Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 8 mayo 2025.

CCOO exige la reforma del Banco de España

    El Banco de España es uno de los organismos públicos que más le ha fallado a la sociedad española en el cumplimiento de su importante misión, tanto en la crisis como en la etapa de crecimiento previa. Ahora se ha alineado con el recetario del FMI (abaratar el despido, subir el IVA y el copago en sanidad y educación), un compendio de malas ideas económicas que demuestran que esta institución ha dejado de ser funcional a los intereses de la sociedad española y necesita una profunda renovación.

    12/06/2015.

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    Fachada del Banco de España

    Fachada del Banco de España

    Durante la bonanza, el Banco de España no evitó -aunque contaba con los instrumentos y ésta es una de sus funciones básicas- que la fuerte inflación monetaria generada por la entrada de grandes cantidades de dinero barato procedentes de Europa, terminara provocando una importante burbuja de precios en el sector inmobiliario e impulsando un modelo de crecimiento insostenible, que ha dejado sobre endeudada y vulnerable a la economía española y nos ha puesto, tristemente, a la cabeza de Europa en desempleo, desigualdad y desahucios.

    En la etapa de crecimiento, no perdió ocasión para señalar el mal funcionamiento del mercado de trabajo como causa de la elevada inflación y de gran parte de los males de la economía española, a pesar de que su origen era su política de ceguera deliberada. El Banco de España parecía saberlo todo sobre lo que ocurría en el mercado de trabajo y nada sobre lo que estaba pasando en el sector financiero, que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria tuvo que ser rescatado con dinero prestado por Europa, a cambio de un duro plan de ajuste que ha significado el recorte de las prestaciones por desempleo y dependencia, de los salarios de los empleados públicos, del poder de compra de las pensiones, de la calidad y accesibilidad de la sanidad y educación públicas, así como un aumento de los despidos, de la inestabilidad del empleo y de la devaluación de la remuneración del trabajo.

    A pesar de esto, la evaluación de la mala gestión del Banco de España ha quedado invisibilizada por el bloqueo político del Partido Popular a constituir una comisión parlamentaria que esclareciera lo ocurrido y por el bloqueo de unos medios de comunicación controlados por su elevado endeudamiento bancario. Los ciudadanos irlandeses, que también sufrieron una burbuja inmobiliaria, sí han tenido, en cambio, una comisión parlamentaria muy crítica con el papel desempeñado por su banco central, al igual que los norteamericanos, cuya Comisión Nacional sobre las Causas de las Crisis Económica y Financiera desarrolló un profundo y clarificador análisis sobre lo ocurrido. La sociedad española se ha tenido que conformar con lo que se dice desde fuera, como las declaraciones del anterior presidente de la Comisión Europea, que culpó al Banco de España de la crisis por su mala supervisión. Salieron, entonces, a contestarle los portavoces de los bancos y su lobby, a cuyo frente se encuentra actualmente el antiguo Director General de Regulación del Banco de España, lo que es un síntoma más de las profundas dificultades que existen dentro del Banco para desempeñar correctamente su papel de regulador independiente.

    Durante la crisis, el Banco de España tampoco ha jugado un papel activo en la defensa del interés general y como resultado -a diferencia de lo ocurrido en otros países europeos- no se va a recuperar la mayor parte del dinero público puesto por el contribuyente para rescatar a las entidades financieras, el volumen de crédito sigue menguando y el número de entidades se ha reducido más de lo necesario, lo que anuncia servicios financieros más caros para el cliente y la aparición de bolsas de exclusión financiera. Pero estos temas no han interesado a la institución, que continúa ensimismada con el mercado de trabajo e ignora, nuevamente, lo que ocurre bajo su área de competencia directa. El Banco de España acaba de alinearse con el recetario recientemente difundido por el FMI (abaratar el despido, subir el IVA y el copago en sanidad y educación), un compendio de malas ideas económicas que, en el caso del Fondo, se puede atribuir a su objetivo de defender los intereses de los acreedores internacionales y de las élites económicas y financieras, y en el caso del Banco de España denota una institución que desde hace mucho ha dejado de ser funcional a los intereses de la sociedad española y necesita una profunda renovación.

    El Banco de España tiene una responsabilidad directa en la quiebra del sistema financiero español. La institución sigue siendo disfuncional porque una parte de los directivos responsables de la mala gestión siguen al frente, porque los mecanismos de selección de su Gobernador y cúpula directiva actuales no han cambiado y no aseguran su capacidad e independencia, y porque se necesitan nuevas normas que impidan la captación de sus directivos por el sector financiero privado.