó a este movimiento “la revolución de las nietas y las hijas”, ¿ha sido clave la participación de las jóvenes? ¿tiene visos de continuidad su implicación en el feminismo?

    El fenómeno de la participación de las jóvenes es algo que nos ha sorprendido a todas. Son muy jóvenes, de 12 o 13 años en adelante. Llevan los pañuelos verdes en sus mochilas, a sus escuelas, incluso en las católicas. Es un movimiento que desde mi punto de vista tiene visos de continuidad. Estas jóvenes, mujeres mayoritariamente pero también varones, discuten el patriarcado, revisan las relaciones con sus pares y se llaman a des-construirse. Vinieron para quedarse y estoy segura que su lucha tendrá continuidad en muchos otros temas.

    Los cambios legislativos son importantes, pero ¿en qué punto se encuentra el cambio cultural en la sociedad argentina con respecto a garantizar derechos para las mujeres?

    Pienso que esta revolución de las hijas y las nietas se asienta en un movimiento feminista y de mujeres con mucha raigambre en nuestra sociedad. Hoy el feminismo lo abrazan mujeres de diversos sectores como las sindicalistas, las estudiantes, las académicas, etc. Estas jóvenes además son las que crecieron en un contexto de nuestro país de ampliación de derechos, de recuperación de una historia emancipatoria, con una presidenta mujer durante dos períodos, que se apoyó o no, impacta en la formación de nuevas subjetividades. Está claro que hoy ese contexto ha cambiado y desde el Gobierno de Macri estamos frente a una ofensiva de la derecha muy brutal. Despidos, ajuste, endeudamiento, vuelta al FMI y políticas de dependencia. Sin embargo, pese al repliegue y defensiva para los sectores populares, no pudieron parar la ola de avance de los derechos de las mujeres. Este es en el único plano en que no estamos a la defensiva, sino que vamos a por más. Logramos la ley de paridad legislativa y estamos a punto de lograr la sanción definitiva del aborto legal. Algo cambió en la juventud politizada y es un cambio cultural que nos alienta mucho en la resistencia al neoliberalismo.

    Argentina dice fin a la mortalidad entre quienes abortan, a los embarazos adolescentes no deseados, a los abortos clandestinos, ¿cómo puede influir en otros países latinoamericanos?

    Nosotras entendemos que somos parte de una lucha latinoamericana y esperamos que estos logros de las mujeres y personas gestantes de Argentina puedan irradiar y fortalecer a las luchas feministas de la región. A nosotras nos influyó el cambio que logró Uruguay. Desde que legalizaron el aborto en el país vecino nosotras pensamos que estábamos más cerca también. Nos ayudó además en el debate, por no queríamos que nuestra legislación resultara tan restrictiva y eso colaboró en nuestras discusiones. De hecho el Ni Una Menos, Vivas Nos Queremos es un movimiento con mucha fuerza regional e internacional y ha revitalizado y fortalecido el carácter global de nuestra lucha.

    ¿En qué continuarán trabajando desde la Secretaría de Género de la CTA? ¿cuáles son algunos de sus objetivos pendientes?

    Hasta el 8 de agosto estaremos muy abocadas a seguir el proceso de la sanción definitiva de la ley de interrupción voluntaria del embarazo en el debate en el Senado Nacional. Pero nosotras tenemos una agenda permanente que tiene una larga lista de temas pendientes para con las trabajadoras. Sumando, por supuesto, que nos encontramos en un contexto de fuerte ataque a los derechos laborales, jubilatorios, de salud y educación. Este modelo de Gobierno amenaza cotidianamente los derechos del conjunto de la clase trabajadora y de los sectores populares. Nuestro movimiento sindical está muy movilizado, junto a los movimientos sociales y las mujeres. Pero, además, nuestra agenda está ahora mismo en debate en el Congreso Nacional respecto al tema de la reforma de la ley de contrato de trabajo en licencias parentales, la corresponsabilidad trabajo-familia y las brechas. También estamos terminando de elaborar los protocolos del “Compromiso sindical para la erradicación de la violencia” y tenemos en discusión el tema de la paridad. Nuestra acción política es muy articulada con las mujeres sindicalistas de otras centrales, porque entendemos que es fundamental construir unidad para lograr las transformaciones más profundas.

    Carmen Briz Hernández (@RevTrabajadora) es periodista y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO.

    Revista Trabajadora, n. 64 (julio de 2018).