"Cape Cod Morning", 1950, de Edward Hopper.
CUANDO se analiza la realidad social habitualmente sucede que se ilumina una zona y se deja alrededor un espacio de sombras. Con la violencia de género esto es muy evidente. Se denuncia y condena la violencia que las mujeres sufren perpetrada por hombres con el que tienen o han tenido una relación afectiva pero se olvidan el resto de los tipos de violencias. Dos de ellas son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en los centros de trabajo que, tal y como mantiene la OIT en su Convenio 190 -Sobre la violencia y el acoso-, afecta desproporcionadamente más a las mujeres. De hecho, según la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE, el 90% de estos acosos los sufren las mujeres.
Trabajadoras y trabajadores tienen derecho a la “protección frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo” (art. 4.2 del Estatuto de Trabajadores) y la Macroencuesta de violencia contra la mujer de 2019 dice que 17,3% de las trabajadoras han sido acosadas en su centro de trabajo. Se hace necesaria la intervención sindical al ser éste un delito oculto y ocultado en el ámbito laboral.
Es un delito oculto porque no hay datos fiables de acosos, ni sexuales, ni por razón de sexo. No es fácil para las mujeres denunciar por múltiples motivos, pero sobre todo porque sobre este tipo de delitos se acaba culpabilizando a las víctimas y, aunque hay protocolos de prevención y actuación negociados con la Representación Legal de las Personas Trabajadoras (RLPT) en las empresas, se denuncia poco y aún se ganan menos sentencias en los tribunales.
Estos son algunos de los motivos por los se crea el Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo de CCOO para visibilizar estas dos situaciones. Su mera existencia es una llamada de atención, que reafirma el compromiso sindical de CCOO contra todo tipo de violencias contras las mujeres. La experiencia sindical, ateniendo a muchas mujeres que han sido acosadas (siendo peritas de casos) y negociando, desde hace ya años, protocolos contra los acosos en las empresas nos ha hecho conscientes de la necesidad de abrir este espacio.
El observatorio es un servicio de CCOO que se desarrollará desde la Secretaría Confederal de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo y utilizará los canales sindicales correspondientes para que sea conocido y utilizado por delegados y delegadas, de modo que sean un cordón en los centros de trabajo contra el acoso, pero también está dirigido a toda la afiliación. Así mismo, el observatorio aprovechará el conocimiento existente de la organización para orientar y derivar algunas posibles preguntas que se realicen a través del correo abierto que para este fin existe en la página web creada al efecto.
Una responsabilidad lógica que corresponde a los sindicatos y que se asume haciendo efectivo el principio estatutario de sindicato feminista del que nos sentimos tan orgullosas. Una tarea para la cual la Secretaría Confederal de las Mujeres va a contar con el resto de secretarías confederales, federales y territoriales como es habitual y con esas 95.000 personas con conforman el activosindical ejerciendo la delegación sindical en los puestos de trabajo.
Además de visibilizar el acoso sexual y el acoso por razón de sexo como una violencia de género en el trabajo y sensibilizar a la sociedad y a trabajadoras y trabajadores en este delito para evitarlo, prevenirlo y si sucede, denunciarlo, el observatorio ofrece un espacio web a la representación sindical al que ésta puede dirigirse para obtener información sobre cómo prevenir el acoso sexual y por razón de sexo en sus centros de trabajo, así como dar herramientas y orientaciones de cómo actuar frente a los mismos. Una de las principales herramientas es la de saber identificarlo, pero también puede contribuir a facilitar la negociación de protocolos y buenas prácticas a las personas negociadoras que participan en las mesas de negociación de planes de igualdad.
Además de a la afiliación el observatorio está pensado para orientar, ayudar y acompañar a toda la población sobre las actuaciones más pertinentes a realizar ante este delito, lo cual es particularmente necesario para la pequeña empresa o las personas que trabajan solas en hogares como las empleadas de hogar o las asistentes de ayuda a domicilio, por ejemplo.
El correo electrónico habilitado en la página web (observatorioacoso@ccoo) pretende que corra el aire y que se airee un problema enorme. Las trabajadoras deben sentir que cuentan con una ventana a través de la cual gritar que están recibiendo este tipo de violencia y sentir que alguien les escucha, orienta sobre cómo actuar, refuerza y ayuda.
Begoña Marugán (@Begoa46) es socióloga y adjunta a la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO.
Revista Trabajadora, n. 76 (noviembre de 2022).
