Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

“Es imprescindible garantizar el poder adquisitivo de los hogares y mantener la subida del SMI”

    El secretario confederal de Organización y Extensión Sindical, Agustín Martín, ha afirmado que 2021 ha sido un año muy favorable para el empleo. “Hacemos una valoración muy positiva de los datos de empleo”, ha señalado. 

    04/01/2022.

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    Hemos recuperado las tasas pre-pandemia mejorando los niveles de empleo, pero se sigue manteniendo la tendencia hacia la temporalidad. Esperemos que en 2022 esta tendencia se modifique fruto del acuerdo de la reforma laboral”, ha apostillado Agustín Martín, que espera también que se supere la sexta ola del Covid-19 y que se recuperen las cadenas de suministros, así como que se equilibren los mercados de gas y de hidrocarburos. 

    CCOO cree que para consolidar la recuperación es imprescindible garantizar el poder adquisitivo de los hogares, especialmente de aquellos con menos recursos, de ahí la importancia de mantener la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

    Así, el secretario confederal ha pedido que se actúe sobre los salarios más bajos y ha dejado claro que es “imprescindible” afrontar la subida del SMI en enero. “Esperemos que este año siga una tendencia no solamente de recuperación cuantitativa del empleo, sino de recuperación cualitativa del mismo. Menos precariedad y mejores de condiciones de vida para la gente”, ha añadido. 

    En términos interanuales, la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado en 776.478 personas, un 4,1%, y se ha situado en 19.824.911 personas afiliadas medias, lo que supone la cifra más alta de toda la serie histórica. La afiliación supera ya en 416.000 personas el nivel de diciembre de 2019, aunque todavía incluye 122.672 trabajadores y trabajadoras en ERTE a 31 de diciembre.

    El paro registrado ha disminuido en 782.232 personas en términos interanuales (-20,1%) y cierra el año en 3.105.905 personas, la cifra más baja al final del año desde 2007, pero todavía un millón por encima de los niveles de paro registrado previos al estallido de la burbuja inmobiliaria.

    Sin las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno y acordadas con los agentes sociales desde el inicio de la pandemia el daño en el tejido productivo y la destrucción de empleo habrían sido muy superiores, en un mercado de trabajo que arrastraba profundos desequilibrios (paro, precariedad, brechas de género, desequilibrio relaciones laborales) agravados por las reformas laborales durante la anterior recesión. El mecanismo de los ERTE y los fondos públicos que los han sostenido han contribuido a salvar 3,6 millones de empleos y a miles de empresas desde el inicio de la pandemia.