Javier Doz durante su intervención
Javier Doz, consejero de CCOO en el CESE y ponente del dictamen ECO/492, Hacia una economía europea más resistente y sostenible, dijo sobre su contenido: "La UE necesita reformas que hagan más resilientes y sostenibles su economía, su mercado laboral y su medio ambiente, y promuevan la convergencia al alza entre sus naciones. Para ello, la UE necesita, en primer lugar, culminar la reforma de la UEM y su gobernanza e impulsar las inversiones, la productividad, la I+D+i y la educación y la formación profesional a lo largo de toda la vida activa de las personas. Y, también, mejorar la protección social y lograr una más justa distribución de la riqueza”. "Las medidas para construir economías y sociedades más resilientes tienen que ser coherentes con dos transiciones: la verde y la digital, y para que éstas sean justas y tengan éxito se necesita un diálogo social y una negociación colectiva reforzados y la participación de la sociedad civil", añadió.
En opinión del CESE, la política económica y la gobernanza futuras deberían tener en cuenta los desafíos geopolíticos y sociales, como la desaceleración económica mundial, el proteccionismo económico y las guerras comerciales, el Brexit, el cambio climático y demográfico, las crecientes desigualdades, la cuarta revolución industrial y otros aspectos globales y nacionales. Factores de riesgo ante los cuales hay que adoptar medidas para fortalecer la resiliencia ante las crisis y la sostenibilidad del modelo económico.
Los retos requieren una estrategia económica europea de largo alcance. Los objetivos políticos claros y un marco de gobernanza económica más coherente podrían revertir o paliar las tendencias negativas. Las instituciones políticas, así como los actores económicos y sociales, deben estar preparados para enfrentar estos desafíos, anticipando los cambios necesarios y dirigiendo sus procesos de transformación.
Junto con el elaborado por Javier Doz, se aprobó un segundo dictamen con el título Una nueva visión para completar la Unión Económica y Monetaria, que tiene como ponente a la sindicalista austríaca Judith Vorbach. Ambos se presentarán a la nueva Comisión, al nuevo Parlamento Europeo y al Consejo, para que sirvan de base a una nueva estrategia de política económica europea.
En sus dictámenes para la agenda económica de la nueva legislatura, el CESE establece como principales recomendaciones para una UEM sólida, inclusiva y resistente, las siguientes:
- crear una capacidad fiscal a nivel de la zona del euro para amortiguar los choques, que se financiará mediante un instrumento de deuda común;
- armonizar fiscalmente la UE, al tiempo que los sistemas impositivos nacionales logran la suficiencia y la progresividad, estableciendo, entre otras medidas, la prioridad de la lucha contra el fraude fiscal, el lavado de dinero, los paraísos fiscales y la elusión fiscal de las grandes empresas multinacionales y de la economía digital
- equilibrar las medidas del lado de la oferta y la demanda, que actualmente conlleva impulsar el lado de la demanda;
- establecer estándares sociales mínimos en los Estados miembros como una medida específica dentro de la implementación del Pilar Europeo de Derechos Sociales;
- aumentar la participación del Parlamento Europeo, los interlocutores sociales y las organizaciones de la sociedad civil en las decisiones clave de política social y económica;
- incrementar las inversiones, tanto públicas como privadas, para cerrar con urgencia el déficit que hoy tiene la UE respecto al esfuerzo inversor anterior a la crisis. Para ello hay que aumentar los recursos previstos en el programa InvestUE, que sustituirá al Plan Juncker en el Marco Financiero Plurianual 2021-2027; los recursos de los próximos presupuestos de la UE deben alcanzar el 1,3% de la RNB;
- fortalecer la competitividad de la economía europea a través de una mejora de su productividad basada en la educación, la formación profesional, el I+D+i, la mejora de la gestión empresarial y la participación de los trabajadores en la economía y las empresas;
- el modelo económico tiene que ser sostenible, circular, basarse en los ODS de la ONU para 2030 y en los acuerdo de París sobre el clima y en el compromiso de la UE de alcanzar una economía climáticamente neutra en 2050.
Javier Doz ha declarado: "Las instituciones europeas y los Estados miembros deben utilizar instrumentos legislativos y de gobernanza, como el Semestre Europeo y el Marco Financiero Plurianual para establecer un programa de acción coherente que promueva factores clave para la resiliencia económica y la convergencia y para proporcionar una financiación adecuada".