Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 16 mayo 2024.

REVISTA TRABAJADORA, N. 79 (JULIO DE 2023)

Salud/ Entrevista a Laurent Vogel: "Hay que dar más protagonismo y valor a la experiencia de las trabajadoras", de Carmen Mancheño Potenciano

    Laurent Vogel es activista de la salud laboral e investigador del Instituto Sindical Europeo (ETUI), siempre dispuesto a compartir reflexiones y experiencias sobre la prevención de riesgos laborales.

    11/07/2023.
    Laurent Vogel, activista e investigador en salud laboral.

    Laurent Vogel, activista e investigador en salud laboral.

    ¿POR QUÉ hay que introducir la dimensión de género en la práctica preventiva?

    Para mí, es algo obvio, las diferencias biológicas y la división sexual del trabajo provocan que el trabajo afecte a la salud de forma diferente en mujeres y hombres, por tanto, si no se introduce la dimensión de género en la prevención, las políticas de salud laboral se centrarán pensando solo en actividades masculinas.

    ¿Cómo impactan las desigualdades de género en la salud de las trabajadoras?

    Cuando se habla de mortalidad en el trabajo se piensa en sectores masculinos, en trabajadores de la construcción o la pesca. En la salud de las trabajadoras no se piensa y los daños a la salud de las mujeres son menos visibles, con enfermedades a más largo plazo. Es un problema de visibilidad, hay que ser conscientes de ello, encontrar las desigualdades y tratarlas de manera consciente como una prioridad.

    ¿Considera que los indicadores de salud ocupacional disponibles son sensibles al género?

    Los indicadores más comunes provocan una invisibilidad de los daños en la salud de las mujeres. Los accidentes laborales se producen más en hombres por la división sexual del trabajo y por la “naturalización” de algunos riesgos por parte de los hombres y en las enfermedades solo “existen” las reconocidas e indemnizadas.

    Hay que ser crítico y añadir otros indicadores más interesantes como las encuestas de condiciones de trabajo. Son importantes porque surgen de la percepción de las personas trabajadoras y de cómo el trabajo afecta a su salud, por ejemplo en las encuestas europeas se puede ver como los trastornos musculoesqueléticos y los riesgos psicosociales son más frecuentes en mujeres.

    Un segundo punto es hacer un trabajo de investigación a partir de los indicadores. El indicador es un número que no indica nada, debemos preguntarnos por qué y hacer un trabajo de investigación critica. Por ejemplo, en los países nórdicos hay un sistema muy sencillo para relacionar los cánceres de mama con las condiciones de trabajo, no crearon un sistema nuevo sino que únicamente conectaron dos sistemas de información, por una parte los registros de cáncer y por otro los datos de seguridad social referidos a actividad y ocupación; este sistema identifica profesiones donde la localización de este tipo de cáncer es más elevada que en la media de la población trabajadora.

    En cáncer de mama hay mucho trabajo de EEUU y Canadá, donde existen estudios que describen una mayor afectación en enfermeras, peluqueras, trabajadoras de algunas industrias del plástico y del papel, y donde se ha visto una combinación de exposiciones como: trabajo nocturno, riesgos químicos y riesgos físicos. Estas investigaciones son muy importantes porque cuando se hacen campañas de prevención del cáncer de mama se olvida completamente la dimensión laboral y la importancia de cambiar las condiciones de trabajo que pueden estar relacionadas con este tipo de cáncer.

    ¿Cuál está siendo el papel de los sindicatos en la incorporación del género en la Prevención de Riesgos Laborales (PRL)?

    El papel de los sindicatos es fundamental, sin su trabajo sería difícil mejorar la situación. La patronal, en general, está hablando de la dimensión de género como una pequeña parte de una política global de diversidad, como una moda, pero sin cuestionar la organización del trabajo.

    Lo cierto es que, ahora en Europa, las cuestiones del trabajo asalariado no son la prioridad para la mayor parte de las corrientes feministas. En mi opinión hay que combinar la capacidad de los sindicatos y la mirada crítica de los feminismos e incorporar un enfoque que dé la palabra a las trabajadoras. Los sindicatos han de garantizar la participación activa en la evaluación de riesgos e introducir la dimensión de género, son fundamentales.

    ¿Cuál es la situación actual en Europa en cuanto a la incorporación del género en la PRL? ¿Hay países que sean referentes?

    No hay un referente global, pero si experiencias interesantes, por ejemplo en Francia un elemento muy positivo ha sido la obligación explícita de introducir en la evaluación de riesgos la dimensión de género, lo que significa hacer una prevención no solamente sobre los efectos inmediatos, sino también sobre los efectos a largo plazo, porque se sabe que, en muchos casos, los daños que afectan a las trabajadoras se producen a largo plazo.

    En Suecia, tras una sensibilización muy fuerte de la Inspección de Trabajo, sobre todo en riesgos psicosociales y en temas de igualdad de género, la práctica inspectora ha mejorado mucho y se presta una atención mayor a esos “pequeños daños”, no tan importantes como una caída en la construcción, pero que afectan mucho a la salud a largo plazo.

    En España, CCOO no parte de cero sino que lleva mucho trabajo hecho y creo que es importante poner en marcha redes de información sindical entre países que permitan compartir y aprovechar experiencias.

    ¿Puede decirnos cuatro ideas clave sobre cómo se puede abordar la prevención desde una perspectiva feminista?

    La primera es garantizar que las evaluaciones de riesgo integren la perspectiva de género, pero también dar un enfoque democrático a la organización de la prevención y dar más protagonismo y más valor a la experiencia directa de las trabajadoras. Otro aspecto importante es el trabajo confederal porque si se trabaja sector por sector se pierde mucha información y no se podrá intervenir en las pequeñas empresas o en sectores informales con alta precariedad.

    También es fundamental el papel institucional de los sindicatos, en pelear para que haya más indicadores y más estudios de investigación relacionados con la dimensión de género que ayuden a resolver el porqué de los datos.

    Y, por último, me parece esencial crear redes entre delegadas y delegados de prevención porque al final las ideas más ricas surgen de las prácticas diarias, que muchas veces son ignoradas. A través de estas redes, se pueden conocer experiencias que sirven para otros casos, en esto CCOO tiene mucha experiencia.

    Carmen Mancheño (@carmenmanche) es médica, Máster en Prevención de Riesgos Laborales y coordinadora de la Secretaría Confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medio Ambiental de CCOO.

    Revista Trabajadora, n. 79 (julio de 2023).