Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 23 abril 2024.

Artículo de Lola Santillana, secretaria Empleo y Cualificación Profesional de CCOO

Retos de las energías renovables como fuente de empleo de calidad

    El sector de las energías renovables es un mercado en crecimiento que abre importantes e interesantes perspectivas de empleo y que aparece cargado de demandas de especialistas, analistas y técnicos, ya sea para trabajar directa o indirectamente.

    09/08/2018.
    Energía eólica

    Energía eólica

    ¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.

    –Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

    –Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.

    Cita de Don Quijote de la Mancha. Cervantes

    El sector de las energías renovables es un mercado en crecimiento que abre importantes e interesantes perspectivas de empleo y que aparece cargado de demandas de especialistas, analistas y técnicos, ya sea para trabajar directa o indirectamente. El informe sobre el “Empleo potencial de los sectores eólico y fotovoltaico en las Islas Baleares en 2030” analiza su potencial generación de empleo y su condición de actual nicho de empleo. Incide en la necesidad de invertir en innovación para recuperar los recortes sufridos por el gobierno del Partido Popular en los últimos siete años, y subraya la necesaria adaptación tanto de la formación profesional como de la formación para el empleo, como alternativa a las altas tasas de abandono escolar que sufre nuestro país.

    Las ‘renovables’ no solo suponen el futuro del desarrollo energético sino que fomentan la investigación, el desarrollo del sector y, por ello, el empleo. Según el informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en el año 2016 más de 9,8 millones de personas de todo el mundo encontraron un empleo en el sector de las energías renovables, cifra que podría alcanzar los 24 millones en el año 2030.

    La energía solar fotovoltaica es líder en creación de ocupación. Según el estudio de IRENA, en 2016 ofreció más de 3 millones de puestos de trabajo, un 12 % más que el año anterior. Por su parte, la energía eólica creó 80.000 puestos de trabajo, un 7 % más que en 2015; aunque ligeramente inferior al de la fotovoltaica, que aporta 1,2 millones de puestos de trabajo.

    Recordemos que la Directiva Europea 2009/28/CE, relativa al fomento de las energías procedentes de fuentes renovables, marca tres objetivos obligatorios para el 2020 para todos los estados miembros, y por tanto para España, y que presumiblemente no se alcanzarán: la disminución en un 20% de la emisión de gases de efecto invernadero, el descenso de un 20% del consumo de energía primaria mediante la eficiencia energética y la consecución de una cuota global del 20% de energías renovables en el consumo final bruto de energía y un 10% para las energías renovables en el transporte.

    La situación en nuestro país es esta: por una parte, la mayor parte de las empresas encuadradas en el sector de energías renovables se adscriben a cuatro campos de actuación: el solar fotovoltaico con un 54,6% de las empresas, el solar térmico con un 41,8%; el eólico con el 24,4 y el de Biomasa con un 22,1% de ellas.

    Además, actualmente, un 18% de la energía consumida en España proviene del viento, y ya contamos con 1.095 parques eólicos en 803 municipios. La eólica evita la emisión de 28 millones de toneladas de CO2 cada año, y da trabajo a cerca unas 22.468 personas.

    Las empresas de mayor tamaño se ubican principalmente en los subsectores eólico y solar fotovoltaico y, en menor medida, en biomasa. Más de ¾ partes de las empresas son totalmente independientes, aunque son las multinacionales de diversa naturaleza las más numerosas en término de empleo.

    En cuanto a los puestos de trabajo generados en las energías renovables, sabemos que se centran mayoritariamente en la fabricación, instalación y, en menor cuantía, los asociados a la operación y mantenimiento. Les siguen las ingenierías, el desarrollo de productos y la innovación con menor número de empleos creados; si bien es cierto que genera también empleos indirectos que afectarían a otros sectores como el industrial, turístico, agroalimentario, construcción y servicios todo ello sumando el entorno urbano, local y rural.

    Según la Asociación de Empresas de Energías Renovables, en el año 2014 cerca de 76.300 personas trabajaban directamente en España en el sector de las renovables, (la mitad que en 2008). Estos empleos suelen ser de “mayor calidad” ya que entre el 42 y 55% son puestos de alta cualificación con menor temporalidad y mayor equilibrio entre géneros.

    Para que la sustitución del actual parque de generación se realice a través de una transición energética “justa”, es necesario considerar algunos factores fundamentales: por una parte el empleo afectado y por otra el impacto territorial. En cuanto al empleo afectado, tendremos en cuenta tanto el empleo directo como el indirecto y el inducido, estableciendo medidas para su mantenimiento o crecimiento tanto en cantidad como en calidad.

    En estas últimas semanas, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció que el Gobierno apuesta por construir un modelo económico sostenible. Por su parte, la titular de la cartera de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá informó sobre la intención del Gobierno de elevar la Formación Profesional a estándares europeos, al tiempo que se busca una colaboración directa y más efectiva entre las empresas y los centros educativos.

    Estos anuncios abren un horizonte muy interesante de recuperación de inversión en innovación, desarrollo y proyectos de investigación, al tiempo que se trabaja por la recuperación del capital humano huido hacia otros países, impulsados por los graves recortes del anterior gobierno. A ello se suma la apuesta que deben hacer el gobierno nacional y los autonómicos para potenciar la formación para el empleo en estos sectores, con las consiguientes inversiones en recursos humanos e infraestructuras públicas como los centros integrados de formación en energías renovables.