Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

Mujeres y jóvenes siguen sufriendo con más intensidad la destrucción de empleo, la precariedad y la desigualdad laboral y social

    Los jóvenes y las mujeres, con una tasa de desempleo juvenil del 39.6 % para los menores de 25 años y del 16,72% en el caso de las mujeres, siguen sufriendo con más virulencia el impacto de la pérdida de empleo en un trimestre laboral atípico que se ha visto afectado por la declaración de la pandemia de la COVID-19 y el decreto del estado de alarma en el mes de marzo pasado, según los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa. Así se desprende del análisis realizado por CCOO de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2020 que ha recogido en su informe “Encuesta de Población Activa del Segundo Trimestre: Impacto de la crisis sanitaria en el mercado laboral”.

    17/11/2020.
    Portada informe

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    El segundo trimestre de los datos de la Encuesta de Población Activa no son comparables a ninguna otra serie histórica. La declaración de la pandemia y del período de confinamiento y el estado de alarma, extendido entre el 14 de marzo y el 21 de junio produjeron la mayor caída trimestral de todas las series de la EPA. Esta situación puso en evidencia las debilidades de nuestro modelo de crecimiento: reducción del peso de nuestra industria, ya muy escaso; excesiva dependencia de sectores como el turismo y la hostelería; los recortes en servicios esenciales como sanidad que han sido más evidentes que nunca; el nulo cambio de nuestros modelos de producción… La aparición masiva de los Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE, dando cobertura a multitud de situaciones cambiantes a lo largo de los meses. Todo ello ha supuesto un desplome de algunas coordenadas económicas de gran relevancia para CCOO. Es por ello que para el sindicato es importante informar sobre los datos que arrojó el trimestre segundo de un año cuyas circunstancias y consecuencias nunca antes se habían dado.

    La Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2020 recoge una situación excepcional, que muestra un panorama económico y laboral igualmente inusual y con una evolución a corto y medio plazo difícil de predecir, señala CCOO.

    Tanto las personas trabajadoras más jóvenes como las mujeres parten de una posición histórica ya desfavorable y su tasa de actividad y de empleo disminuye con mayor intensidad. La declaración de emergencia sanitaria y el confinamiento han hecho que experimenten una disminución de su participación laboral aún mayor. Por edades, los descensos de la participación laboral son más acusados entre las personas más jóvenes. Aquellas personas que tienen entre 16 y 29 años son a quienes más ha afectado la destrucción de empleo con un descenso del 16,2% anual frente al 9,4% que se observa entre las de edad intermedia y del 0,1% para las mayores de 45 años.

    Por su parte, la posición de las mujeres empeora con una tasa de paro que continúa siendo superior a la de los hombres: 16,72% de las mujeres frente al 14,13% de los hombres y una tasa de inactividad igualmente superior (42,5% frente a 32,3%).Además, las trabajadoras siguen sufriendo una tasa de actividad (50% frente a 61,4% entre los hombres) y empleo inferior a los hombres (41,7% y 52,7% respectivamente).

    Las limitaciones para buscar activamente empleo por la situación generalizada de confinamiento y los obstáculos para conjugar los cuidados de menores y personas dependientes con el empleo, han configurado un mayor descenso de la población activa femenina y un incremento de su inactividad. Una estampa que revela claramente la precariedad y la desigualdad laboral que nuestro país sigue arrastrando y los déficits de un mercado de trabajo incapaz de garantizar empleos de calidad que aseguren las condiciones dignas de vida, especialmente para las trabajadoras y para las personas más jóvenes que anhelan comenzar una vida independiente y con posibilidades de desarrollo.

    Teniendo presente la singularidad de unos datos mediatizados por la crisis de la COVID-19, es importante destacar que a pesar de las medidas acordadas entre el Gobierno y los interlocutores sociales, la ocupación ha experimentado una importante caída, y la calidad del empleo y las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras que no han perdido su empleo también se han visto muy afectadas.

    Con carácter general, el aumento del desempleo se concentra en la población parada que lleva menos tiempo en esta situación, hecho que para CCOO era de esperar tras la fuerte destrucción de empleo en un espacio de tiempo muy corto. Mientras, la cifra de personas paradas de larga y muy larga duración disminuye. De hecho, el peso del desempleo de larga duración se reduce hasta el 33,9%, frente al 41,5% del primer trimestre, y aumenta el de corta duración a lo largo del segundo trimestre. Sin embargo, a pesar del descenso significativo, la situación de las personas paradas que llevan más de un año buscando empleo sigue siendo preocupante, especialmente entre las personas paradas de más de dos años.

    Por último, por sectores la caída del empleo ha sido generalizada: Construcción (-8,4%) y Servicios (-6,2%) registraron las pérdidas más grande en términos relativos, seguidos de Agricultura (-5,7%) e Industria (-4,4%). Tan solo en cuatro ramas de actividad aumenta el empleo: Industrias extractivas (+900), Información y comunicaciones (+7.100), Actividades profesionales, científicas y técnicas (+300), y en Actividades sanitarias y de servicios sociales (+91.000).