Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

Un futuro incierto para la Unión Europea tras las elecciones al Parlamento Europeo

    Los resultados de las elecciones europeas suponen una pérdida de escaños de los dos partidos que hasta ahora siempre habían copado más del 50% de la eurocámara. PPE y S&D son las principales fuerzas del parlamento, pero alcanzan el 44% del total perdiendo 81 escaños.

    27/05/2019.
    Logo Parlamento Europeo

    Logo Parlamento Europeo

    El PPE (Partido Popular Europeo) vence en los comicios al Parlamento Europeo con 180 escaños, seguidos por los 146 del S&D (Alianza Progresista y Socialdemócrata), los 109 de demócratas y liberales del ADLE y los Verdes con 69 eurodiputadas.

    En España, se impone el PSOE con 20 escaños de los 54 en juego, seguido por el PP con 12 y la entrada de VOX con 3 diputados.

    En sentido contrario las dos fuerzas políticas que más suben son los liberales y los verdes, lo que les llevará a jugar un papel importante en el tablero político europeos. Los liberales de ALDE, liderados por el presidente francés Macron han conseguido aumentar en 41 los escaños respecto 2014. Los Verdes han pasado de 50 a 69 escaños parlamentarios. La suma de ambos supone el 22,2% del Parlamento.

    Por su parte, la extrema derecha neofascista ha aumentado su presencia en el Parlamento Europeo gracias, fundamentalmente, a los resultados en Francia donde la Agrupación Nacional, anterior Frente Nacional de Marine Le Pen ha sido la opción más votada, de igual modo que el Partido del Brexit en el Reino Unido, la Liga de Salvini en Italia o Ley y Justica de Polonia. También ha arrasado el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orban, si bien, este sigue en el grupo del PPE (Partido Popular Europeo) en el Parlamento Europeo, aunque “suspendido” por su reiterada violación de los principios legales de la UE. Con todo su presencia, siendo cualitativamente grave, supone el 22,7% de la cámara, 171 escaños con una subida de 53.

    El partido de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) reduce su presencia hasta los 38 escaños, un 5,1%, sufriendo un retroceso de 14.

    Los resultados reflejan una traslación de lo que ha venido ocurriendo en las sucesivas elecciones nacionales. Las ciudadanas y ciudadanos europeos , en su afán por encontrar una alternativa a la dura situación que llevan años padeciendo como consecuencia de las políticas de austeridad, han dividido más su voto, optando por opciones políticas distintas. El debilitamiento de populares y socialdemócratas se traduce en una mejora de posiciones de liberales y verdes. Unido al mayor peso de partidos abiertamente eurofóbicos, en varios casos desde posiciones de extrema derecha, dibujan un parlamento fragmentado y sin las clásicas mayorías.

    Habrá que esperar cuáles son las posibilidades para la constitución del bloque de progreso que el candidato socialdemócrata, Frans Timmermans, se comprometió a liderar en caso de que consiguiera suficiente escaños y en el que incorporaría a liberales y verdes. En sus declaraciones no mencionó sus intenciones en relación al grupo de la Izquierda (GUE).

    En relación a nuestro país, los resultados confirman lo ocurrido en las legislativas de abril. El PP pierde 4 eurodiputados, el PSOE gana 6, lo que le convierte en el ganador de estas elecciones -15 años después- con 20 escaños. Unidas Podemos consigue 6, pero hay que tener en cuenta que en 2014 concurrieron separados y la suma de Podemos e IU fue 11. Ciudadanos gana 5 escaños.

    Por su parte, VOX consigue entrar en el Parlamento Europeo con 3 eurodiputados, bastante por debajo de sus expectativas y de lo que auguraban los resultados de las pasadas elecciones legislativas. Además, se mantiene la incógnita sobre el futuro de Ciudadanos en Europa, ya que tanto Timmermans como Macron, excluían a la formación naranja del cualquier alianza por su relación con la extrema derecha de VOX.

    Con estos resultados, el PSOE refuerza su poder en Europa y se convierte en el líder de los socialdemócratas en la euro cámara. En España se da una paradoja incomprensible en Europa. Mientras en Bruselas los proyectos de liderazgo del parlamento buscan el aislamiento de los grupos de la extrema derecha eurofóbica y nacionalista, en nuestro país la primera idea expresada en la noche electoral por parte de conservadores y liberales, es normalizar los acuerdos de Gobierno con Vox.

    Estos resultados no nos permiten ser optimistas. Es deseable la consolidación de un gran bloque de progreso en torno a los socialdemócratas y liberales como planteó Timmermans, pero tal bloque sólo tendría un valor estratégico si estuviera dispuesto a revertir las políticas económicas que ha venido desarrollando la Unión Europa desde una perspectiva neoliberal, y que han arrasado con los derechos sociales y socavado el nivel de vida de las trabajadoras y trabajadores europeos. Profundizar en una construcción europea en la línea con lo que demandábamos en el último Congreso de la CES, con la idea fuerza de un contrato social europeo, es fundamental para reducir la desigualdad, las asimetrías y la pérdida de expectativas de buena parte de la ciudadanía europea y su clase trabajadora.

    Desde CCOO, exigimos que la recuperación de derechos sociales y salarios, la calidad de los servicios públicos, una política de migración humana y coherente con la legislación nacional, en definitiva, que el Modelo Social Europeo, esté en el centro de cualquier negociación encaminada al establecimiento del gobierno de la UE.