Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 20 abril 2024.

CCOO reclama políticas públicas eficaces y socialmente justas ante la debilidad del consumo y la demanda interna

    “Los datos que hemos conocido reflejan un deterioro de la actividad económica y la debilidad del consumo y de la demanda interna como consecuencia de la crisis sanitaria”, ha declarado Carlos Gutiérrez, secretario de Jóvenes CCOO, quien abogó por políticas públicas en clave de justicia social que también tengan eficacia económica.

    11/09/2020.

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    El IPC ha moderado su caída anual en agosto y se sitúa en el -0,5% interanual, una décima por encima del dato de julio debido a la subida del precio de la electricidad frente al descenso del año pasado. Por su parte, la inflación subyacente -sin energía ni alimentos perecederos-, disminuye dos décimas hasta el 0,4% interanual y se sitúa en sus niveles mínimos desde 2015. “Estos datos reflejan un deterioro de la actividad económica y la debilidad del consumo y de la demanda interna como consecuencia de la crisis sanitaria”, ha declarado Carlos Gutiérrez, secretario de Jóvenes CCOO, quien abogó por políticas públicas en clave de justicia social que también tengan eficacia económica.

    En opinión de Carlos Gutiérrez, “para proteger a los trabajadores y trabajadoras deben prorrogarse los ERTE y corregirse aspectos sustanciales de la reforma laboral que hace que caigan los salarios”. Además, “se necesitan unos Presupuestos Generales del Estado expansivos”, señaló.

    CCOO es un fuerte valedor del compromiso de no dejar a nadie atrás en esta crisis y considera que hay que seguir avanzando en la adopción de medidas de protección social dirigidas a aquellos sectores de la población aún desprotegidos frente a los efectos de la crisis. Los Presupuestos Generales del Estado son el instrumento clave para consolidar políticas expansivas de protección social e inversión productiva que consoliden la mejora de nuestro modelo productivo que dé respuesta a las necesidades básicas de nuestro país.

    Los precios se mantendrán en niveles muy moderados

    La variación mensual del IPC fue del 0,0% en agosto, cuando en agosto del año pasado los precios bajaron una décima el año pasado, debido a que el efecto de las rebajas del textil se ha visto compensado por las subidas en los precios de la electricidad y el turismo en agosto. La caída interanual del IPC se modera una décima hasta el -0,5% en agosto impulsada por la subida de la electricidad, de los servicios de alojamiento y el menor descenso de los carburantes y lubricantes para el transporte personal. La debilidad de la demanda se refleja en la debilidad de la inflación, que este mes además se agrava por el descenso de la inflación subyacente hasta mínimos desde abril de 2015.

    La inflación subyacente –sin energía ni alimentos frescos- baja hasta el 0,4% anual y se sitúa 8 décimas por encima del índice general (ver gráfico #2). La baja inflación estructural es preocupante y refleja el bajo impulso de la demanda interna provocada por la insuficiente participación de las rentas del trabajo (vía empleo y salarios) en el crecimiento y el lento avance de la inversión –pública y privada- en los años anteriores, a los que ahora se añade el impacto negativo de la crisis del covid-19. Es necesario mantener el mayor empleo posible, minimizar la pérdida de puestos de trabajo y garantizar que el empleo que se genere en este contexto sea de calidad y garantizando las condiciones de salud e higiene en el trabajo.

    El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) suaviza una décima su caída y se sitúa en el -0,6% interanual en España (-1,6% mensual) y se sitúa 4 décimas por debajo de la variación en la eurozona, que soporta un fuerte descenso de seis décimas en su variación anual hasta el -0,2%. La baja inflación, lejos del objetivo del 2%, y la necesidad de sostener las economías europeas e impulsar el esfuerzo de reconstrucción van a requerir de una importante política monetaria expansiva del BCE y el uso de instrumentos no convencionales de política monetaria, así como aplicar una política presupuestaria expansiva en el conjunto de la UE que supere la austeridad, dando una respuesta colectiva y mancomunada al choque y la crisis generada por la pandemia del covid-19. Las previsiones apuntan a un impacto muy negativo durante 2020 en la mayoría de las economías, incluida la española, y una recuperación, más lenta que la caída, que llevará al PIB a crecer a partir de 2021.