Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

"Trabajadora", n. 71 (noviembre de 2020)

Por el mundo/ 25 años de la IV Conferencia Mundial de las Mujeres de Beijing, de Alba Garcia Sanchez

    Del 30 de agosto al 15 de septiembre de 1995 tuvieron lugar en Beijing y Hairou respectivamente la IV Conferencia Mundial de las Mujeres Acción para la igualdad, el desarrollo y la paz, con la participación de 189 estados, y el Fórum alternativo con el lema Mirando el mundo con ojos de mujer, que congregó a más de 30.000 activistas, la mayoría mujeres, de todo el mundo.

    09/12/2020.
    Aurora Gómez y Alba García, a la izquierda de la fotografía, en una de las actividades realizadas en Beijing en 1995.

    Aurora Gómez y Alba García, a la izquierda de la fotografía, en una de las actividades realizadas en Beijing en 1995.

    LA DELEGACIÓN española fue importante en ambos eventos, mujeres de todo el Estado español acudieron con la ilusión de poder plantear e influir en una agenda global a favor de los derechos de las mujeres y para eliminar todos los obstáculos que impedían –e impiden- la igualdad efectiva y la erradicación de las violencias machistas.

    La de Beijing fue la última conferencia mundial que se celebró lejos de la sede oficial de Naciones Unidas en Nueva York. Supuso fuertes medidas de seguridad, largas colas para acreditarse y dudas fundadas de que se iba a celebrar hasta el último momento.

    Participé en el Fórum, junto a toda la delegación de Catalunya y tras meses de reuniones preparatorias en las que se perfilaron las prioridades de una agenda local que tenía puntos en común con las mujeres de todo el mundo. Tuve ocasión de compartir este trabajo con Aurora Gómez, secretaria de la Mujer de CCOO de Catalunya en ese momento, que falleció en 2006.

    Alguien preguntó a Gertrude Mongella, secretaria general de Naciones Unidas para la IV Conferencia y representante de la delegación de Tanzania, si servía de algo una conferencia como ésta a lo que ella respondió: “Ante los problemas por resolver en el mundo nos sale más caro no celebrarla. Los problemas de las mujeres no son muy distintos de un país o región a otra, lo que cambia es la intensidad de esos problemas (…) los retos de las mujeres en países desarrollados son los mismos que en los países en vías de desarrollo, porqué ¿qué han ganado las mujeres aquí? Si no participan de la toma de decisiones, si no tienen el mismo nivel salarial… ¿qué significa entonces la palabra desarrollo?”.

    La IV Conferencia en Beijing tuvo una ceremonia de apertura influenciada de manera evidente por la ceremonia de las Olimpiadas de Barcelona tres años antes. Las autoridades chinas así lo vivieron y así lo quisieron transmitir a todo el mundo. Un evento que hasta el mismo día no obtuvo el visto bueno de las autoridades chinas.

    Dos fueron las agendas y los espacios donde se celebraron tanto la conferencia oficial como el Fórum. Talleres, entrevistas y trabajo en red aun estando en un tiempo en el que internet daba sus primeros pasos, un tiempo en que los medios de comunicación no relataron ni una mínima parte de lo que se planteaba en el Fórum ni siquiera una décima parte de los acuerdos a los que se llegó en la IV Conferencia oficial.

    Fueron conocidos los debates entre el Vaticano y el plenario de la IV Conferencia Mundial sobre derechos sexuales y reproductivos o la presencia de la primera dama estadounidense, Hilary Clinton, que el 5 de septiembre pronunció uno de los discursos más influyentes a nivel mundial sobre los derechos de las mujeres.

    Un encuentro interesante a destacar entre el evento oficial y el Fórum alternativo fue el que tuvimos con la ministra Cristina Alberdi en la sede de UNESCO de Beijing y en el que entregamos las prioridades de la delegación española del Fórum. Ella no representó a España en la IV Conferencia sino que representó a toda la UE por ser el semestre de España.

    La Plataforma de Acción de Beijing ha sido una verdadera agenda global con objetivos que han interpelado a Gobiernos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en todo el mundo desde 1995 hasta nuestros días. Contenía 12 áreas de acción entendidas como esferas de especial preocupación y especial interés: pobreza, educación, salud, violencia, conflictos armados, economía, poder y toma de decisiones, mecanismos de igualdad, derechos humanos, medios de comunicación, medio ambiente y derechos de las niñas. Fue un buen ejemplo de que actuar localmente es actuar globalmente Dos ideas recorren la plataforma, la del necesario empoderamiento de las mujeres (empowerment), y la del también necesario mainstreaming de género o perspectiva o visión de género como algo que debe permeabilizar las actuaciones para avanzar en derechos de las mujeres y en igualdad efectiva.

    La IV Conferencia Mundial se tradujo, en países como España, en acciones y políticas públicas estratégicas desde las administraciones locales hasta las políticas del Gobierno pasando por acciones y políticas en Gobiernos autonómicos. Leyes como la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres o la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de medidas de protección integral contra la violencia de género, directa o indirectamente son fruto de esa agenda global que fue y es todavía la Plataforma para la Acción.

    Una agenda que ha servido hasta ahora de hoja de ruta también para el movimiento feminista mundial y que está detrás del gran impacto del 8M, del #MeToo u otros ejemplos de movilizaciones feministas a nivel mundial. También está detrás del protagonismo de las mujeres en revoluciones y movimientos de cambio a nivel mundial desde el eco del feminismo, la protección de la Tierra y los recursos naturales, el movimiento por la paz, la respuesta a la crisis del 2008 o las “primaveras árabes”. Movimientos que plantan cara a regímenes, muchos de ellos autoritarios, en distintos lugares del planeta y que sin el motor de las mujeres no habrían alcanzado el nivel de implicación de sociedades enteras.

    Desde 1995 se han sucedido eventos de seguimiento y de evaluación de los que he podido participar como representante de CCOO en el de Beiging+20, en Nueva York, en la sede de Naciones Unidas y en el que se valoró el nivel de cumplimiento de esta agenda en ámbitos como el de la educación de las niñas o el empoderamiento de las mujeres que se sitúan ligeramente en la parte positiva del balance. Pero cabe destacar que el balance no es tan positivo en áreas como la pobreza y la exclusión social, el acceso al poder y la persistencia de la violencia machista.

    Este año en el que se cumplen 25 años y en el que destaca una situación insólita de pandemia y crisis sanitaria, económica y política en todo el mundo cabe destacar algunas conclusiones a las que llegan informes de seguimiento y evaluación sobre los avances desde Beijing 1995 en los que es evidente el riesgo al retroceso de éstos en un nuevo contexto en el que las mujeres sufren un impacto desproporcionado, tal y como estiman, entre otras organizaciones la OIT.

    La Plataforma para la Acción de Beijing que estaba prevista para desarrollar en 5 años no ha sido superada y se encuentra amenazada 25 años después.

    Tenemos una gran responsabilidad a todos los niveles y es velar para que esto no suceda. En toda Europa, y especialmente en España, tanto instituciones, Gobiernos como el movimiento de mujeres y feministas llevaremos las reivindicaciones de Beijing a mesas de concertación social, política y económica y pondremos muy difícil cualquier amenaza de regresión en cualquier ámbito de los derechos de las mujeres y avance de la igualdad.

    Alba Garcia (@AlbagarciaSAL) es secretaria de Dones (@DonesCCOOCat) i Polítiques LGTBI (@lgtbiCCOOcat) de CCOO de Catalunya (@ccoocatalunya).

    (1) María Bustelo y Emanuela Lombardo (eds): Políticas de igualdad en España y en Europa. Afinando la mirada. Colección Feminismos, Ed. Cátedra, UV, Instituto de la Mujer, 2007.

    Revista Trabajadora, n. 71 (noviembre de 2020).