Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

La tasa de paro sube hasta el 14,4%, aunque la EPA recoge solo parcialmente el impacto de la crisis del coronavirus

  • El paro ha aumentado en 121.000 personas en el primer trimestre, aunque el aumento real puede ser superior

Los datos que ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de este año que hemos conocido hoy no son buenos: la ocupación baja en 285.600 personas y el paro aumentó en 121.000 personas. Estos datos, peores que los del año anterior, recogen parcialmente el impacto de la crisis derivada del COVID19, ya que el estado de alarma solo afectó en el primer trimestre a la segunda quincena de marzo. “El 90 por cien del empleo perdido en el primer trimestre se concentra en los empleos más precarios, lo que vuelve a poner de relieve la necesidad de derogar la reforma laboral para asentar una recuperación que beneficie a la población trabajadora y reduzca la desigualdad”, señala la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana, “y evitar que el impacto de la crisis derivada del COVID19 puede disparar de nuevo el riesgo de pobreza y vulnerabilidad de la población”.

28/04/2020.
Gráfico Sube el paro y cae la ocupación

Gráfico Sube el paro y cae la ocupación

Según señala el Gabinete Económico confederal de CCOO, la pérdida de empleo atribuible al Covid-19 en el primer trimestre se sitúa en torno a 200.000 empleos. El resto, hasta completar la pérdida de empleo producida, se correspondería a la pérdida de empleo esperable en el primer trimestre del año: en 2019 se perdieron 93.400 empleos en el primer trimestre y la semana santa igualmente fue en abril. Previsiblemente la crisis provocada por el COVID-19 tendrá un impacto superior en los datos del segundo trimestre

El descenso de la ocupación en el primer trimestre no incluye a los afectados por un ERTE con suspensión de empleo, ya que según la metodología de la EPA, se consideran ocupados mientras dicha suspensión sea inferior a tres meses. Sin embargo, la suspensión o reducción de la jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con otros motivos de ausencia al trabajo, sí ha tenido un reflejo en las horas efectivas de trabajo realizadas que caen un 4,3% respecto al cuarto trimestre de 2019. Los ocupados que no han trabajado en la semana de referencia aumentan en 510.000 personas este trimestre y las principales razones de este incremento son el paro parcial por razones técnicas o económicas (+384.600 personas), la suspensión por expediente de regulación de empleo (+178.300 personas) y enfermedad, accidente o incapacidad temporal (+51.700 personas).

En el primer trimestre el descenso de la ocupación se concentra mayoritariamente en los servicios (-275.900), seguido a gran distancia por agricultura (-9.100) y construcción (-6.200).En cambio la industria aumenta sus ocupados en 5.600 personas. El descenso de la ocupación se concentra en el sector privado (-280.300 personas) y en mucha menor medida en el sector público (-5.400).

El 90 por cien del empleo perdido en el primer trimestre se ha concentrado entre la población asalariada temporal, con una pérdida de 255.000 personas asalariadas con contrato temporal, lo que evidencia claramente de nuevo por donde se ha producido el ajuste laboral en este inicio de crisis.

El paro subió en 121.000 personas en el primer trimestre, aunque, advierte CCOO, el aumento real puede ser superior debido a que un número relevante de personas que han perdido su empleo se hayan clasificado como población inactiva al no cumplir con los requisitos de la definición de paro EPA (búsqueda activa de empleo). La población inactiva ha repuntado en 119.000 personas más que en el primer trimestre del año pasado, por lo que es probable que el aumento real del paro EPA se sitúe en torno a 240.000 personas en el primer trimestre de 2020. La tasa de paro repunta hasta el 14,4% en el primer trimestre, aunque posiblemente esté ya en el 15% si se suma el aumento de la población inactiva que posiblemente sean desempleados reales.

Para CCOO, los datos de la EPA ponen en evidencia que es necesario un consenso político y social, que tiene que abordar medidas en el corto plazo para seguir salvaguardando el empleo mediante ERTE, continuar protegiendo a las personas que han perdido el empleo o han visto reducidos drásticamente sus ingresos; también con las medidas precisas para inyectar liquidez en las empresas, sobre todo las PYMES, para evitar su desaparición y destrucción de empleo.

“Se tiene que preparar de manera inmediata un plan de impulso económico, en aquellos sectores que durante más tiempo van a sufrir la paralización de la actividad, y que son muy relevantes en nuestra economía. De forma paralela hay que impulsar un cambio en nuestro tejido productivo -el sector industrial debe recuperar protagonismo ante las necesidades de suministros básicos que está quedando patente en la crisis-, así como un impulso a los servicios públicos” propone la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana.