Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

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Mensaje de Unai Sordo a la afiliación

20/01/2021

Estimada compañera, estimado compañero:

Hemos dejado atrás un año 2020 que nunca olvidaremos. La pandemia de la COVID-19 ha sido la mayor crisis sanitaria que ha vivido España y buena parte del mundo en el último siglo. Y la crisis económica provocada por ella tampoco tiene precedente.

Hay que recordar, una vez más, a las personas fallecidas en este año y apostar porque la vacuna, que empieza a extenderse por nuestro país, nos lleve a controlar la pandemia y a recuperar cierta normalidad en nuestra vida y en nuestro trabajo.

Ha sido un año para poner en valor el papel de los servicios públicos en la tarea de garantizar la igualdad de la población en el acceso a los derechos de ciudadanía. También de denunciar los recortes que se han producido durante demasiado tiempo, y que en oca siones hacen que la calidad de esos servicios públicos se haya resentido notablemente.

Las crisis -y esta más que ninguna- son muy duras, pero sirven para poner en valor lo esencial. Las trabajadoras y trabajadores hemos demostrado que cuando las cosas se ponen mal somos quienes sacamos adelante el país con nuestro trabajo, muchas veces precario y mal retribuido.

Pero es hora de mirar al 2021. Un año que va a seguir siendo complicado, pero en el que hay que recuperar buena parte de lo que se llevó 2020.

Los puestos de trabajo en primer lugar. Gracias a medidas como los ERTE (pactados en el marco del diálogo social) el empleo ha caído en España mucho menos que la economía. Y esto es la primera vez que ocurre. Pero, aun así, necesitamos que se recuperen miles d e puestos de trabajo porque no se puede asumir un 17% de desempleo.

Necesitamos empleos de calidad. La precariedad, los bajos salarios, la contratación temporal, siguen siendo realidades demasiado comunes que hay que combatir.

Hay que reducir la desigualdad y la pobreza, a través de la subida de los salarios -sobre todo los más bajos-, y con prestaciones sociales que eviten la exclusión social que aún pervive en nuestro país.

Para todo ello, la fuerza de CCOO debe ser determinante. La llegada de importantes fondos económicos europeos debe impulsar el crecimiento de la economía cuando se reduzca el impacto de la COVID. Pero ese crecimiento no debe quedarse en la cuenta de resultados de las empresas. Debe filtrarse a la mayoría social, a la clase trabajadora.

En ese empeño, tenemos que revertir las reformas que se hicieron en la anterior crisis. Reformas como la laboral, la de pensiones o la del desempleo (parcialmente corregida en los ERTE). Queremos recuperar la agenda social que quedó interrumpida en marzo, porque esta crisis no la puede pagar la mayoría social.

CCOO es la mejor herramienta de las y los trabajadores, y así lo habéis reconocido con el resultado de las elecciones sindicales. Las hemos ganado con más de 93.000 delegadas y delegados sindicales elegidos en las empresas. En un año tan difícil hemos conseguido incrementar la afiliación, especialmente de mujeres, hasta superar las 975.000 personas . Esta es la garantía de la autonomía y la solidez de una organización sindical como CCOO, que financia su actividad en más de un 80% con recursos propios -sobre todo con las cuotas de afiliación-.

El año que se ha iniciado no será sencillo. Pero tenemos retos sindicales bien identificados en materias como la negociación colectiva, el diálogo social y la pugna por construir una sociedad más justa. Un año también en el que afrontaremos nuestro congreso, al que os animo a participar, en un gran proceso democrático que concluirá en el mes de octubre.

En nombre de la Comisión Ejecutiva Confederal, de nuestras organizaciones territoriales y federales, y en el mío propio, un abrazo fraternal y mucho ánimo para este año. Después de resistir en 2020, toca recuperar. A por ello.