Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

"Trabajadora", n. 71 (noviembre de 2020)

Empleo/ Temporeras migrantes entre el acoso sexual y la explotación laboral, de Alejandra García, Teresa Fuentes y Carmen Briz

    Temporeras migrantes entre el acoso sexual y la explotación laboral, de @AlejandraGNICO1, Teresa Fuentes y @MamenBriz @CCOORM.

    03/12/2020.
    Alejandra García y Teresa Fuentes charlando con periodistas antes de la rueda de prensa que se celebró en Murcia el 29 de septiembre de 2020, fotografía de Lucía Pérez.

    Alejandra García y Teresa Fuentes charlando con periodistas antes de la rueda de prensa que se celebró en Murcia el 29 de septiembre de 2020, fotografía de Lucía Pérez.

    EL 29 DE SEPTIEMBRE, CCOO de la Región de Murcia convocaba a los medios de comunicación para explicar su decisión de presentarse como acusación contra el presunto agresor sexual de cinco temporeras en los campos de Cartagena.

    La permisividad que existe desde el Gobierno murciano con las patronales del sector agrario no hace sino socavar aun más las condiciones vejatorias de las personas trabajadoras. Vejaciones normalizadas que vulneran los derechos de quienes trabajan en este sector. La situación se vuelve más compleja si se trata de mujeres migrantes irregulares sobres quienes prima su circunstancia administrativa frente a los derechos laborales.

    CCOO, tras recoger los relatos de cinco temporeras que explicaban que estaban siendo explotadas laboralmente y sufriendo agresiones sexuales por parte de un intermediario del empleador, denunció la situación el pasado mes de septiembre ante el Equipo de Atención al Inmigrante de la Guardia Civil (EDATI). El EDATI informó a la policía judicial que es quien formuló oficialmente la denuncia. CCOO se ofreció a colaborar en todo lo posible y se comprometió a hacer un seguimiento del caso de estas cinco trabajadoras.

    Lo relatado por las temporeras no es un hecho aislado y la denuncia es tan solo un principio para poder desmantelar todo un engranaje de infracciones e ilegalidades que se suceden en el campo murciano con total impunidad. A diferencia de otros casos similares, el 26 de septiembre, se detiene al presunto autor de los hechos, acusado de una veintena de delitos de agresión, abuso y acoso sexual y contra el derecho de los trabajadores extranjeros. A finales del mes de octubre, hubo otros dos arrestados por el mismo caso que fueron puestos en libertad con orden de alejamiento de las víctimas tras pasar por los Juzgados de Guardia del municipio de San Javier. La investigación continúa actualmente abierta.

    Mismo modus operandi

    A FINALES del pasado agosto, y tras una llamada telefónica de una de las mujeres afectadas, CCOO se entrevista con algunas trabajadoras migrantes marroquíes del campo en Cartagena para escuchar de primera mano sus relatos. Lo que les cuentan no son hechos aislados. Las trabajadoras relatan un mismo modus operandi. Las mujeres, algunas de ellas en situación administrativa irregular, contactaban en nuestro país con una persona que les iba a conseguir trabajo. El mismo día de comienzo de jornada se les facilitaba una identidad falsa. Tras varios días de trabajo este intermediario las agredía sexualmente bajo la amenaza de dejarlas sin trabajo y denunciarles para que fueran deportadas por no tener papeles. Por el trabajo que realizaban recogiendo hortalizas, con jornadas diarias que oscilaban entre las 6 y las 8 horas, percibían 20 euros y el intermediario ahora detenido les descontaba 7 euros diarios por transporte; es decir, que apenas percibían la décima parte del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) fijado en 2020 en 58,56 diarios. Se da la circunstancia, además de que los convenios colectivos que deberían aplicarse en el sector se encuentran actualmente paralizados por la patronal.

    Es destacable la valentía de estas mujeres que una mañana tuvieron el valor de relatar todo lo que habían sufrido, narrando las vejaciones, acosos y agresiones sexuales a las que habían estado sometidas, en una situación de desamparo absoluto, aisladas por completo del sistema. Su situación de extrema vulnerabilidad y precariedad, desconociendo el idioma y sin una red de apoyo social ni familiar, exigía tener en cuenta y valorar su situación irregular.

    CCOO de la Región de Murcia trabaja, tras la denuncia, para asegurar a estas mujeres protección y asesoramiento e intentar que las irregulares consigan tramitar un permiso especial de residencia y trabajo, al menos, hasta la celebración del juicio. Según la ley de extranjería para regularizar su estatus migratorio tendrían que ser consideradas “víctimas de violencia de género” o bien “víctimas de trata”, requisitos que no cumplen ninguna de las víctimas. Urge modificar la actual ley de extranjería para garantizar la protección a las temporeras que dan el paso de denunciar. Es imprescindible proteger a estas trabajadoras, y a quienes estén viviendo situaciones similares, para que puedan denunciar situaciones de abuso sin temor a ser deportadas.

    Las secretarías de Mujer e Igualdad de CCOO de Industria y de la Región de Murcia están trabajando en un protocolo de actuación que permita identificar los posibles casos de acoso sexual en el ámbito laboral diseñado de manera muy específica para el colectivo de trabajadoras migrantes, de manera que las posibles víctimas cuenten con un plan de acogida inmediato y reciban apoyo y la atención especializada necesaria.

    CCOO exige responsabilidad a los diferentes actores: Gobiernos, tanto autonómicos como estatales, para poner freno tanto a la explotación laboral como a las agresiones sexuales. No se puede permanecer impasible ante las condiciones tan terribles en las que viven y trabajan las temporeras, han de destinarse recursos para acabar con esta situación. Sería necesaria la intervención y coordinación de todos los actores vinculados al mundo laboral, empresarios, sindicatos, Delegación del Gobierno, SEPE, SEF, Inspección de trabajo, ONGs, Oficina de Extranjería y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y articular medidas para que esto no siga ocurriendo.

    Un gran reto por delante

    EN 2018 saltó un escándalo similar en torno a la recogida de la fresa en Huelva. CCOO también denunció, ese mismo año, que en Albacete se estaban produciendo casos graves de acoso sexual a algunas temporeras. El modus operandi el mismo, exactamente por los mismos motivos que ocurren en Murcia: el intermediario chantajeaba a las trabajadoras para que tuvieran relaciones sexuales con él bajo la amenaza de no volverlas a llamar a trabajar.

    En la época de confinamiento se ha comprobado como las personas migrantes y su trabajo son imprescindibles para poder tener productos frescos en las mesas de cada casa. Miles de personas temporeras, de múltiples nacionalidades y orígenes, han realizado un trabajo invisible y mal remunerado sin las medidas de protección adecuadas y expuestas al contagio del COVID-19.

    Y es que por muy triste y patético que parezca el sistema no está respondiendo. Está mirando hacia otro lado como si todo lo que está ocurriendo en el campo no fuera con él. No se puede negar la evidencia, los incumplimientos de los convenios, en muchos casos, son habituales.

    Es urgente abordar reformas encaminadas a la introducción de medidas para mejorar las condiciones laborales de este colectivo que supone más de un millón de personas trabajadoras en nuestro país.

    Algo que nos preocupa profundamente es la reparación de las víctimas. ¿Qué va a ocurrir con las mujeres que han tenido la valentía de dar el paso adelante, de enfrentarse a las consecuencias y denunciar estos delitos?, ¿se les va a escuchar?, ¿se regularizará su situación? o ¿va a ocurrir como el caso de la fresa de Huelva, que dos años después sigue sin celebrarse ningún juicio que repare a las 17 marroquíes denunciantes? Para la protección efectiva de las denunciantes es fundamental regularizar su situación cuando dan el paso a hacerlo.

    Ya nadie puede decir que desconocía estas situaciones, ahora existe la obligación, legal y moral de atajar de una vez por todas este problema.

    Mª Alejandra García (@AlejandraGNICO1) es secretaria de Mujer e Igualdad y Juventud de CCOO de Industria de la Región de Murcia; Teresa Fuentes es secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO de la Región de Murcia y Carmen Briz (@MamenBriz) es periodista y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

    Revista Trabajadora, n. 71 (noviembre de 2020).