EL ESCANDALOSO caso Rubiales, que aconteció este verano, permite comprobar las dificultades que algunos hombres tienen aún para entender el consentimiento por parte de las mujeres. Pero también mostró el apoyo que este tipo de infracciones laborales y/o delitos sigue teniendo en la sociedad. Un abuso televisado llegó a ser puesto en cuestión y a responsabilizar a la jugadora del mismo. Si esto ocurre ante unos hechos que acontecieron ante los ojos de todo el mundo, puede deducirse (como sucede) lo difícil que es demostrar un acoso sexual cuando de la única prueba existente son las palabra de víctima y victimario, teniendo en cuenta que, como se ha demostrado en el caso de la violencia de género por parte de la pareja, a las mujeres no se les cree y que, además, en bastantes ocasiones el acosador es un superior jerárquico. Situación ésta que le otorga no solo más poder, sino también mayor prestigio social. Por tanto, y en la medida que de este tipo de delito se culpabiliza a la víctima, no es fácil denunciar este tipo de situaciones. El acoso sexual es un delito oculto y ocultado a pesar de que hay protocolos de prevención y actuación negociados con la Representación Legal de las Personas Trabajadoras (RLPT) en las empresas, pero se denuncia poco y aún se ganan menos sentencias en los tribunales cuando se sabe que el caso Rubiales, como el caso Weinstein (1)y otros acontecidos desde el mediático de Nevenka Fernández (2) hace veinte años no son casos aislados.

La Macroencuesta de Violencia de Género de 2019 indica que del total de mujeres de 16 o más años residentes en España, el 40,4% ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida. Son más de ocho millones de mujeres, de las que el 17,3%, más de 1,4 millones, señalan a alguien del trabajo como agresor (un 6,5% a su jefe) y una de cada cinco han sufrido acoso en el centro de trabajo. Ante estos hechos y entendiendo que se trata de una asunto sindical descrito así por la OIT en su convenio 190, el Estatuto de los Trabajadores (artículos 4.2 y 54.2), el artículo 8.13 del Texto Refundido de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social y el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, además de en el Ley 3/2007 de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y la Ley 10/2022, de Garantía Integral de la Libertad Sexual, CCOO asumió su competencia sindical no solo mediante la información, formación y denuncia cotidiana sobre el acoso sexual y por razón de sexo, sino ofreciendo un nuevo servicio, el Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo.

Con ello el sindicato asume su compromiso en la lucha contra la violencia y se centra en su ámbito competencial, el laboral, y en este sentido no solo amplifica la actuación feminista en el intento de acabar con las violencias contra las mujeres sino que se coloca como sujeto activo y asume la tarea de denunciar el acoso. Si las víctimas no pueden, nosotras y nosotros, como sindicato, #VamosaAContarlo y a hacerlo constantemente. No se trata solo de hacer campaña contra el acoso el 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, sino hacerlo todo el año.

El Observatorio de acoso sexual y por razón de sexo se presentó públicamente en el entorno del 25 de Noviembre de 2022 y se desarrolla desde la Confederación Sindical de CCOO, a través de la Secretaría de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo.

Epistemológicamente la propuesta partía de la utilización de trabajar bajo la perspectiva de género realizando una sociología aplicada para primero prevenir, pero también denunciar con un mayor conocimiento, los acosos sexistas. La falta de concienciación sobre estos tipos de violencias de género exigía un esfuerzo específico primero de visibilización, en segundo lugar de concienciación y en tercer lugar de denuncia. Para tener un mayor y menor conocimiento cuenta con un equipo de expertas que permita conseguir este objetivo. Una red de expertas donde participan juristas, académicas, de organismos institucionales, sindicalistas, etc. que, desde su creación, está profundizando en el conocimiento de las causas, las manifestaciones y la respuesta sindical, jurídica o/y institucional ante los acosos, así como el proceso de obtención de datos e indicadores mediante sesiones monográficas.

Este servicio es una iniciativa pionera que está sirviendo para la visibilización, concienciación, formación, acompañamiento y orientación en materia de acoso sexual y por razón de sexo.

Formar, acompañar y orientar

LA VISIBILIZACIÓN se ha realizado a través de la página web https://observatorioacoso.ccoo.es/; que tuvo una magnífica acogida mediante una buena presentación pública el día 10 de noviembre de 2022 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (con 86 personas presencialmente y 690 on-line), y una excelente difusión en medios, mediante los recursos sindicales propios, concretada en 257 artículos en prensa, en medios con una audiencia grande y en las redes sociales. En Twitter participaron 1.001 personas con poco más de 2.000 tuits. Esta tarea de visibilizar este tipo de violencia contra las mujeres se ha seguido produciendo mediante las redes sociales, puesto que siempre se ha producido una noticia relativa y/o relacionada con el acoso sexual o el acoso por razón de sexo se ha posteado con el enlace a la página, ofreciendo el observatorio una propuesta de solución y/o salida a estas infracciones y/o delitos.

Lo mismo sucede con las menciones en prensa. El acoso sexual ha estado muy presente en el discurso púbico y publicado de modo que las profesionales de los medios han buscado información en la Secretaría Confederal de las Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo al contar con el único observatorio existente sobre la materia. El observatorio se ha convertido en fuente de información. Como dato sobre la utilización de la página, se comprueba una evolución creciente del número de visitas, lo que se vio reforzado este verano con motivo del caso Rubiales. Así, de julio de 2023 a septiembre de este mismo año, las visitas a la web se doblaron, pasando de una media de 6 a 12 diarias. Cada mes se producen además entre 45 y 50 descargas de los documentos disponibles. También ha sido solicitada su información por parte de organizaciones como Jueces y Juezas para la Democracia por la fiabilidad de sus datos.

Asimismo, la propia existencia del observatorio ha supuesto un ejercicio de concienciación social ya que ha institucionalizado y reconocido este tipo de violencia como una más de las violencias machistas, pero también desde el mismo se han desarrollado actividades destinadas a la sensibilización y concienciación social, con especial incidencia en delegadas y delegados sindicales. En la página web figuran algunas de las últimas campañas sindicales realizadas para poder ser utilizadas por parte del conjunto del activo sindical ya que, a diferencia de lo que sucede con la violencia de género -que padecen las mujeres en sus hogares por parte de hombres con quien tienen o han tenido una relación afectiva- este tipo de violencia machista que sufren las mujeres en los centros o con relación al trabajo no existe la suficiente concienciación social.

El observatorio es proactivo y trabaja desde la prevención. Esto implica que los protocolos han de diseñarse con medidas preventivas, como muestra el modelo que se describe en la página web. Se trata de que todo el activo sindical sirva como cordón preventivo del acoso, denunciando y acompañando a las víctimas cuando éste se produzca.

Uno de los métodos más eficaces de concienciación es la formación ya que se han naturalizado determinados comportamientos poco respetuosos de los hombres hacia las mujeres. Metodológicamente se trabaja desde la prevención. Se trata de que todo el activo sindical sirva como cordón preventivo del acoso, denuncia y acompañamiento cuando éste se produzca; para ello, desde las diferentes estructuras de CCOO, se realizan cursos sobre acoso sexual y por razón de sexo específicos y diferenciados de los de acoso laboral, durante todo el año, pero es importante que tanto el activo sindical, como el conjunto de la ciudadanía conozca por qué razón se está ante una violencia que reciben las mujeres por el hecho de ser mujeres e identifique claramente estos comportamientos y que no se limite a pensar que solo son acosos los físicos porque son los que mejor se identifican. Además de éstos hay conductas verbales- como comentarios sobre la apariencia física, la edad, la vida privada, comentarios con connotación sexual, proposiciones con connotaciones sexuales, invitaciones sociales reiterativas, etc.- y conductas no verbales -como exhibición de material sexualmente explícito o sugestivo, fotos, mensajes, correos electrónicos etc. con contenido de naturaleza sexual indeseada, miradas libidinosas, gestos sexuales, etc- que la población debe identificar como tales. Para ello, en la página web del observatorio se ofrecen tres módulos formativos sencillos que pueden ser autoadministrados que posibilitan a toda la ciudadanía lograr esta identificación. Lo que también puede complementarse con una serie de respuestas a preguntas frecuentes tanto sobre el acoso sexual y por razón de sexo, como del ciberacoso y la protección de datos.

Pero no solo se trata de informar y formar para transformar la sociedad y colaborar en la reducción de la violencia y logra la igualdad real de mujeres y hombres, también se pretende ofrecer un espacio (espacio, puerta, ventana, o como se quiera denominar) a lastrabajadoras para denunciar este tipo de violencia machista y hacerles sentir que alguien las escucha, refuerza y orienta sobre cómo actuar en un entorno seguro y con opción de salida rápida. El observatorio cuenta con un pequeño formulario mediante el cual se puede entrar en contacto con el equipo de profesionales que lo componen. A través del mismo se han presentado sesenta personas con diferentes perfiles, desde delegadas y delegados sindicales, a juristas, investigadores e investigadoras y, sobre todo, víctimas. Aunque también han entrado consultas desde lugares tan lejanos como México, Argentina o Chile.

Atención a múltiples perfiles

LA WEB del observatorio es una ventana abierta a toda la población y de modo especial a aquellas mujeres que trabajan solas, como las empleadas de hogar o las de ayuda a domicilio. Se ha dotado a la ciudadanía de información necesaria a través del repositorio web que realiza una labor documental de búsqueda de la legislación, los estudios, los protocolos, buenas prácticas y enlaces de instituciones sobre el acoso sexual y por razón de sexo que se consideran de interés.

La web es una puerta de entrada a los servicios de orientación, apoyo y acompañamiento a cualquier persona que necesite esta atención en materia de acoso sexual y por razón de sexo: víctimas, sindicalistas, investigadores, juristas, terapeutas, etc.

El balance a un año de funcionamiento es muy positivo. El observatorio está sirviendo para cubrir una necesidad que sindicalmente existía. Se desarrolla bajo el principio de transversalizar la preocupación ante el acoso y trabajar colaborativamente con toda la estructura sindical en luchar contra el mismo. Este tipo de herramientas está permitiendo ayudar a la representación de las personas trabajadoras a diseñar y negociar protocolos con menor esfuerzo. La posible descarga de la página web de un modelo de protocolo, que debe ser ajustado a los diferentes contextos, es una herramienta al servicio de las personas negociadoras a las que se redirige cada vez que las y los delegados sindicales solicitan asesoramiento en materia de elaboración de protocolos e incluso se constata su uso al recibir algún mensaje comunicando la utilización y uso del mismo.

El acoso sexual o por razón de sexo en el ámbito laboral es una forma de violencia machista que requiere un compromiso firme y una intervención sindical eficaz para erradicarlo, por ello la representación legal de las personas trabajadoras han solicitado información de cómo actuar si ven un acoso o si se les solicita su actuación. El mayor porcentaje de consultas recibidas durante este año provenía de delegadas y delegados solicitando información y orientación sobre acoso sexual. Las consultas en materia de acoso por razón de sexo han sido mucho menos frecuentes.

Contactar con una representante sindical para hablar de la situación supone ya un gran paso, más aún si se tiene en cuenta que quienes sufren o han sufrido acoso suelen experimentar diversas emociones intensas (tristeza, ira, vergüenza, culpa, miedo…) que pueden acompañarse también de dudas sobre lo que está sucediendo e incertidumbres sobre cómo afrontarlo. Es fundamental por tanto, desde el primer contacto, construir un espacio seguro y a la altura de la confianza que esa persona está depositando en su representante sindical.

También el observatorio ha servido para orientar la actuación jurídica de algunas de las delegadas, como instructoras, en la investigación de una denuncia. La colaboración en este caso con la coordinación de los Gabinetes Jurídicos de CCOO ha sido vital.

Además de la información ya existente, la página presenta guías de actuación sindical, así como las nuevas aportaciones científicas que pueden servir a docentes e investigadores. En este sentido, por ejemplo, ha servido para mostrar la reciente publicación del Estudio acoso sexual en el sector de ayuda a domicilio de Castilla La Mancha (2022) o las últimas investigaciones de la OIT sobre El acoso sexual en el mundo del trabajo (2022), poniéndolos al servicio de toda la ciudadanía.

La carencia de datos respecto al acoso sexual y por razón de sexo ha llevado a la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO a solicitar la inclusión de indicadores sobre esta infracción /o delito en las reuniones mantenidas con el Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer o la Inspección de Trabajo, tarea en la que se han obtenidos resultados desiguales. De momento, ya existe el dato de las actuaciones y las sanciones de Inspección de Trabajo en materia de acoso sexual, respecto al protocolo contra el acoso y en acoso por razón de sexo.

Curiosamente los primeros mensajes ante la apertura del observatorio fueron de estudiantes y profesionales, en especial terapeutas, sin embargo, a medida que ha pasado el tiempo, son las propias víctimas quienes más escriben.

A lo largo del año desde el observatorio se ha atendido a presuntas víctimas provenientes de diferentes ámbitos. Nada más crearse, se atendió a una profesional de los medios de comunicación que relataba un acoso por razón de sexo. Esta forma de acoso ha sido objeto de consultas de las que no siempre se ha conocido el resultado final. De otras sí se sabe, por ejemplo, se logró que un capitán, que ejercía acoso por razón de sexo a varias mujeres de una tripulación, no se embarcara y que la empresa contratante no lo volviera a contratar. También se orientó a una trabajadora despedida, de una pequeña empresa, tras denunciar acoso por razón de sexo, de modo que pudiese llegar a un acuerdo más favorable.

Mayoritariamente las víctimas de acoso sexual pertenecen al sector servicios, aunque también han solicitado información empleadas de hogar o trabajadoras de residencias, en las que la relación con los acosadores se complica, unas veces porque el acoso se produce en la propia casa y, en otros, por la propia situación de vulnerabilidad de los acosadores. En cuanto al sector servicios las empleadas en hoteles o lugares de restauración ha sido la más abundante. Lo que no implica que no hayan solicitado orientación periodistas, contables, cuidadoras, almaceneras, etc. En todos estos casos, la escucha y la orientación ha sido muy importante porque el silencio es el que domina en los casos de acoso.

El miedo, entre otros temores, al despido y la vergüenza dificultan la solicitud de ayuda. Sabiendo que se produce esta situación en la página web se ofrecen una serie de consejos que todas las personas deberían conocer y que reproducimos en este informe.

Begoña Marugán (@Begoa46) es socióloga y adjunta a la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO.

Revista Trabajadora, n. 80 (noviembre de 2023).

(1) Megan Twohey y Jodi Kantor, reporteras del New York Times, revelaron los casos de abuso del productor cinematográfico Weinstein hacia actrices y trabajadoras de Hollywood, su artículo desencadenó el movimiento #MeToo.

(2) El caso Nevenka vino a explicar a muchas mujeres que frente al acoso sexual no había nada que hacer, excepto callar o desaparecer forzosamente.

¿Qué hacer si eres víctima de acoso sexual o por razón de sexo?

Al objeto de que el mayor número de personas conozca qué hacer en caso de acoso se reproducen aquí las orientaciones que se ofrecen en la propia página web del Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo.

- En la medida de lo posible, no estés sola, somos red

Quienes sufren o han sufrido acoso suelen experimentar diversas emociones intensas (tristeza, ira, vergüenza, culpa, miedo…) que pueden acompañarse también de dudas sobre lo que está sucediendo e incertidumbres sobre cómo afrontarlo. Son reacciones características ante situaciones de abuso de poder. El acoso también puede traer consigo cierto aislamiento, ya sea por parte de un entorno poco comprensivo y solidario, como por la propia situación de vulnerabilidad en que se encuentra quien lo sufre.

Por todo ello, hablar con personas de confianza puede contribuir a afrontarlo en mejores condiciones, a “pensar en alto” y a tener una red en la que apoyarte cuando necesites (por ejemplo, para que te acompañe a alguna reunión o entrevista, si es preciso, o simplemente para pasear). Puede ser algún/a compañero/a de trabajo, familiares, amistades…; luego podrás incorporar a ella a personas que puedas conocer después (en el sindicato, en organismos de igualdad…).

- Llevar un diario puede ayudar a dejar constancia de lo sucedido

Aunque no tengas claro aún qué quieres hacer ni cómo, intenta recomponer con todos los detalles posibles lo sucedido (tómate el tiempo que necesites, pues no es una tarea muy agradable) y toma nota de todo lo que suceda a partir de ese momento: qué pasó, cuándo (día y hora), dónde estabais, quién más estaba presente…

Registrar minuciosamente todo te ayudará a recordarlo y a dejar constancia de todos los datos si en algún momento hubiera que utilizarlos. Puedes hacerlo en un documento digital o en papel, lo que te resulte más cómodo y te sirva en la medida de lo posible también para soltar parte de la angustia que la situación te está generando y no quedártela dentro.

Por todo ello, hablar con personas de confianza puede contribuir a afrontarlo en mejores condiciones, a “pensar en alto” y a tener una red en la que apoyarte cuando necesites (por ejemplo, para que te acompañe a alguna reunión o entrevista, si es preciso, o simplemente para pasear). Puede ser algún/a compañero/a de trabajo, familiares, amistades…; luego podrás incorporar a ella a personas que puedas conocer después (en el sindicato, en organismos de igualdad…).

- Pruebas, pruebas, pruebas

Uno de los rasgos del acoso sexual y del acoso por razón de sexo, como de otras formas de violencia machista, es que suelen producirse en ausencia de testigos. Sea como sea, y aunque aún no sepas qué quieres hacer, ni cómo, es importante guardar cualquier prueba de lo sucedido (correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, documentos…) por si pudieras necesitarlo en el futuro.

Si puedes, apunta siempre la fecha y el contexto de cada documento o archivo; también puedes irlos numerando e identificarlos en el diario para localizarlos más fácilmente en caso de necesitarlos. No guardes esos archivos en equipos, dispositivos, ni alojamiento en la “nube” del trabajo (Drive, Dropbox, etc.), ni en el móvil, pues podrían perderse o llegar a manos no deseadas. Puedes utilizar un pendrive, imprimirlos y guardarlos en papel y/o utilizar un alojamiento digital que no sea accesible para tu empresa o institución.

También es recomendable acudir al médico/a de cabecera para dejar constancia en la historia clínica de las repercusiones psíquicas o físicas (si las hubiera) que se derivan de la situación de acoso y/o para justificar posibles ausencias del trabajo como consecuencia del acoso sufrido.

- Asesoramiento especializado

Sufrir una situación de acoso puede resultar agotador. Valorar qué hacer, cuándo, cómo y con quién también. Un asesoramiento especializado puede ayudarte a identificar posibilidades y a tomar decisiones. Contar con una red de apoyo puede ayudar en la búsqueda compartida de información; y tener todo registrado en un diario puede ser útil para no tener que relatar una y otra vez la situación vivida.

Si hay Comité de empresa, puedes ponerte en contacto con la persona de CCOO con quien más confianza tengas para recabar información (por ejemplo sobre si tu empresa y/o administración cuenta con un Protocolo de actuación frente al acoso) y para que te acompañe en el proceso en tus decisiones y necesidades. También puedes contactar con la secretaría de la Mujer de tu zona o con el local de CCOO más cercano para que te asesoren sobre tus derechos. Así mismo, en muchos recursos municipales de Igualdad podrás tener acceso a otros servicios (asesoría jurídica, apoyo psicológico, grupos de ayuda mutua, etc.) que puedes encontrar en la sección Recursos.