Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 abril 2024.

13ª CONFERENCIA MINISTERIAL de la OMC

La OMC fracasa de nuevo pero sus miembros quieren que siga existiendo

  • Javier Doz, representante de CCOO en el CESE y miembro de la delegación de la UE, nos cuenta en esta crónica lo más relevante de la Conferencia

La 13ª Conferencia Ministerial de la OMC se celebró en Abu Dabi, entre el 26 de febrero y el 1 de marzo. Concluyó con un solo acuerdo: prorrogar por dos años el arancel cero del comercio electrónico. Fracasó en pesca, agricultura, reforma interna y todo lo demás, pero todos sus miembros manifestaron su voluntad de seguir negociando una amplia agenda, lo que, en un marco geopolítico lleno de tensiones, riesgos, nacionalismos y guerras, es algo mínimamente positivo. 

06/03/2024.
Delegación sindical en la 13ª CM de la OMC (CSI y Grupo Trabajadores CESE)

Delegación sindical en la 13ª CM de la OMC (CSI y Grupo Trabajadores CESE)

La Conferencia se prolongó un día más de lo previsto por la firme voluntad de su directora general, la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, de evitar el fracaso total que hubiera supuesto terminar sin ni siquiera una declaración final consensuada. Participé en la Conferencia dentro de la Delegación del Comité Económico y Social Europeo (CESE), que formaba parte de la Delegación de la UE, y en la de la Confederación Sindical Internacional (CSI). Asistieron nueve sindicalistas. Las centrales sindicales representadas fueron, además de CCOO: CUT (Brasil), COSATU, DGB, CGIL y las LO de Noruega y Dinamarca. Por la CSI estuvo presente su secretario general, Luc Triangle.

Entre delegados e invitados superaron la cifra de 2.500 personas de 175 países. Las delegaciones nacionales estaban encabezadas por los ministros de comercio. La OMC tiene 166 miembros; otros 23 Estados y 8 organizaciones internacionales son observadores. La UE es miembro de pleno derecho y tiene los 27 votos, todos los de sus Estados miembros, dado que el comercio internacional es su competencia exclusiva. En las votaciones de la OMC todas las delegaciones nacionales tienen un voto, sean las de EEUU o de Timor Oriental, y los acuerdos se toman por unanimidad. Éste es, sin duda, uno de los problemas de su funcionamiento.

La delegación de la CSI organizó dos paneles de debate: uno sobre el trabajo en las plataformas digitales, en el que Luc Triangle mencionó como modelo a seguir para su regulación la “ley española de riders”; y otro sobre las relaciones entre comercio y trabajo. Este último tuvo un nivel muy alto: participaron el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, la representante del Comercio de los EEUU, Katherine Tai, y del ministro de Industria y Comercio de Sudáfrica, Ebrahim Patel. Los tres acogieron con simpatía la propuesta de la CSI para la CM13: crear una task force en la OMC sobre “comercio y derechos laborales”. China y la India, entre otros, impidieron su aprobación.

La delegación del CESE tuvo su propia agenda, con reuniones con responsables de la OMC, el Banco Mundial y la FAO, además de con miembros de las delegaciones nacionales europeas, y participó en las reuniones informativas diarias de la Comisión Europea.

La OMC aprobó, en 2001, la llamada Ronda de Doha, con una ambiciosa agenda para renovar todos los capítulos del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés, 1994). Casi 24 años después, la Agenda de Doha sólo ha producido dos acuerdos parciales: el de Facilitación de las Inversiones, que sólo trata sobre la incentivación de las inversiones extranjeras en los países en vías de desarrollo; y el de Limitación de las Subvenciones a la Pesca – parte 1, aprobado en 2022, y pendiente de que lo ratifiquen 120 Estados, y que sólo prohíbe las subvenciones para las actividades pesqueras ilegales o gravemente dañinas. Además, la CM12 aprobó que por dos años el comercio electrónico no tuviera aranceles.

El mayor ataque a la OMC lo recibió de los EE UU durante el gobierno de Donald Trump, que bloqueó el funcionamiento de su Órgano de Solución de Diferencias (OSD), instrumento clave que da a la OMC un poder que no tienen otras organizaciones internacionales: sus sentencias pueden conllevar sanciones económicas y obligar a los países a cambiar su legislación comercial. ¿Cómo lo hizo? Impidiendo que se nombraran nuevos jueces para su instancia de apelación hasta dejarla sin quórum. El gobierno de Biden lo sigue bloqueando.

Inconclusiones y reflexiones de la CM-13

Los objetivos “realistas” de la CM13 incluían cerrar el Acuerdo de Pesca – parte 2, para limitar las subvenciones dentro y fuera de las 200 millas de aguas territoriales, un acuerdo sobre la agenda de las negociaciones futuras en agricultura, y avanzar en los contenidos del acuerdo sobre comercio electrónico y en la solución al bloqueo del OSD. Nada de eso ha sido posible, sólo se ha prorrogado por otros dos años la moratoria arancelaria del e-commerce. El liderazgo del campo proteccionista lo ha ejercido el ministro de Comercio de la India, Pryush Goyal, el principal protagonista de la Conferencia. China, que no está en ese campo, dejó su aportación contra los derechos laborales, al negarse a que para subvencionar la pesca hubiera que cumplir el Convenio de la OIT sobre trabajo forzoso.

El acuerdo de la Ronda Uruguay del GATT se negoció en ocho años, en pleno apogeo del modelo neoliberal de globalización. La ronda de Doha no ha progresado en 24 porque el siglo XXI está siendo el del ascenso del nacionalismo, incluidas sus peores variantes, y del proteccionismo comercial. Los conflictos y riesgos geopolíticos van in crescendo y la OMC vive la absoluta paradoja de intentar acordar con mucho esfuerzo pequeñas regulaciones comerciales mientras dos de sus miembros más importantes -Rusia y Ucrania- están en guerra, Rusia se ha saltado todas las normas de la ONU y la OMC, y las sanciones de los países occidentales todas las de la OMC. En este marco geopolítico, ¿a qué tipo de acuerdos multilaterales se puede llegar?

Termino con una reflexión de signo positivo: por el momento nadie se quiere ir de la OMC y todos expresan la voluntad de seguir negociando. Esto ya es algo en el panorama mundial tan oscuro que nos está tocando vivir. Lo peor que nos podría pasar es que se repitiera una quiebra como la que tuvo la Sociedad de Naciones en los años 30 del siglo pasado, antesala de la 2ª Guerra Mundial.