Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

Los accidentes mortales aumentan en 2020 con 708 fallecimientos

    A pesar de los efectos de la pandemia para la actividad económica, el número de accidentes mortales en jornada se incrementó un 9,8% en 2020 respecto al año anterior. Se trata de un dato provisional que aumentará cuando se dispongan de datos definitivos en los próximos meses y que denota el deterioro del sistema preventivo español.

    12/02/2021.
    Aumentan los accidentes mortales en 2020 con 708 fallecimientos

    Aumentan los accidentes mortales en 2020 con 708 fallecimientos

    El avance de estadísticas de AATT publicado hoy en la web del Ministerio de Trabajo y Economía Social correspondiente al periodo enero-diciembre de 2020 señala que se han registrado alrededor de 150.000 accidentes de trabajo con baja que en 2019, lo que supone un importante descenso del -23,6%. Se trata de una reducción de accidentes generalizada a casi todas las secciones de actividad que sólo se explica por el impacto que la pandemia de COVID-19 está teniendo en la actividad economía española. Las actividades sanitarias y de servicios sociales son las únicas que han visto como aumentaba la notificación de accidentes, aunque todo indica que se está produciendo un fuerte subregistro en estos sectores.

    Sin embargo, pese a este panorama de baja actividad económica los accidentes mortales han experimentado una subida. En valores absolutos se han registrado 708 muertes por accidente, 13 más que en 2019, lo que supone un incremento del 1,9%. Hay que indicar que se trata de cifras provisionales ya que en la definición de accidente de trabajo mortal se incluyen aquellos en los que el fallecimiento se produce en los 12 meses siguientes a la fecha del siniestro. Como ejemplo, la estadística consolidada en 2019 registró 26 accidentes mortales más que en el avance de diciembre.

    Lamentablemente, el dato es aún peor de lo que muestran las cifras absolutas. Se han registrado 40 muertes menos por accidentes in itinere, lo que supone un descenso del -26,1%. Eso significa que el incremento de accidentes mortales se centra en jornada de trabajo, con 53 muertes más, un aumento del 9,8%. Pero si centramos la atención en los índices de incidencia, que son los que muestran la siniestralidad relativa y los que permiten comparar con rigor la evolución entre un ejercicio y otro, el dato empeora aún más: el incremento del índice de incidencia de accidentes mortales en jornada es de un 12,6%. Si observamos este indicador por sectores, la construcción es el único que desciende con un -11,1%, produciéndose incrementos en el sector agrario (64%), la industria (22,6%) y los servicios (7,5%). Hay que señalar que el sector agrario, cuya actividad no se paralizó en ningún momento durante la pandemia, se convierte de largo en el que encabeza los índices de incidencia de accidentes mortales en España, sustituyendo al que tradicionalmente venía haciéndolo, la construcción. También hay que señalar que el incremento del índice de incidencia de accidentes mortales en jornada es muy superior entre los trabajadores por cuenta ajena con un 14,5% de aumento, que en los autónomos con 0,2%.

    Otro dato a tener en cuenta es el de notificación de accidentes de trabajo por COVID-19, algo únicamente reconocido para algunos colectivos de los sectores sanitario y sociosanitario. Hasta diciembre sólo se han notificado 9.858 accidentes de trabajo por este motivo, de los cuales 21 son mortales. Sin embargo, el Instituto de Salud Carlos III notifica en sus informes que hasta el 29 de diciembre se registraron 86.547 diagnósticos de COVID-19 en sanitarios, lo que supondría un enorme subregistro de accidentes de trabajo ya que sólo se notificarían como tal un 11,4% de los que se deberían. En el caso de las muertes por COVID-19 en estos colectivos, el Instituto de Salud Carlos III registra 52 hasta el 10 de mayo (algunas estimaciones amplían hasta más de 80 para el conjunto del año) mientras que el Ministerio de Trabajo y Economía Social sólo 21.

    “Es inadmisible que con una ralentización de la economía como la que vivimos, los accidentes de trabajo experimenten un crecimiento como el que hemos sufrido en 2020” señala Pedro J. Linares, secretario confederal de Salud Laboral de CCOO. “Sentimos ser reiterativos, pero lo único que demuestra este dato es que el sistema preventivo español como venía funcionando desde principios de siglo ha dejado de ser operativo. Si queremos recuperar los niveles de protección de la salud de las personas trabajadoras, el Gobierno está obligado a realizar cambios profundos. Hay que realizar transformaciones en la propia legislación de salud y seguridad en el trabajo para, por ejemplo, evitar la excesiva externalización de la prevención e integrarla de manera real en la gestión empresarial. También se deben recuperar las políticas públicas activas en materia de salud y seguridad en el trabajo, congeladas desde hace demasiado tiempo. Pero también es necesario acometer cambios estructurales, entre ellos la derogación de unas Reformas Laborales que propiciaron la extensión de un sistema de relaciones laborales determinado por la precariedad que es la razón última del aumento generalizado de la siniestralidad”, ha añadido Linares.