Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

OPINIÓN

Compañeras de la hostelería, este 8M va por vosotras, de Anna María Mellado

    Anna Mellado García, secretaria de Mujeres e Igualdad y Juventud de CCOO Región de Murcia, escribe el siguiente artículo en La Opinión de Murcia.

    10/03/2023.
    Anna María Mellado, secretaria de Mujeres, Igualdad y Juventud de CCOO de Región de Murcia.

    Anna María Mellado, secretaria de Mujeres, Igualdad y Juventud de CCOO de Región de Murcia.

    DE NUEVA YORK al continente europeo las diferentes versiones sobre el origen de la celebración del 8 de marzo coinciden con el hecho de que las trabajadoras tomaron las calles y se manifestaron contra sus terribles condiciones laborales, contra el acoso sexual en el trabajo y por la igualdad salarial. A principios del siglo XX, el 8 de marzo se convierte en un día internacional de reivindicación que traspasa lo estrictamente laboral, integrando otras causas, como el derecho al voto, a la educación y por la libertad sexual. Impulsado internacionalmente por militantes feministas comunistas como Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo, con el paso de los años, la celebración del 8 de marzo se ha ido extendiendo hasta ser reconocida en 1975 por la ONU como Día Internacional de la Mujer.

    En su adaptación a diferentes contextos socioeconómicos y culturales el 8 de marzo no ha visto nunca alterado el núcleo fundamental de la protesta: la defensa de las mujeres trabajadoras. Porque la libertad y la conquista total de la dignidad para las mujeres es imposible sin un trabajo justamente valorado y retribuido, que procure la autonomía necesaria para alcanzar la emancipación. Y como esto aún está por conseguir, el 8 de marzo constituye un día importante para visibilizar socialmente que la discriminación hacia las mujeres persiste desde hace miles de años. La desigualdad de género en el ámbito laboral se manifiesta de forma objetiva en todos los países del mundo. Y cada 8 de marzo, hay que recordar que el feminismo sindical y de clase es la mejor herramienta para salvaguardar y mejorar los derechos de las trabajadoras, que la reivindicación sindical es permanente y que se materializa todos los días del año con acciones concretas en los centros de trabajo.

    Como todos los años, en Comisiones Obreras celebramos el 8 de marzo con una mezcla de orgullo, de rebeldía y de reivindicación, aclamando la lucha feminista de, por y para las mujeres trabajadoras. Este año, en nuestra región, nos rebelamos especialmente contra una injusticia que afecta a miles de trabajadoras. Vamos a exigir una vez más, y con la misma fuerza que hasta ahora, que se desbloquee la negociación del convenio de hostelería, esta anomalía laboral sin resolver desde hace más de 15 años, prorrogada por parte de una patronal que ha exigido millones de euros para reflotar su economía tras la pandemia, pero que se niega con una indiferencia preocupante a mejorar las condiciones laborales de sus trabajadoras.

    En la región de Murcia, las brechas de género en el empleo son importantes: la tasa de ocupación de las mujeres es la segunda más baja de España y la tasa de contratación es la más baja del país, siendo solo de un 35,96% sobre el total de contratos. Las trabajadoras de la región han sufrido mucho los efectos de la pandemia, descendiendo su contratación un 26,61%, casi 10 puntos más que los hombres. El 21% de las mujeres de la región de Murcia están empleadas en el muy feminizado y precarizado sector de la hostelería, con 13 puntos porcentuales de diferencia de las mujeres sobre los hombres.

    La contratación parcial abusiva y fraudulenta, las horas extraordinarias obligatorias sin retribuir justamente, los turnos y horarios insostenibles para poder ejercer el derecho de la conciliación de la vida familiar, personal y laboral, la exigencia de trabajos físicos reiterados en el menor tiempo posible, el acoso sexual y una brecha salarial del 28%, son injusticias y discriminaciones laborales a las que se enfrentan con demasiada frecuencia las cerca de 70.000 trabajadoras del sector de hostelería en esta región.

    Así que cuando el presidente de la patronal de la hostelería se niega con expresa rotundidad a actualizar un convenio al siglo XXI, garantizando condiciones laborales dignas para las trabajadoras, interpreto que su preocupación por las mujeres en los locales de ocio nocturno no responde más que a una mera campaña de publicidad, y que en general, el bienestar de las mujeres, comenzando por las trabajadoras del sector que lidera, le importa bien poco.

    Este 8 de marzo le pedimos al empresariado del sector de la hostelería que abandone una actitud impropia de una cultura empresarial moderna. Si adopta la perspectiva de género, tal y como insta la Unión Europea, aquella que le provee de fondos cuando lo necesita, podrá valorar por fin la importancia de la aportación de las mujeres a su sector, a la economía de la región y también al bienestar de sus familias.

    Compañeras de la hostelería, este 8 M ponemos especialmente en valor vuestra profesionalidad y vuestra atención, a pesar de tanta falta de empatía y de justicia laboral hacia vosotras.