Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

#Solidarity4ZimbabweWorkers

Los trabajadores de Zimbabwe no son terroristas: paguen un salario digno

  • El pasado 29 de julio de 2020, en una carta dirigida al presidente de Zimbabwe, la CSI condenaba que la central sindical Zimbabwe Congress of Trade Unions (ZCTU), así como Crisis in Zimbabwe Coalition y la alianza Movement for Democratic Change hayan sido etiquetadas como organizaciones terroristas.
  • Durante más de una década, desde Comisiones Obreras, se ha denunciado la situación en el país y el acoso al que es sometida la central sindical ZCTU, compuesta por 39 federaciones que representan en torno a 300.000 trabajadores/as y a más de dos millones en el sector informal.

#Solidarity4ZimbabweWorkers

En una carta dirigida al presidente de Zimbabwe y a numerosos organismos internacionales africanos e internacionales, desde CCOO, junto al movimiento sindical internacional, exigimos el fin de los continuos arrestos, secuestros, intimidaciones, acoso, tortura y persecución judicial de sindicalistas, sus familias y organizaciones de la sociedad civil y que el movimiento sindical no sea calificado como terrorista. Pedimos el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho para que los ciudadanos y ciudadanas puedan ejercer su derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, incluyendo el derecho de huelga. Asimismo, se está luchando por que los trabajadores reciban salarios dignos y suficientes para vivir.

14/09/2020.
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Las amenazas contra dichas organizaciones provienen del partido gobernante ZANU-PF que trata de evitar las movilizaciones de opositores, manifestaciones y acciones de protesta contra la corrupción como las organizadas por el grupo Movimiento 31 de Julio –encabezado por el líder de la oposición Jacob Ngarivhume–. El gobierno de Zimbabwe ha intensificado la represión contra sus críticos y contra las organizaciones sindicales del país. En el caso del sindicato ZCTU, su presidente Peter Mutasa, ha sido incluido en una de las listas de personas buscadas por la policía. Las acciones de represión, arrestos, intimidación, secuestros y torturas por parte del ejército y las fuerzas policiales para limitar los derechos de reunión pacífica y asociación se han intensificado.

Según informa el movimiento sindical, la clase trabajadora de Zimbabwe está sufriendo las consecuencias de la mala gobernanza, puesto que la economía se derrumba, con una inflación superior al 800%. Como ejemplo, un trabajador que ganaba un salario mínimo equivalente a unos 400 dólares americanos al mes en 2018, hace apenas dos años, estaría ahora ganando unos 30 dólares al mes. A esto se suma la introducción en junio de 2019 de una nueva moneda nacional carente de valor, el dólar RTGS, con la falsa pretensión de ser equivalente al dólar estadounidense. Aunque el gobierno permite ahora que la mayoría de los bienes y servicios se adquieran pagando en dólares estadounidenses, los salarios siguen estando vinculados al dólar RTGS, lo que agrava aún más la situación de los trabajadores, peor hoy en día que tras el fin del Gobierno autoritario de Robert Mugabe. Además, el incremento de casos de COVID19 en el país y las medidas de emergencia por la crisis de la pandemia, aprovechada por el gobierno para reprimir las voces disidentes, ha llevado al colapso al sistema sanitario que tiene al personal sanitario en huelga desde el 6 de junio de 2020 reclamando mejores salarios y equipos de protección personal.

En una carta dirigida al presidente de Zimbabwe y a numerosos organismos internacionales africanos e internacionales, desde CCOO, junto al movimiento sindical internacional, exigimos el fin de los continuos arrestos, secuestros, intimidaciones, acoso, tortura y persecución judicial de sindicalistas, sus familias y organizaciones de la sociedad civil y que el movimiento sindical no sea calificado como terrorista. Pedimos el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho para que los ciudadanos y ciudadanas puedan ejercer su derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, incluyendo el derecho de huelga.

Por otra parte, exigimos la plena aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo para Zimbabwe de 2009 y el pago a la clase trabajadora en una divisa que tenga valor. Por último, el movimiento sindical exige la mediación de la Unión Africana, la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (SADC) y la Organización Internacional del Trabajo para facilitar de manera urgente un diálogo inclusivo para resolver la crisis socioeconómica y política en Zimbabwe.