Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

Reunión del Consejo Confederal de CCOO

“Ahora toca situar las propuestas sindicales en la agenda social y económica”

  • El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha presentado un informe en el Consejo confederal de CCOO con las propuestas del sindicato para el próximo periodo, que ha sido refrendado por 126 votos a favor y 4 abstenciones
  • En esta reunión se han aprobado también las cuentas de CCOO para este año y otros temas organizativos

Unai Sordo ha señalado que estamos en un cruce de caminos, entre la evolución de la pandemia en la tercera ola y el inicio del periodo de vacunación; una recuperación económica que se retrasa por el deterioro del tejido económico; una agenda política que tiene que asimilar la supuesta condicionalidad europea; un cierto hartazgo social y la búsqueda de escenarios post-COVID. 

26/01/2021.
Consejo Confederal. 26/1/21

Consejo Confederal. 26/1/21

“En este contexto el sindicato tiene que situar su estrategia. Debemos reforzar la idea de que ahora corresponde prolongar las medidas económicas tomadas ante la pandemia y la crisis económica asociada, así como abrir una agenda social que compatibilice la corrección de las reformas de la etapa del austericidio con las nuevas perspectivas reformistas vinculadas a los fondos de reconstrucción”.

Fondos europeos y reformas laboral y de pensiones

El Gobierno está definiendo los planes a presentar ante las instituciones europeas y para ello ha remitido una serie de componentes o fichas en las que se recogen las políticas estratégicas que nuestro país deberá impulsar en los próximos años (30 fichas con 170 reformas). En la de mercado laboral y en la de pensiones se recogen una serie de compromisos de cada Estado perceptor de fondos Next Generation European Union (NGEU), que consisten en definir las inversiones y reformas que se harán, así como un cronograma sobre el cumplimiento de estos compromisos.

Sordo ha advertido que se está construyendo un relato según el cual las transferencias y créditos procedentes del NGUE deben conllevar el mantenimiento de las reformas socioeconómicas de la austeridad (singularmente la laboral y la de pensiones), incluso profundizar en ellas. “Debemos combatir este discurso determinista. Primero porque no es cierto; segundo porque pretende condicionar la agenda de reformas del próximo periodo, y tercero, porque posee un germen de deslegitimación democrática muy peligroso si se instala en España una nueva situación de intervención externa. Debemos analizar el momento político para ir preparando un escenario complejo, en el que el sindicalismo confederal debe incrementar la socialización del mensaje y la presencia en centros de trabajo y en la calle”.

Movilizaciones del 11 de febrero

“Visto lo ocurrido con el SMI, la posibilidad de que el diálogo social quedara ‘encajonado’ entre los compromisos con Bruselas y el empoderamiento a CEOE, ha motivado el que hayamos ido elevando el tono de la crítica a la actuación del Gobierno, así como la causa de las movilizaciones para el mes de febrero”.

La presión ha dado sus frutos. El Gobierno nos ha trasladado que la concreción de las reformas a realizar no se ejecutará sin la negociación en el marco del diálogo social. Tanto en materia laboral como en materia de pensiones los documentos enviados están en consonancia con las materias comprometidas a abordar por parte del Gobierno y con las recomendaciones del Pacto de Toledo.

Pero esto no quita sentido a las movilizaciones planteadas para el mes de febrero. Los espacios de diálogo social son de voluntad de acuerdo pero también lo son de conflicto. Estas movilizaciones entran dentro de la acción sindical ordinaria ante un proceso de negociación que se va a dar en un momento muy complejo, con muchos condicionantes, y en los que junto con la propuesta y la voluntad de negociación, la presencia en la calle y la información al activo sindical y la sociedad de la marcha de los acontecimientos, es clave.

El contenido reivindicativo del 11 de febrero está ligado, por un lado a cuestiones concretas (SMI, reforma laboral y de pensiones), y por otro a un escenario post-COVID, en el que hay que restituir derechos que impulsen una salida distinta de la crisis. Los fondos europeos deben servir para mejorar la base económica del país, pero filtrándose a toda la sociedad a través de los salarios, el empleo, la fiscalidad y los servicios públicos.

Unai Sordo ha presentado asimismo los últimos acuerdos alcanzados en el marco del diálogo social:

Acuerdo para la renovación de los ERTE: buen acuerdo, que mantiene en general el esquema y contenidos del anterior, e incorpora novedades que mejoran su contenido en cuestiones importantes como las medidas de protección a personas trabajadoras con contrato fijo/discontinuo; el que las medidas extraordinarias de protección por desempleo se apliquen en todos los casos en que el inicio de la relación laboral o societaria fuera anterior a la fecha de entrada en vigor de este acuerdo; o la adecuación de los CNAE a la situación del empleo en ellos.

Acuerdo sobre dependencia: tiene importancia política pues aborda un tema central en el refuerzo de los sistemas de servicios sociales.

Acuerdo sobre cláusula de salvaguarda de las pensiones de personas despedidas en la anterior crisis sin retorno al mercado de trabajo. Esperamos que esta sea la última prórroga y a lo largo de 2021 se recupere la cláusula de garantía en los términos pactados.

Finalmente, Sordo ha hecho una referencia al 8 de marzo: “Obviamente, deberemos acomodar las actuaciones a la situación pandémica y las medidas de restricción que estén en vigor en ese momento. Pero más allá de esto, debemos plantearnos la necesidad de realizar actividades en los centros de trabajo y buscar un perfil propio de CCOO para el 8 de marzo a través de la expresión de las desigualdades que se dan para las mujeres en el empleo, en los salarios, en la protección social o en la segmentación laboral, entre otras”.