Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 25 abril 2024.

El IPC vuelve a situarse en valores negativos en agosto

La debilidad de los precios abre márgenes a la subida de los salarios

    La ausencia de tensiones inflacionistas en la economía española plantea un escenario que favorece los incrementos salariales. Hay recorrido para que éstos crezcan el 1% o por encima, en aquellas empresas en las que los beneficios y los incrementos de productividad lo permitan, tal y como establece el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2015-2017.

    11/09/2015.

    La variación de los precios vuelve a situarse en valores negativos en agosto (-0,3%). La tasa de variación anual del IPC es del -0,4% en agosto, cinco décimas menos que la del mes anterior. La inflación subyacente (sin combustibles ni alimentos frescos) también se modera, pero solo disminuye una décima su tasa anual hasta el 0,7%, lo que evidencia que en septiembre se ha producido una cierta moderación de los precios, pero que son los combustibles los principales responsables de la fuerte rebaja de la inflación.

    El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) cae cinco décimas respecto a julio y sitúa su variación anual en el -0,5%, lo que unido a la estabilidad de los precios en la zona euro (su variación se mantiene por tercer mes en el 0,2% anual) vuelve a ampliar el diferencial de inflación entre España y la zona euro. En los últimos dos años la moderación de los precios (con bajadas relevantes) ha sido muy superior en España que en el conjunto de la eurozona, lo que supone una mejora de la competitividad vía precio de la economía española pero puede implicar otros riesgos ligados a la deflación.

    El descenso anual de la inflación se explica por los mismos apartados de la cesta de consumo. El grupo de transporte profundiza su descenso anual debido al descenso de los carburantes y lubricantes, superior al que ya hubo hace un año. También es muy relevante el descenso en el grupo de vivienda, empujado por el descenso de los precios de la electricidad, frente a la subida registrada el año pasado. Estos descensos solo son compensados en parte por la subida de precios del grupo de alimentos y bebidas no alcohólicas.

    La ausencia de tensiones inflacionistas en la economía española plantea un escenario que favorece los incrementos salariales. Hay recorrido para que éstos crezcan el 1% o por encima en aquellas empresas que lo permitan los beneficios y los incrementos de productividad, tal y como establece el AENC 2015-2017. Hasta agosto, la subida salarial media pactada en la negociación colectiva se sitúa en el 0,74%, por lo que existe margen de subida. La economía está acelerando su crecimiento (la variación anual del PIB alcanza el 3,1% en el segundo trimestre de 2015), y los trabajadores y trabajadoras deben participar de esa mejora. Esto ayudará a aumentar la demanda y a reducir la elevada tasa de desempleo más deprisa, haciendo que todas las personas participen de la mejora de la economía y ésta no se quede en manos de unos pocos.

    CCOO cree que el crecimiento de la actividad económica debe servir, asimismo, para recuperar los salarios tras la fuerte devaluación salarial sufrida por algunos colectivos durante la recesión (empleados públicos) y para detener la que todavía padecen otros durante la crisis de empleo que atraviesa la economía española (trabajadores procedentes del boom inmobiliario). Los presupuestos públicos no pueden instrumentarse como si fueran un programa electoral, como está haciendo el Gobierno. El adelanto de la rebaja del IRPF no es una medida que necesite el país; lo que hace falta es una reforma que configure un sistema fiscal justo en el reparto de las cargas, que aproxime los tipos efectivos a los nominales eliminando deducciones regresiva, con un IVA reducido para los hogares y que persiga, de verdad, el fraude fiscal.

    Los Presupuestos para 2016 no dan respuesta a los sectores más castigados por la crisis y con menores recursos: reducen el gasto en desempleo al tiempo que cae la tasa de cobertura de la población en paro, mientras que el aumento de las pensiones (0,25%) es muy inferior a la propia previsión de inflación del gobierno (1,1%). Los empleados públicos no puede seguir soportando más recortes, urge recuperar el poder adquisitivo perdido y la oferta de empleo público con unos niveles de reposición que al menos compensen las bajas producidas. Necesitamos un sistema fiscal que provea una financiación suficiente para aumentar la protección social, en particular de las personas desempleadas, y poder implantar una renta mínima garantizada, como viene defendiendo CCOO. Además, son necesarios recursos fiscales para desarrollar un plan de inversiones públicas que oriente el cambio del modelo productivo hacia otro de más valor añadido.