Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 24 abril 2024.

OPINIÓN

14 de Abril: ¡Viva la igualdad!, de Elena Blasco Martín

    El siguiente artículo de opinión de Elena Blasco Martín, secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de CCOO, fue publicado originalmente en la revista El Siglo de Europa.

    21/04/2021.
    Elena Blasco.

    Elena Blasco.

    SIMONE de Beauvoir ya explicó que el trabajo es la mayor garantía de la libertad para las mujeres. Hoy más que nunca, las mujeres trabajadoras sabemos bien que sin autonomía económica no hay libertad, y que el empleo de calidad es la puerta principal por la que podemos y debemos acceder a esa autonomía económica.

    Será casualidad, pero el pasado 14 de abril, en este caso de 2021, se volvió hacer historia en este país; al igual que en 1931 las mujeres vieron en la proclamación de la II República un cambio político, jurídico e intelectual que les afirmaba la ansiada “mayoría de edad”, y con ella el reconocimiento de su autonomía, derechos y decisión, este 14 de abril las mujeres vemos esperanzadas los nuevos tiempos marcados por el cambio legislativo que supone la entrada en vigor del Real Decreto 902/2020 de igualdad retributiva entre mujeres y hombres.

    Un RD pensado y articulado con el objetivo clave de conseguir el derecho a la igualdad de trato y no discriminación entre mujeres y hombres en materia retributiva, y para el cual el registro salarial y, en algunos casos, la auditoría retributiva y el sistema de valoración de puestos de trabajo y clasificación profesional, serán los instrumentos apropiados para que las empresas puedan demostrar que no cuentan con situaciones de discriminación salarial entre sus trabajadoras y trabajadores.

    La incansable carrera por la igualdad efectiva y real ha superado un obstáculo más. Un camino iniciado en aquella Ley Orgánica de Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres (LOIEMH 3/2007), que marcó los dos grandes hitos necesarios para conseguirla, como son el reconocimiento de la desigualdad laboral y la necesidad de corregirla a través de los planes de igualdad.

    Doce años después, ante el insuficiente desarrollo de esta medida y el constante y sistemático incumplimiento de la obligación empresarial de contar con un Plan de Igualdad, el Real Decreto 6/2019 de medidas urgentes para la garantía de igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, amplió y reforzó el marco normativo ya introducido por la Ley 3/2007, con dos importantes modificaciones legales: la ampliación gradual de las empresas afectadas por la obligación de contar con un plan de igualdad (de 250 a 50 personas en plantilla), y la obligatoriedad de que todas las empresas cuenten con un registro retributivo.

    En julio de 2020, el dialogo social volvió a dar ejemplo de consenso y utilidad en medio de esa pandemia, y de nuevo los ministerios de Trabajo y Económica Social y el de Igualdad, junto con los sindicatos CC OO y UGT, firmamos el acuerdo relativo a los reales decretos 901 y 902 del 2020, dando respuesta de este modo a la necesidad de desarrollo reglamentario recogido en el articulo 1.6 de ese RD 6/2019.

    Con la entrada en vigor del RD 901/2020 el pasado mes de enero sobre planes de igualdad y su registro, y esta emblemática fecha del 14 de abril 2021, en la que se inicia la aplicación del RD 902/2020, sobre igualdad retributiva entre mujeres y hombres, conseguimos un cambio importante en las empresas en cuanto al tratamiento de la igualdad, así como a la presencia y participación de las mujeres en el mercado laboral. Fortalecer la presencia de mujeres en los espacios laborales, mejorar los tipos de contrato y jornadas, estimular la corresponsabilidad, poner fin a la existencia de la segregación sectorial, horizontal y vertical, y alcanzar la igualdad retributiva real entre mujeres y hombres, son los objetivos de ambos reales decretos.

    Si las normas son importantes, los desarrollos reglamentarios lo son tanto o más que éstas, esa es la razón por la cual desde CC OO le hemos dedicado tanto tiempo y empeño en el proceso de negociación con el objeto de dotarnos de buenas herramientas que faciliten la necesaria igualdad en el mundo laboral y detectar, corregir y prevenir las distintas brechas que siguen existiendo entre mujeres y hombres.

    Construir esa sociedad igualitaria y libre de estereotipos de género, es un proceso de largo recorrido que comienza en el ámbito educativo y en donde la implicación de todas las partes es clave. En esta ocasión lamentamos no poder contar del todo con la parte empresarial en la asunción precisamente de una de sus antiguas obligaciones, los planes de igualdad.

    Afortunadamente las leyes deben ser reflejo de la realidad y no al revés, y las mujeres y nuestra aportación, especialmente en el mundo del trabajo, es seguir empujando para que la legislación laboral se adapte a la realidad social y corrija las viejas y nuevas amenazas en este camino hacia la igualdad que, si bien es largo, no tiene retorno.