Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 25 abril 2024.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 76 (NOVIEMBRE DE 2022)

Salud/ La violencia de género en las consultas médicas, de Irmina Saldaña Alonso

    Sobre la detección de casos de violencia de género de manera precoz en las consultas médicas escribe Irmina Saldaña.

    21/11/2022.
    Fotografía de Txefe Betancort.

    Fotografía de Txefe Betancort.

    LA VIOLENCIA de género es un problema de salud pública por su magnitud, su gravedad y sus repercusiones y porque afecta negativamente al bienestar de las mujeres y de la población, en general. Entendiendo la salud desde un modelo biopsicosocial, es preciso que desde la Atención Primaria se conozcan los procesos de salud-enfermedad en donde no solo influye lo biológico sino también los factores psicológicos y sociales, interrelacionándose entre ellos de una manera dinámica. Es necesario que la violencia de género deje de ser invisible en las consultas médicas, y para ello es imprescindible tenerla en cuenta como un problema real de salud y una posibilidad diagnóstica.

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 35% de la población femenina ha sufrido alguna vez en su vida violencia física y/o sexual de un compañero sentimental o violencia sexual de otro hombre sin esa relación. Valorando el grado de afectación a la salud de las mujeres y convivientes y la gravedad de estas consecuencias, sabemos que la violencia de género deja una huella profunda produciendo secuelas a corto, medio y largo plazo. La responsabilidad de las médicas y médicos de Atención Primaria no debe limitarse a la detección, aunque ésta es fundamental para iniciar un proceso de acompañamiento. Bajo mi punto de vista es muy importante tener en cuenta que las mujeres deben ser siempre las protagonistas en la toma de decisiones para permitir que vayan sanando las distintas facetas de su salud afectadas, favorecer la recuperación de su autoestima y que puedan retomar el control de sus vidas. Por lo tanto, hay que hablar de un proceso de apoyo y un abordaje en equipo con aspectos sanitarios, psicológicos, jurídicos y sociales.

    Por mi experiencia en consulta, es imprescindible la formación de los y las profesionales de la salud porque a más formación, mayor sensibilidad y, además, será más fácil detectar situaciones de maltrato de manera precoz. Si se detecta la violencia de manera precoz será más sencillo abordar la situación y hacerlo con seguridad.

    Es muy importante no juzgar a las mujeres, poder citarlas a solas en las consultas y hacerles saber que las creemos. Hay que respetar el ritmo de cada mujer y sus decisiones. En mi opinión, es clave hacer un buen acompañamiento y, ante todo, garantizar su seguridad.

    Desde una relación de confianza es más sencillo poder introducir preguntas tales como: “¿Cómo es la relación con las personas que convive?”, “¿Le gusta cómo la tratan en casa?”, “¿Cómo es su relación de pareja?”, “¿Cuándo tiene usted algún conflicto con su pareja, cómo lo manejan?”, etc… Si una mujer nos confirma el maltrato o refiere que la relación es mala, podríamos preguntarle si alguna vez ha sentido miedo de su pareja. Se trata de una pregunta con gran capacidad para predecir malos tratos. Si la respuesta es negativa y se mantiene y se mantiene la sospecha, realizaremos una valoración biopsicosocial y seguimiento en consulta. Si las respuesta es positiva, pasaríamos a realizar una valoración completa de la situación: riesgo vital, tipo de violencia, evolución, cómo ha afectado a su salud o a los menores a su cargo y si se plantea (o no) denunciar.

    A veces los y las profesionales de la salud no son conscientes de que un adecuado registro del proceso en la historia clínica de las pacientes es fundamental para actuar, ya que la documentación clínica tiene un valor legal. Siempre debemos apuntar todo en la historia clínica, no solo los hallazgos físicos, también el impacto emocional y vital que nos cuentan las mujeres que está teniendo en su vida. Todos los detalles son importantes si en un momento dado las mujeres piden ayuda legal, si precisan los recursos socio-económicos destinados a las víctimas de violencia de género o si deciden denunciar. No olvidemos que en los casos en los que sea necesario realizar el parte de lesiones, siempre deberemos informar a las mujeres de las consecuencias del proceso que se va a poner en marcha.

    Irmina Saldaña es médica de Atención Primaria y miembro del Grupo de Trabajo de Atención a la Mujer de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SOMAMFYC).