Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 11 mayo 2024.

La COP 21 supone un acuerdo universal que enmarcará la acción a largo plazo sobre el cambio climático

    La Confederación Europea de Sindicatos (CES) se congratula de que se haya concluido un acuerdo tras un largo ycomplejo proceso de negociación. Dar al mundo un instrumento global para abordar el cambio climático es un importante avance político a pesar de que, como se subraya más adelante, este acuerdo no es en muchos aspectos tan ambicioso como nos hubiera gustado.

    23/12/2015.
    COP21

    COP21

    La CES acoge con satisfacción el compromiso colectivo de los países para mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 ° C respecto de los niveles pre-industriales y de proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °. La configuración de estos objetivos, confirma claramente que la economía mundial está entrando en una nueva era. El mensaje central de este acuerdo multilateral es inequívoca: alcanzar una emisión global cero antes de finales de este siglo debe ser la ambición compartida de la humanidad.

    La CES acoge con satisfacción el compromiso de los países para comunicar cada cinco años sus "contribuciones determinadas a nivel nacional", a fin de presentar los esfuerzos realizados para reducir sus emisiones, teniendo en cuenta que la ambición de los objetivos tendrá que aumentar con el tiempo. La CES espera que el "marco de transparencia", así como la "Stocktake global" ayudará a mantener la presión política sobre los países para que sus

    esfuerzos individuales sean más consistentes con los objetivos globales. La CES también espera que los países aumenten con el tiempo la transparencia y comparabilidad de sus contribuciones, a fin de crear las condiciones para una participación justa de esfuerzos entre todas las economías.

    La CES quiere expresar su preocupación por varias deficiencias en el acuerdo de Paris. En primer lugar, como ha reconocido el propio texto, existe una brecha entre la ambición colectiva por una parte, y el efecto agregado de las concretas contribuciones por el otro. Atribuir al mundo un objetivo colectivo de mantener el calentamiento por debajo de 1,5 ° C no tiene sentido si las contribuciones individuales nos llevan a 3 ° C. Superar esta brecha debe ser una prioridad absoluta para los países en los próximos años, sobre todo abordando las fuentes de emisiones que no están cubiertos por el acuerdo de París, como son las del transporte internacional.

    En segundo lugar, el acuerdo de París es muy vago acerca de la financiación. El acuerdo en sí no menciona ninguna meta específica o calendario, mientras que la decisión de acompañamiento de la COP invita a los países desarrollados a continuar su movilización hasta el 2025, mientras que pospone hasta 2025 la adopción de un nuevo objetivo colectivo cuantificado. Dada la escala del reto por delante y el ritmo de los cambios observados, especialmente para los vulnerables países, esperar hasta 2025 para tomar una decisión sobre la vía para movilizar la financiación es una importante decepción. Los países, que tienen la capacidad para hacerlo, deben con urgencia y de manera significativa ampliar la provisión de financiación para enfrentar el cambio climático y sus consecuencias en los países más pobres y más vulnerables.

    En tercer lugar, el acuerdo de París no ha logrado asegurar un compromiso claro de las Partes que van a diseñar y poner en práctica sus políticas climáticas con pleno respeto de los derechos humanos y promover una transición justa para los trabajadores, así como puestos de trabajo dignos y de calidad. Las referencias entre otras cosas a los derechos humanos, la igualdad de género, a la equidad intergeneracional, y de transición justa y el trabajo decente en el preámbulo del texto es de hecho un significativo reconocimiento de la importancia de estos principios en el contexto de la acción climática, pero no es suficiente para garantizar el amplio apoyo público que la acción climática a largo plazo exigirá. Combatir el cambio climático requiere un cambio de la sociedad, y esto debe hacerse en cooperación con las personas, no a costa de sus derechos.

    El acuerdo de París ha enmarcado la acción mundial contra el cambio climático para el futuro. Teniendo en cuenta sus fortalezas y debilidades, la CES y sus afiliados trabajarán para transformar el éxito político de la COP21 en un éxito a largo plazo para el planeta y para los trabajadores y sus comunidades. En la aplicación del acuerdo de París, la CES seguirá defendiendo una transición justa hacia una economía baja en carbono que mantenga y cree empleo de calidad, la promoción de los trabajadores, la participación y el diálogo social, ofrezca formación para los trabajadores, fortalezca los sistemas de protección social y respete los derechos de los trabajadores.