Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 23 abril 2024.

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Entrevista/ Mayra Rodríguez: "La primera semana de la crisis fue la peor de mi vida porque tuve que dejar a mis hijos solos", de Diana García Bujarrabal

    MAYRA RODRÍGUEZ Aldaz nació hace 37 años en Ecuador, pero lleva desde los 18 trabajando en España y los últimos 8 en Espace Tecno Agrícola, una empresa del sector agroalimentario con invernaderos en Murcia. Delegada de Prevención de CCOO, ha tenido que trabajar durante toda la crisis sanitaria, soportando difíciles problemas de conciliación y unas condiciones de trabajo que el virus ha hecho aún más duras.

    10/06/2020.
    Mayra Rodríguez.

    Mayra Rodríguez.

    ¿CÓMO es el trabajo en su empresa?

    Estamos divididos en diferentes actividades, yo trabajo en un invernadero recolectando calabacín. Otros compañeros y compañeras trabajan en plataformas en lechuga y diversas hortalizas, el almacén, el viñedo... Habrá en toda la empresa unas 800 ó 900 personas. Es un trabajo súper duro, como todos los del campo. Mucho más ahora con el calor.

    ¿Cómo les afectó la crisis sanitaria?

    Al principio fue un golpe duro para todo el mundo. Sobre todo la primera y la segunda semanas... nos pusimos como locos porque no podíamos ir a trabajar con tranquilidad. También por la situación que vivíamos quienes teníamos niños en casa y no teníamos con quién dejarlos. Tuvimos que pedir permisos y excedencias por cuidados porque, si no, no había manera... Yo tengo dos niños, el grande tiene 11 años y el segundo, 2. La primera semana fue la peor de mi vida porque tuve que dejar a mis hijos solos. Lo pasé fatal porque no teníamos con quién dejarlos. Muchas compañeras dejaron de trabajar.

    ¿Cómo lo ha solucionado?

    Ahora, como mi marido dejó de trabajar y se apuntó al paro, están con él. Durante mes y medio me cogí una excedencia para cuidarlos, la primera semana les miraban los vecinos... pero no es lo mismo, estuve a cada rato con las llamadas y con las videollamadas. Lo pasé muy mal. Pero ahora están con su padre.

    ¿Hubo algún tipo de facilidad por parte de la empresa?

    La empresa nos permitió irnos y que volviéramos a trabajar cuando pasara la situación. Sí, fue un poco de apoyo. Pero, claro, esos días no los van a pagar.

    ¿Echa en falta más facilidades para conciliación?

    Sí, la verdad es que sí, si no se sabe qué va a suceder en septiembre.... a lo mejor tendría que quedarme en mi casa. Pero no sabemos.

    ¿Se establecieron medidas de prevención en su centro de trabajo tras la emergencia sanitaria?

    Sí, de hecho hubo un caso. Una compañera se contagió, pero gracias a Dios todo salió bien. No hubo más contagios y se tomaron medidas estrictas de desinfección. La verdad, no pasó a mayores.

    ¿Qué tipos de medidas de seguridad se han puesto en los invernaderos?

    Desinfección de los caminos, de las puertas y cada quien tenemos nuestra herramienta de trabajo propia que nadie debe tocar. Allí, por fortuna no se trabaja tan juntos, sino separados, así que tenemos distanciamiento. Ahora, con las mascarillas se pasa mal, no se puede respirar bien... A veces, cuando no estamos tan cerca de la gente, pues no nos las ponemos, porque nos ahogamos, no se puede. Aparte de eso, la gente igualmente va protegida con una braga o algo porque el calabacín pincha, toca ir protegidas siempre.

    ¿Tenían ya EPI antes del coronavirus?

    Sí, antes de que pasara esto y de que llegaran las mascarillas ya igual teníamos que protegernos. Nos ponemos guantes, una braga en la cara... vamos bien tapadas.

    ¿Cuáles eran las reclamaciones que tenían pendientes en la empresa antes de la llegada del COVID-19?

    Como trabajamos dentro de invernaderos pues hemos reclamado que nos arreglaran los caminos, los carritos en los que recolectamos el calabacín y cosas así para que la gente tenga menos bajas. Se han conseguido algunas, pero faltan muchas.

    ¿Sigue habiendo miedo?

    No. Ahora ya la cosa está más tranquila porque la gente nos hemos concienciado más. Hay más relajación para trabajar también, porque al principio esto era un caos.

    Diana García Bujarrabal (@Dianabujarrabal) es periodista y adjunta en la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

    Revista Trabajadora, n. 70 (junio de 2020).