Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

No mejora la calidad de la contratación y desciende la cobertura a los parados

La mejora del empleo y la caída del desempleo son insuficientes

    Para CCOO, la evolución del mercado de trabajo no es tan favorable como pretende vender el Gobierno: Los buenos datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social de julio de 2015 tienen un claro componente estacional. Sin este factor, la caída del paro se reduce a la mitad y el aumento de la afiliación es mínimo, y apenas cubre una cuarta parte del descenso del paro registrado. Es decir, tres cuartas partes del descenso del paro en julio no es debido a que las personas desempleadas hayan encontrado un trabajo.

    04/08/2015.

    Tras un inicio de año más favorable en la evolución de las estadísticas del paro registrado, contratación y afiliación a la Seguridad Social muestran que a pesar del crecimiento de la economía esa mejora no se está trasladando a la mejora del mercado de trabajo y algunas de sus principales variables presentan una evolución que no se beneficia del mayor crecimiento macroeconómico.

    En julio de 2015 cae el paro registrado en 74.028 personas (-1,8%) pero en términos desestacionalizados el descenso del paro se reduce casi a la mitad, solo 44.286 personas menos. En julio el descenso mensual del desempleo ha sido mayor entre los hombres (-2,3%, -43.555) que entre las mujeres (-1,4%, -30.473), consolidando la situación que se registra en el último año con un descenso del paro mucho mayor entre los hombres que entre las mujeres y donde éstas son mayoría dentro de la población parada inscrita en las oficinas de empleo.

    La afiliación a la Seguridad Social en julio aumenta en 58.792 afiliados (0,3%) aunque en términos desestacionalizados el aumento de la afiliación se sitúa en 10.499 personas (apenas el 0,06% de aumento). Comparado con la evolución del paro registrado se constata que no es la mínima mejora de la afiliación la que explica el descenso del paro.

    Los datos desestacionalizados muestran un avance relevante de la afiliación en la primera parte de 2015 que sin embargo se ha frenado en los últimos meses coincidiendo con el comienzo del verano: en junio disminuyó el número de afiliados y el aumento de julio es mínimo como ya se ha comentado. El aumento mensual del empleo en julio (desestacionalizado) es en 2015 menor del que se produjo en 2014, cuando el crecimiento económico era menor.

    Julio es un mes en el que tradicionalmente aumenta el número de afiliados, incluso durante los peores años de la crisis seguía aumentando en pequeña cuantía por la estacionalidad de los empleos ligados a la campaña turística. La estacionalidad de la afiliación en julio se evidencia por su composición sectorial: aumentan Hostelería (51.849 afiliados, 4,4%), Sanidad y servicios sociales (44.954 afiliados, 3,4%) y Comercio (42.802, 1,9%) y cae con fuerza Educación (-91.788 afiliados, -12,3%).

    También ha seguido cayendo la tasa de cobertura bruta del desempleo, que se sitúa en el 55,7%, es decir, poco más de la mitad de los parados registrados en las oficinas de empleo cuenta con algún tipo de protección. De estos parados con cobertura solo el 38% cuentan con protección con prestación contributiva (y su cifra se reduce cada vez más) mientras que el 62% restante cuentan con prestaciones asistenciales y cada vez suponen un porcentaje más numeroso, reflejo del agotamiento de las prestaciones contributivas en un contexto prolongado de desempleo y paro de larga duración.

    Este empeoramiento en la situación de los desempleados se evidencia aun más en el descenso de la cuantía media por beneficiario de prestación contributiva que sigue cayendo y en julio se sitúa ya de media en apenas 785 euros.

    En julio ha caído en términos mensuales la cifra de contratos indefinidos firmados respecto al mes anterior al tiempo que aumentaban los contratos temporales. En términos anuales, en julio el repunte de la contratación indefinida es inferior a la temporal. Desde abril de 2015 se ha moderado en gran medida la recuperación de la contratación indefinida respecto al año anterior

    Asimismo ha seguido aumentado el número de contratos firmados confirmando la tendencia de aceleración que viene registrando 2015. El problema es que solo el 6,9% de los contratos firmados son indefinidos. Aumenta el número de contratos indefinidos principalmente porque se firman más contratos, y no tanto por una mejora en la calidad de la contratación. De hecho, en julio solo el 4,1% de los contratos firmados son indefinidos a tiempo completo y el restante 2,8% son indefinidos a tiempo parcial.

    VALORACIÓN Y PROPUESTAS DE CCOO

    El aumento de la afiliación en los últimos doce meses se localiza, básicamente, en sectores de bajo valor añadido (comercio, hostelería y servicios auxiliares) que generan empleos inestables y donde se pagan salarios bajos. En consecuencia, no se observa un cambio en el modelo productivo liderado por la industria y lo sectores de alto contenido tecnológico, lo que pone en duda la solidez a medio plazo de los incrementos de la afiliación a la Seguridad Social y la rebaja del paro.

    España sigue encadenada a un modelo productivo basado en los servicios de bajo valor, con un peso muy bajo y decreciente de las actividades industriales, lo que nos condena a un empleo precario en lo contractual y de bajos salarios, con muchas fluctuaciones estacionales e insuficientes para dar una oportunidad de empleo a la gente. Lo más preocupante es que el Gobierno se encuentra a gusto con este modelo y es por el que apuesta para salir de la crisis, llevándonos a cometer los mismos errores que en el pasado.

    El empleo que se crea es precario: temporal y a tiempo parcial. Esto, sumado a la devaluación salarial fomentada por la reforma laboral, hace que encontrar un trabajo sea cada vez menos una garantía para poder llevar una vida independiente o salir de la pobreza, y está también detrás del importante aumento de los índices de exclusión social. Asimismo, es necesario mejorar el poder de compra de los salarios, para impulsar la demanda interna e impulsar un aumento vigoroso del empleo y una rebaja rápida del paro.

    CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA PARA UN EMPLEO DE CALIDAD

    Ante este panorama, es necesaria una política presupuestaria que fomente el cambio estructural del aparato productivo, que promueva el uso eficiente de los recursos públicos en todos los niveles de la Administración y que ayude a recuperar la demanda interna. El objetivo debe ser sacar la economía española de su patrón tradicional de crecimiento de bajo valor añadido, sin industria, empleo inestable y salarios bajos. Para ello hace falta aumentar suficientemente la inversión pública y reorientarla hacia la mejora de la calidad y el contenido tecnológico de las empresas. La injusta rebaja de impuestos promovida por el Gobierno no persigue este fin, sino el rédito político a corto plazo.

    MEJORAR LA PROTECCION A LAS PERSONAS DESEMPLEADAS

    En España hay casi dos millones de personas paradas que están excluidas del sistema de protección por desempleo con los datos de SEPE, una cifra que se eleva hasta cerca de 4 millones con datos de la EPA, un altísimo nivel de desprotección que genera pobreza y exclusión y que debe ser combatido, entre otras medidas, implantando una renta mínima en el conjunto del estado.

    Urge adoptar nuevas medidas que mejoren la protección a las personas en desempleo, más allá del acuerdo para el Programa Extraordinario de Activación del Empleo destinado a las personas desempleadas de larga duración con cargas familiares. Un programa que el Gobierno aceptó solo por la presión de los sindicatos y para el que exigimos la máxima urgencia en su puesta en marcha al mismo tiempo que seguimos demandando un aumento de la protección a las personas sin empleo ni recursos.

    En este sentido CCOO y UGT acaban de poner en marcha una Iniciativa Legislativa Popular para implantar una Prestación de Ingresos Mínimos que tiene como finalidad proteger a muchos de los que hoy están excluidos de la cobertura por desempleo.

    Se trata de una prestación equivalente al 80% del IPREM (426 euros mensuales) destinada a personas que llevan más de un año en desempleo, que carecen de rentas y que no reúnen los requisitos para acceder a prestaciones contributivas o asistenciales de cualquier tipo.

    El numero potencial de beneficiarios se estima en 2 millones de personas, por lo que el coste anual del programa seria de 11.000 millones de euros, el 1,1% del PIB, una cifra perfectamente asumible en especial si se tiene en cuenta que el gasto en desempleo se ha reducido en más de 9.000 millones de euros en los últimos años. Con devolver lo que se recortó estos años ya se financiaría el 80% del coste del programa.