Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 20 abril 2024.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 77 (FEBRERO DE 2023)

Salud/ Avances tecnológicos, brecha de género y riesgos laborales, de María José Sevilla y Montserrat López

    Es preciso atender al sesgo de género en los puestos de trabajo ocupados por hombres y los ocupados por mujeres a la hora de decidir automatizar procesos productivos, estudiando cuáles son las exposiciones negativas en cuanto a la salud se refiere.

    28/02/2023.
    María José Sevilla, fotografía de Julián Rebollo.

    María José Sevilla, fotografía de Julián Rebollo.

    ¿QUÉ ES MÁS complejo: intentar desaprovechar la menor cantidad posible de corcho a la hora de confeccionar un tapón o el seleccionar los tapones de corcho contaminados, utilizando los cinco sentidos? La primera tarea la realizan hombres y la segunda mujeres.

    Una de las conclusiones del seminario Robotización y condiciones ergonómicas. Una visión desde las desigualdades de género, desarrollado con el apoyo técnico de la Fundación 1º de Mayo de CCOO, y que tuvo lugar el 15 de noviembre en Madrid, fue la necesidad de atender el sesgo de género en la valoración y las acciones técnicas a desempeñar en los puestos de trabajo ocupados por hombres y los ocupados por mujeres, para decidir si se automatiza el proceso o no. La experiencia nos dice que se produce una infravaloración de los puestos ocupados por mujeres aumentando la exposición a riesgos.

    En 2021, el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) desarrolló un estudio con la Secretaría de Salud Laboral de CCOO Cataluña en el que se abordaba la exposición a los nuevos riesgos emergentes resultantes de la robotización Influencia de la robótica en las condiciones ergonómicas de los puestos de trabajocon el objetivo de proporcionar conocimiento, argumentos y orientaciones preventivas a delegados y delegadas de prevención en el desempeño de sus funciones y facultades.

    Con la Industria 4.0 y la tecnología robótica, los debates en torno a la automatización han tomado fuerza, siendo necesario anticiparse a los nuevos riesgos laborales asociados a la implantación y el uso de robots colaborativos y exoesqueletos. En la actualidad se acumulan riesgos como consecuencia de cada avance tecnológico. Además, se excluye a las mujeres como muestra inicial para el diseño, cuando la población trabajadora está cambiando, e incluso, puestos de trabajo antes masculinizados, son en la actualidad desempeñados en su mayoría por mujeres. Los robots colaborativos y los exoesqueletos pasivos forman parte de la cuarta revolución industrial, su implementación suele tener como objetivo la mejora de las condiciones ergonómicas y el aumento de la productividad. Sin embargo, con la idea de evitar que se conviertan en equipos y/o dispositivos que generen una nueva exposición a riesgos con consecuencias dañinas a la salud y evitar potenciar las desigualdades entre trabajadoras y trabajadores, son necesarios avances y cambios en muchos ámbitos, que habrá que tener en cuenta en la acción sindical.

    Productividad y salud laboral

    Dos de las premisas básicas mencionadas para el éxito preventivo son el hecho de apostar por la conexión recíproca del término productividad y la salud laboral, como elementos interconectados en la mejora de las condiciones de trabajo y la prevención de los trastornos musculoesqueléticos; y en segundo lugar, el tener presente los principios de la robótica entre los que destaca el generar la interacción humano-robot, evitando la sustitución de la mano de obra por la tecnología robótica y buscando la mejora de las condiciones de trabajo.

    Como reto de futuro, es muy importante realizar un trabajo conjunto entre las personas implicadas en la prevención de riesgos laborales y las personas que desarrollan las acciones de igualdad, todas ellas con un mismo objetivo, identificar las desigualdades de género en las condiciones de trabajo y de salud. Este reto promueve como condición de éxito, la participación y la implicación de los diferentes agentes en la empresa. Así, se convierte en reto de futuro, el lograr integrar a todas las personas implicadas en el proceso de mejora tecnológica, incorporando a la representación legal de la plantilla, haciéndola partícipe del proceso y facilitando el diálogo social. Para ello, es necesario crear mecanismos que fomenten dicha participación, para liderar la comunicación real y dinámica con la dirección, tener al servicio de prevención como aliado y contar con el apoyo y confianza de los trabajadores y las trabajadoras.

    Lo mismo ocurre con el área de prevención de riesgos laborales en la empresa, es preciso reforzar su papel multidisciplinar, facilitando la autonomía de sus miembros y su capacidad de decisión en la mejora de las condiciones de trabajo, pero también, hay que exigir a las personas que lo integren su sensibilización, capacitación y compromiso para identificar desigualdades de género. De esta manera incorporarán de forma transversal la perspectiva de género en todas sus actividades preventivas.

    Tan importante es el quién, como el cómo. El principio preventivo básico en ergonomía laboral: “Adaptar el trabajo a la persona”, recogido en el art.15d de la Ley de Prevención de Riesgos Laboralesindica qué es lo que se ha de hacer. Por sí solo, debería ser suficiente para conseguir unas condiciones tecnológicas favorables que consideren las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, y las desigualdades de género. Sin embargo, no parece ser así, evidenciando la necesidad imperiosa de definir el cómo. Es preciso como reto de futuro, enfocar la prevención a las personas que desarrollan el trabajo, sin perder de vista incluso a otras personas diferentes a éstas, que lo puedan desempeñar en un futuro a corto plazo.

    Los estudios ergonómicos deben tener en cuenta a las personas, su edad, su antigüedad en el puesto, su jornada, el posible conflicto trabajo-vida, sus tareas habituales en la jornada, etc. de tal manera que se aborden las desigualdades de género, pero también las diferencias biológicas. Se hace necesario impulsar enfoques ergonómicos más actuales, que apuesten por el desarrollo de estudios científicos sobre datos antropométricos, que estudien a hombres y mujeres con sus diferencias. Con ello, hay que insistir en la actualización de los datos antropométricos y los percentiles empleados en ergonomía, basados en medidas, dimensiones y porcentajes de hombres y mujeres, desfasados a día de hoy. Se necesita disponer de datos fiables de la población trabajadora española. Conseguir este avance en la investigación antropométrica forzará la incorporación de la perspectiva de género en el trabajo desarrollado por los comités técnicos que elaboran las normas internacionales y europeas (ISO, UNE) que definitivamente, se traducen en normas EN (1), para España.

    Se trata de crear conciencia respecto a la importancia de analizar con perspectiva de género las nuevas formas de organizar el trabajo y su impacto en la salud, incluso para la adaptación del trabajo a las personas de más edad (+55 años) con limitaciones y/o personas con discapacidad, de manera que puedan completar su vida laboral y no ser excluidas, por medio del despido y las incapacidades permanentes.

    Para terminar… y con un punto y seguido al proceso en plena transformación tecnológica, decir que sería ideal como reto de futuro el apostar por la Transición Justa, hoy más importante que nunca en lo que respecta a la Industria 4.0. Así, “El objetivo no es detener a la Industria 4.0, ya que este fracasaría, sino hacer que esta transformación sea socialmente sostenible y justa para todos los trabajadores y las trabajadoras por igual, reforzando la participación sindical en la mejora tecnológica de los puestos de trabajo” (CCOO Confederal, 2019). Un gran reto de futuro sobre el que trabajar.

    María José Sevilla es especialista en ergonomía y Montse López Bermúdez técnica superior en prevención de riesgos laborales, ambas en la Fundación 1º de Mayo de CCOO.

    (1) Las normas EN son Normas Europeas de los sectores industriales o tecnológicos dentro de la estructura de normalización del Comité Europeo de Normalización (CEN).

    Revista Trabajadora, n. 77 (febrero de 2023).