Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

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Trabajadoras en tiempos del COVID-19: Murcia, radiografía de una región ya devastada antes de la pandemia, de Anna María Mellado García

    En la Región de Murcia existían ya otros contextos endémicos cuyas consecuencias se vienen padeciendo desde hace muchos años y que se han agudizado con la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19.

    11/12/2020.
    Anna María Mellado García, secretaria de Mujeres e Igualdad, Juventud y Política Social de CCOO de la Región de Murcia, fotografía de Aurora Hierro.

    Anna María Mellado García, secretaria de Mujeres e Igualdad, Juventud y Política Social de CCOO de la Región de Murcia, fotografía de Aurora Hierro.

    LA POLÍTICA de recortes en el sector público (altamente feminizado) y su desmantelamiento para generar negocio en el sector privado, es practicada por el Partido Popular desde hace 25 años y ahora se suman más exigencias de corte fascista por el partido de ultraderecha que maneja los hilos de la gobernanza tripartita con PP y Cs. La falta de recursos en el ámbito sanitario y la desprotección de las personas mayores y del personal sociosanitario en residencias de mayores y centros para personas con discapacidad (la mayor parte concertados), son aún problemas sin resolver.

    Desde el inicio de curso la Consejería de Educación ha sumido en un caos la organización de los centros escolares: es la única comunidad de España en tener un sistema semipresencial en la enseñanza no universitaria, en el cual un día a la semana el alumnado se queda en casa, con el consecuente perjuicio educativo y los graves problemas de conciliación para las familias.

    CCOO de la Región de Murcia, durante 7 largos e intensos meses ha participado en la negociación de una ayuda de 2 millones de euros para las personas trabajadoras que solicitaron reducción de jornada, permisos o excedencias a partir del 14 de marzo y que debía de responder de forma urgente a las necesidades de conciliación surgidas durante el confinamiento a causa del cierre de centros escolares y asistenciales. Se espera que la convocatoria se publique (¡por fin!) antes de finalizar el año 2020.

    Al igual que en el resto de España, los ERTE han suavizado transitoriamente las consecuencias de la destrucción de empleo de las casi 100.000 personas trabajadoras afectadas en esta región, en la cual la caída del empleo fue mayor para las mujeres. Durante el tercer trimestre la brecha de género en la ocupación ha aumentado: la recuperación es solo de un 15% para las mujeres y de 6 puntos más para los hombres. En esta región, la agricultura, la hostelería, la industria y el comercio son los sectores en los que más se contrata a las mujeres y en los que la segregación ocupacional femenina está altamente precarizada. La tasa de paro es superior a la media nacional (20,05% para las mujeres y 14,6% para los hombres) y la brecha salarial se calcula en una media del 27%. En la región de Murcia, los niveles de temporalidad y parcialidad para las mujeres son elevados: el 71% de sus contratos son a tiempo parcial y representan el 42% de la totalidad de los contratos temporales. Existe otra modalidad más precaria aún, el contrato temporal a tiempo parcial, destinado en un 63% a las mujeres.

    La explotación y precarización laboral del campo murciano es gravísimo: entre el 70% y el 80% de los contratos se hacen por medio de una ETT, la patronal bloquea la negociación de convenios, se pagan salarios por debajo del SMI, el precario contrato fijo-discontinuo se hace en un 64% a mujeres y se han denunciado casos de abusos y agresiones sexuales, lo que ha desencadenado una huelga el 4 de diciembre que ha tenido gran repercusión y seguimiento.

    El sector servicios, que ocupa a un 54% de mujeres del total de los contratos, también está muy precarizado, sobre todo en la hostelería, entre otros motivos por el bloqueo de la negociación del convenio por parte de la patronal, que a pesar de las intensas movilizaciones persiste en su actitud, pretendiendo además suprimir derechos adquiridos en el convenio anterior.

    La pandemia machista. En nuestra región dos mujeres han sido asesinadas durante el año 2020 y ha aumentado de forma alarmante la violencia machista entre los jóvenes, situando esta comunidad autónoma en la segunda con más casos de maltrato entre menores. Los servicios de atención a las víctimas de violencia de género están externalizados y son insuficientes. La inacción política del Gobierno regional (aplaudida por el partido negacionista) y la infradotación presupuestaria, no dan respuesta a todas las dramáticas situaciones que viven miles de mujeres en la región. Durante el confinamiento las llamadas al 016 aumentaron desmesuradamente y de marzo a junio los centros y puntos de atención a víctimas de violencia de género han atendido a 1.894 mujeres más que en 2019. En el primer semestre de 2020 se presentaron 2.887 denuncias. En la sede segura de CCOO de Región de Murcia, todas las semanas se atiende a alguna mujer víctima de violencias machistas.

    A pesar de la devastación regional, no perdemos nuestro espíritu de lucha. Procurar que las consecuencias derivadas de la pandemia sean lo menos perjudiciales, seguir luchando por la mejora de los derechos de las personas trabajadoras, intensificar el diálogo social, denunciar las políticas lesivas para la ciudadanía y desarrollar estrategias sindicales con perspectiva de género son los ejes primordiales de actuación para no dejar a nadie atrás en la recuperación socioeconómica.