Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

CCOO en solidaridad con el movimiento sindical tunecino

  • Ante el anuncio del pasado 22 de septiembre del presidente de Túnez, Kais Said sobre su decisión de “gobierno por decreto”, CCOO ha expresado su solidaridad a la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT) y al conjunto del movimiento sindical tunecino.

CCOO sigue de cerca los acontecimientos en Túnez , muy especialmente a través del movimiento sindical tunecino. La UGTT, sindicato principal del país, ha manifestado reiteradamente su oposición a cualquier intento del presidente de suspender la constitución y de gobernar de manera unilateral y por decreto, como finalmente anunció el 22 de septiembre tras hacer uso el pasado 25 de julio de una cláusula de emergencia citada en la actual constitución tunecina. El período excepcional anunciado por el presidente de la República de conformidad con el artículo 80 de la Constitución se extendía desde el 25 de julio de 2021 y se prorrogó hasta el 25 de agosto. La UGTT exigió entonces la definición de la duración del período excepcional, el control de las próximas etapas con la obligación de brindar garantías sobre las libertades y derechos, especialmente aquellos económicos y sociales y el fin de la ambigüedad de la situación general en el país.

24/09/2021.
Sindicalistas de UGTT en una concentración

Sindicalistas de UGTT en una concentración

En un análisis del movimiento sindical tunecino se trata de una crisis política, de gran envergadura, la mayor desde que la revolución del 2011 derrocara el régimen del dictador Ben Alí y trajera un nuevo panorama de transición democrática en Túnez. En este contexto de regresión en el proceso democrático, la UGTT ha exigido la convocatoria urgente de elecciones legislativas para que un nuevo parlamento, ahora suspenso, pueda debatir una constitución y un cambio de sistema político.

El sindicato histórico tunecino, que ha jugado un papel fundamental en la cohesión nacional tras los acontecimientos de 2011, hace un llamamiento para la formación de un gobierno que se haga cargo de manera urgente de los problemas económicos y sanitarios que acosan a Túnez, que garantice la continuidad del estado y que brinde un clima social adecuado para superar la crisis y representar al estado tunecino en todos los foros internacionales. De lo contrario, la UGTT considera que la dinámica actual solo puede profundizar la crisis, desmantelar el aún frágil andamiaje del estado hasta ahora construido no sin dificultad y amenazar su entidad.

La UGTT ha señalado en estos días la necesidad de definir el final del período excepcional y determinar los parámetros de las medidas posteriores necesarias para salir de la crisis política y el estado de parálisis general que ya aquejaba a la mayoría de los órganos del Estado. En opinión del sindicato esto ha de hacerse de acuerdo con una visión consultiva y participativa para construir una visión política alternativa y el desarrollo de una visión nacional para un sistema de gobierno que cumpla con la legitimidad popular y política.

Sin embargo, el anuncio del gobierno por decreto recién conocido pone en entredicho el respeto del principio de diálogo social que ha caracterizado a Túnez durante décadas y subraya una vez más la necesidad de asegurar las libertades y los derechos garantizados por la revolución de 2011 (incluida la libertad de los medios de comunicación, la libertad de circulación, el derecho a la defensa) así como el derecho a la protesta, el derecho a un juicio justo y la garantía de la independencia del poder judicial y la no injerencia del poder judicial.

De todos los artículos recogidos en el decreto anunciado por el presidente de la República, el artículo 5 contiene apartados que podrían ser legislados por decreto ley. El artículo contiene, entre otras cuestiones vitales para la democracia tunecina, la mención a “la organización de partidos políticos, sindicatos y asociaciones”.

CCOO ha manifestado una vez más a los líderes sindicales tunecinos su apoyo en esta peligrosa etapa para el desarrollo de la democracia tunecina y para la tan necesaria recuperación económica en el país que se había ralentizado aún más como efecto de la expansión de la pandemia mundial.