Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 25 abril 2024.

La emigración no debe implicar trabajar con menos derechos

    La revista Carta de España, editada por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con el fin de acercar la Administración Pública al numeroso colectivo de españoles residentes en el exterior, publicó en diciembre una entrevista a Lola Santillana, secretaria confederal de empleo y cualificación profesional de CCOO, sobre la emigración española.

    30/11/-0001.
    Lola Santillana

    Lola Santillana

    Recién llegada a la Secretaría de Migra­ciones ¿Qué objetivos se plantea?

    Mi objetivo es que los hombres y mu­jeres que están en la emigración en el extranjero puedan ejercer los derechos que las leyes les reconocen en España. Actualmente esto no sucede, y lo para­dójico es que el motivo no está en la dis­tancia física sino en las políticas que los sucesivos gobiernos han aplicado en Es­paña. Mi segundo objetivo es que CCOO sea un referente para la emigración. En especial, para quienes recientemente han salido a trabajar al extranjero. Si se emigra debe hacerse con derechos la­borales y garantías jurídicas

    ¿Qué propuestas mantienen con respecto a la reciente emigración hacia países europeos?

    Mi propuesta es idéntica para el con­junto de las personas emigradas, con independencia del país al que emigran o en el que se residen. La emigración no debe implicar trabajar con menos dere­chos que los trabajadores y trabajadoras del país de destino. Es un principio de partida, en un mundo globalizado como el actual, que quizás exija un cambio cultural. Así es porque cualquier per­sona, a lo largo de su vida profesional, puede experimentar la emigración, en mayor medida que en el pasado. Ello requiere contar con un instrumento legal que proteja a los trabajadores y trabaja­doras emigrantes. Esa norma ya existe, es la “Convención Internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familias” (Resolución de la ONU 45/148 de 18 de diciembre de 1990). Entró en vigor en 2003, pero debemos conseguir que sea ratificada por los Estados.

    ¿Recaban estos nuevos emigrantes in­formación a su sindicato?

    CCOO es una organización muy grande, con una estructura territorial y sectorial diversificada, de modo que la emigración recibe atención y respuesta a su proble­mática, en función de dicha estructura orgánica. Esto puede generar una sen­sación difusa a las personas emigran­tes, pero permite, a la vez, una respuesta más especializada, que tiene en cuanta la naturaleza de sus problemas y de los sujetos que realizan las consultas. No es lo mismo la temática que afectan a las personas emigradas en edad de trabajar que las personas emigrantes o retornadas que están jubiladas. En algunas comu­nidades autónomas contamos además con una estructura específica, los CITES, que desarrollan programas destinados a las personas emigrantes. Algunos de ellos editan boletines de información para las personas emigradas. Se trata de materiales que están destinados a las personas emigrantes o para quienes pre­tenden marcharse a trabajar al extranjero, como son por ejemplo las guías para ir a la vendimia en Francia, de la Federación de Industria.

    ¿Cree que los nuevos emigrantes espa­ñoles salen con suficiente información hacia trabajos en otro país?

    La información es uno de los principa­les problemas a los que se enfrentan los emigrantes. Existe desinformación sobre la cultura laboral del país de emigración, pero también sobre los derechos que los trabajadores y trabajadoras mantienen y pierden al marcharse de España. Creo que la información afecta además a los programas que se destinan a la emigra­ción desde las distintas administraciones públicas. A pesar de nuestra petición rei­terada, no se incluyen informaciones en las páginas web de las consejerías de empleo y seguridad social de los dife­rentes países, sobre las organizaciones sindicales de los países de acogida. Por último, el propio Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior pasa desapercibido para la inmensa mayoría de las personas emigradas al extranjero. Por lo que respecta a España, hay des­información sobre lo que le ocurre a la emigración.

    ¿Tienen noticia de abusos de tipo labo­ral hacia los españoles recientemente emigrados?

    En la última campaña de la vendimia a Francia un colectivo de trabajadores de la provincia de Jaén se vio envuelto en un engaño. Se le pedía que entregase un dinero para que se les gestionase un puesto de trabajo. Aunque la vendimia a Francia es una campaña agrícola que cuenta con una larga tradición en Espa­ña, se producen estas situaciones de abuso y engaño. La intervención de la Federación de Industria de CCOO evitó la indefensión de los trabajadores. Igual­mente, hace algunos meses describía­mos a través en un estudio, editado por el Centro de Documentación de las Mi­graciones de la Fundación 1º de Mayo, la explotación que sufrían en Holanda los trabajadores que eran contratados en el sector de logística. La prensa nacional se hizo amplio eco de dichas condiciones. Recientemente, hemos tenido noticias de que una iniciativa empresarial de españoles en Inglaterra estaba otor­gando un trato laboral desaprensivo e inadecuado a trabajadores inmigrantes en aquel país, lo que no contribuye a difundir una idea positiva de la cultura del trabajo en España.

    ¿Cuál es su postura ante las iniciativas del Consejo sobre el voto rogado y la nacionalidad?

    La posición de CCOO es la misma desde hace años y la hemos manifestado en reiteradas ocasiones. Queremos citar el Comunicado de la Secretaría de Ac­ción Sindical: “CCOO por la derogación del voto rogado” del 14 de diciembre de 2015. En él planteábamos que no ha de penalizarse a las personas emigradas exigiéndoles requisitos que no se piden al resto, como es solicitar a la autori­dad electoral que les sea concedido el derecho al voto. En segundo lugar, de­nunciábamos que el argumento de que existe fraude no justifica la supresión de un derecho, sino que, en todo caso, debe actuarse sobre el supuesto fraude. En tercer lugar, CCOO señalaba la caída brutal de la participación electoral de las personas emigrantes en las elecciones, del 35 al 5 %, a partir de la reforma de la LOREG en 2011.

    ¿Cómo valoran la situación de los resi­dentes españoles en el Reino Unido ante el Brexit?

    La hipotética exigencia de autorización de residencia y/o trabajo tras la efectiva implantación del Brexit es una fuente de ansiedad en el colectivo de residentes comunitarios en el Reino Unido. Es preo­cupante, en especial, la situación de los residentes españoles que llevan muchos años en Reino Unido. No obstante también inquieta el régimen que regulará, a partir del Brexit, la circulación, la residencia y el trabajo de los futuros emigrantes. A España le afecta también cómo se re­gule la circulación –y en su caso, la re­sidencia y el trabajo– de los ciudadanos y ciudadanas de ambos entornos. Debe contemplarse la importante colonia de españoles y españolas en el Reino Unido, de difícil cuantificación, y que ha crecido, de manera exponencial tras la crisis de 2007, pero también, la numerosa colonia de británicos y británicas que viven en España.