Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

Guía para no perderse/ Revista Trabajadora, n. 60 (marzo de 2017)

Anne-Marie Schneider, de Enrique Arce

    Anne-Marie Schneider. Hasta el 20 marzo de 2017 en el Edificio Sabatini del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

    16/03/2017.
    Sin título (La Bella y la Bestia- Metamorfosis de la Bestia en humano), 2009, de Anne-Marie Schneider.

    Sin título (La Bella y la Bestia- Metamorfosis de la Bestia en humano), 2009, de Anne-Marie Schneider.

    DE NO SER por la reivindicación y aceptación del arte femenino, con su ampliación en los temas, materiales y técnicas; de la reconsideración del dibujo como disciplina digna de interés contemporáneo; y de la extensión de lo autobiográfico (ya sea real o ficcional) como expresión artística, consolidadas en las últimas décadas del siglo XX, seguramente no tendríamos la ocasión de ver esta primera retrospectiva en España de Anne-Marie Schneider (Chauny, 1962). De hecho, al contemplar los trazos toscos, la apariencia deslavazada, de los dibujos y pinturas de la artista francesa, muchos espectadores pensarán todavía encontrarse ante obras menores, sin reparar que en ocasiones puede haber más verdad y comunicación en lo aparentemente infantil y espontáneo que en lo perfectamente reflexionado y acabado.

    El Reina Sofía expone, hasta el 20 de marzo, 250 obras realizadas entre 1988 y 2016 en distintos soportes y técnicas, mostrando la evolución de una artista distinta, en la que se mantiene como una constante la centralidad de un dibujo de rasgos mínimos, cercano al cómic y al fanzine, pero también a la caricatura colegial, como trazado a vuela pluma, y sin embargo con una profunda carga expresiva y comunicativa.

    Consciencia e inconsciencia, realidad cotidiana y sueños, fábulas y sucesos políticos y sociales forman el material de los dibujos, pinturas y películas cortas, en las que Anne-Marie Schneider se ocupa de temas de siempre (maternidad, pareja, sexo, muerte, soledad, etc.) utilizando lo doméstico y lo íntimo; sin renunciar a dar respuestas inmediatas a sucesos de actualidad, como la serie de 20 dibujos denunciando la violenta expulsión por la policía de refugiados de la iglesia de Saint-Bernard en 1996. Se apropia, así, de objetos banales, de actos cotidianos y prosaicos (una taza de café removida con el dedo), pero también de cuentos y fábulas simplificados y versionados en inquietantes pinturas, desprovistos de cualquier moraleja o dulcificación (las pinturas de La Bella y la Bestia, son un buen ejemplo).

    Entre las referencias literarias de Schneider suele citarse a Kafka, Virginia Woolf y Beckett, y entre las artísticas a Goya (lo grotesco y el humor negro), Louise Bourgeois (claro) y Philip Guston (la utilización de lo personal y el estilo de cómic), pero se olvidan –creo- de la portuguesa Paula Rego. Artistas de una estirpe distinta, valientes y personales, que no dudan en utilizar lo narrativo y autobiográfico en sus obras para expresar su mundo propio y, de esta manera, darnos pistas sobre el nuestro.

    Una exposición para caminar con los ojos y el corazón bien abiertos.

    Enrique Arce (earce@ccoo.es) es documentalista del Centro de Documentación de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras.

    Guía para no perderse/ Revista Trabajadora, n. 60 (marzo de 2017).