Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

Acuerdo de Asociación Unión Europea - MERCOSUR: un nuevo ataque a las personas y el medio ambiente

    CCOO expresa su rechazo a un nuevo acuerdo comercial y de inversión que antepone los intereses de las grandes corporaciones a las personas, sus derechos y el planeta. El acuerdo entre MERCOSUR y la UE supone un pacto entre dos partes con importantes asimetrías a nivel de desarrollo que ponen en riesgo a la región con menor desarrollo.

    12/07/2019.
    Acuerdo UE-Mercosur

    Acuerdo UE-Mercosur

    Aunque se trate todavía de un acuerdo de carácter político, puesto que es necesario que se cierren determinados aspectos que aún no son definitivos y que se lleve a cabo la revisión legal para ser sometido a ratificación por parte de los parlamentos nacionales del MERCOSUR y por el Parlamento Europeo, lo que puede prolongarse más de un año, lo cierto es que los riesgos que implica son evidentes. La experiencia con acuerdos previamente firmados por la UE así lo demuestra.

    La negociación del acuerdo se ha llevado a cabo, como viene siendo habitual, de forma opaca y nada transparente, sin estudios de impacto económico, social, laboral y medioambiental, especialmente en el MERCOSUR. Tras casi veinte años de negociaciones, de forma precipitada y sin disponer del consenso, no solo social sino también político, se ha llegado a un compromiso político.

    No parece lo más oportuno firmar un acuerdo cuando una de las partes, la europea, todavía no había constituido sus instituciones de gobierno tras las elecciones al Parlamento Europeo, pero especialmente ante la inminente convocatoria electoral en Argentina, Bolivia y Uruguay. Excepto si lo que se pretende es la publicidad electoral, por parte de unos, y vender un balance positivo de mandato, así como anteponer la coyuntura o el tacticismo político, por parte de los otros.

    Este acuerdo está envuelto por multitud de condicionantes políticos que no pueden obviarse y que están en la base de su firma. Por la parte europea, con una Comisión Europea de salida, pues finaliza su mandato en octubre de 2019, y con su presidente Jean-Claude Juncker que necesita rubricar su errático mandato con un triunfo y que pretende confrontar el proteccionismo de Trump con el aperturismo de mercados de la UE, acaba forzando la firma del acuerdo. Por parte de la UE este acuerdo supone la legitimación de las políticas neoliberales y contrarias a la democracia y los derechos de Macri y Bolsonaro y el apoyo implícito a candidatos conservadores en el resto de países del MERCOSUR.

    Por la parte americana, los grandes países, Argentina y Brasil están inmersos en importantes crisis políticas. Macri en Argentina se enfrenta a unas elecciones en el mes de octubre con un país inmerso en una grave crisis económica, social y de legitimidad de su gestión. La firma de este acuerdo es utilizado por su gobierno como un enorme logro para el país. Bolsonaro en Brasil desde la derecha radical aplica importantes recortes sociales y laborales, vulnera derechos humanos y socaba la democracia mientras muestra el mayor de los menosprecios por el medio ambiente.

    Las consecuencias de su aplicación serán, previsiblemente graves, especialmente en los países de la América Latina. En primer lugar, aumentará su dependencia, y no solo económica, respecto a la UE. Supondrá beneficios para las grandes empresas europeas y las grandes exportadoras de productos agropecuarios del MERCOSUR con impacto negativo para el campo en Europa y para el sector industrial del MERCOSUR, lo que conllevará un importante perjuicio para el empleo y el medio ambiente.

    Diversos expertos vaticinan efectos económicos negativos para países como Argentina, cuya economía se primarizará por el aumento de sus exportaciones de productos primarios a la UE, al tiempo que se reducirán las de productos industriales y con mayor valor añadido, junto a la pérdida de preferencias actuales en MERCOSUR que hará reducir sus ventas en Brasil. Todo ello puede suponer la pérdida de empleos de calidad y una mayor desigualdad social.

    Se va a producir el desvío de ingresos públicos hacia empresas, puesto que tal y como afirma la Comisión Europea, se prevé un ahorro en derechos de aduana para las empresas europeas en MERCOSUR de unos 4.000 millones de euros anuales, lo que supondrá la pérdida de recaudación pública de los gobiernos americanos y el ahorro para las empresas europeas exportadoras, aunque también se producirá una pérdida de ingresos públicos en Europa.

    El impacto medioambiental se producirá, en primer lugar por el aumento del transporte de mercancías de larga distancia y por la deforestación en regiones de Brasil, Argentina o Paraguay para satisfacer la demanda europea, además de la entrada en Europa de productos agrícolas para la producción de los cuales se han utilizado productos químicos tóxicos no autorizados en la UE.

    El movimiento sindical de ambas regiones hemos manifestado de forma conjunta nuestro rechazo a este modelo de acuerdo comercial y de inversión, pero debemos reforzar nuestra denuncia respecto de los aspectos más lesivos que contiene. No ha trascendido ningún contenido respecto a cuestiones laborales ni se habla de personas ni de sus derechos, entre ellos los laborales, ni siquiera en los discursos triunfalistas de Juncker en Europa y de los diversos mandatarios en América Latina. Nos preocupa en gran medida que algunos estados parte del acuerdo no hayan ratificado convenios fundamentales de la OIT, como el Convenio 87 de libertad sindical.

    Para CCOO, como para otros sindicatos europeos, la Confederación Sindical Europea y los que conforman la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, los acuerdos entre la UE y el MERCOSUR deben servir para reforzar las relaciones políticas, sociales, económicas y culturales de ambas regiones y para situar a las personas y sus derechos fundamentales y al trabajo decente, la solidaridad y el medio ambiente en el centro. Se trata de construir un modelo de respeto a los derechos laborales y sociales y de desarrollo más equilibrado que contribuya a una mayor cohesión y justicia social.