Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 16 julio 2025.

OPINIÓN

Por un Pacto Estatal e integral de cuidados, de Carolina Vidal López

    Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, escribe sobre los cuidados en la revista digital Acción Sindical, n. 52 (marzo de 2023).

    28/03/2023.
    Revista digital "Acción Sindical", n. 53 (marzo de 2023).

    Revista digital "Acción Sindical", n. 53 (marzo de 2023).

    PARA CCOO es necesario un gran PACTO ESTATAL E INTEGRAL POR LOS CUIDADOS, desde la corresponsabilidad. La de todas las partes: el Estado, los poderes públicos, la sociedad, y con mayor implicación de los hombres.

    Un gran pacto que apueste por la inversión en el sector de cuidados, en sentido amplio, y por unos servicios públicos de calidad, accesibles, universales, con empleo y salarios dignos, como garantía del derecho de la ciudadanía a recibir cuidados profesionales del Estado cuando lo necesite en las diferentes etapas y circunstancias de la vida.

    Vivimos y sobrevivimos individual y colectivamente porque alguien nos cuida. Así de esenciales son los cuidados, aunque buena parte de la población parece haber descubierto su carácter indispensable tras la pandemia. Necesitamos cuidados en algún momento de la vida.

    Todas las personas tenemos derecho a ser cuidadas cuando lo necesitamos para nuestra supervivencia y autonomía personal, sea en la primera infancia, en la enfermedad, en la discapacidad, en la dependencia.

    Pero tenemos que preguntarnos si son derechos efectivos. Porque detectamos carencias y déficits en las normativas, en los servicios, en las políticas...

    EL ROL DE CUIDADORAS

    Son muchas las necesidades de cuidados que quedan sin cubrir. Y que recaen en el ámbito familiar, expresión que oculta que en quien recaen es en las mujeres de la familia. Y cuando la familia tiene buena posición económica, recae en otras mujeres en situación más desfavorable. Al adjudicarnos las responsabilidades de los cuidados (nos han hecho creer que las mujeres nacemos con “el gen del cuidado”), nos quitan tiempo, oportunidades, empleo, dinero, salud. Un rol de cuidadoras que responde al interés de una cultura patriarcal que se reproduce mediante la todavía inamovible división sexual del trabajo. Pues, si es algo propio de mujeres, no requiere especialización; si hay que pagar, lo realizan las mujeres más necesitadas, y cuando se realiza de forma remunerada se trata de empleos especialmente desvalorizados social y económicamente. Este es el cruce en que se retroalimentan la cultura patriarcal y la mercantilización neoliberal, relegando los derechos y los servicios públicos.

    UN ASUNTO COLECTIVO, POLÍTICO, SOCIAL Y SINDICAL, DE PRIMER ORDEN

    Algo de tanta relevancia social no puede dejarse como un asunto privado al margen del sistema, a resolver según los medios económicos de que disponga cada familia. No puede quedar fuera de las políticas, las normas, los derechos laborales o los servicios públicos.

    En un Estado social, democrático de derecho queremos que los derechos sean efectivos, y que el Estado sea su garante, especialmente en las etapas y circunstancias en que somos especialmente dependientes.

    Que sea efectivo el derecho al empleo digno y a salarios justos. Que sea efectivo el derecho a la igualdad entre mujeres y hombres.

    Es, por tanto, un asunto colectivo, político y social de primer orden. Y es un asunto sindical, plenamente.

    Prueba de ello es que ya se abordaba en la ponencia del 12 Congreso Confederal de CCOO, en el epígrafe “Cambiar la actual orientación del trabajo de cuidados”. Entre otras cosas, incidíamos en los obstáculos que esta adscripción patriarcal de los cuidados suponen para las mujeres, en su participación laboral y en la igualdad en todos los ámbitos de la vida.

    Decíamos en la ponencia confederal que abriríamos el debate sobre el modelo social de los cuidados que necesitamos y que la política de los cuidados debe formar parte del Estado de bienestar, señalando que el derecho social del cuidado debe de universal, igual que se universalizó el derecho a la enseñanza o la sanidad.

    La pandemia sirvió, al menos, para reconocer el carácter esencial de los trabajos de cuidados, los pagados y los no pagados. Sirvió para evidenciar la insoportable sobrecarga de trabajo de cuidados familiares que recaen en las mujeres por los vacíos, déficits y carencias de los servicios.

    Sirvió para demostrar la entrega y profesionalidad de las trabajadoras de tantos empleos vinculados a los cuidados (directa o indirectamente), las gerocultoras, las de ayuda a domicilio, las limpiadoras de hospitales, de centros de personas mayores, entre otras muchas, que realizaban este trabajo en condiciones muchas veces de precariedad y que sufrieron una mayor incidencia de contagios y que pusieron en riesgo su salud, incluso su vida.

    POR UN CAMBIO DE MODELO DE CUIDADOS DESDE LA CORRESPONSABILIDAD

    Durante meses, las aplaudimos en los balcones. Pero ese reconocimiento simbólico no llegó al reconocimiento material, salarial, pese a nuestras reclamaciones. Por ello, muchas de estas trabajadoras han protagonizado una buena parte de la conflictividad laboral en el pasado año, porque se les negaban los incrementos salariales y la mejora de condiciones de trabajo. Y siguen en la lucha.

    Para ello resulta imprescindible avanzar hacia una organización social corresponsable, que significa que tanto hombres como mujeres se responsabilizan de los ámbitos público y privado y que haga hincapié en la participación de los hombres en el espacio privado o doméstico y de cuidados; y no solo la corresponsabilidad de éstos, sino también del Estado, del mercado y la sociedad en general. Es decir, en la corresponsabilidad social.

    Queda claro, la cuestión de los cuidados nos interpela sindicalmente desde varios ángulos: desde la igualdad efectiva, desde la solidaridad social e intergeneracional, desde nuestra condición de sindicato de clase (empleo digno, derechos laborales y sindicales, mejoras de las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora), desde nuestra defensa de los servicios públicos de calidad, etc.

    En CCOO queremos proponer al conjunto de partidos políticos, agentes sociales, sociedad organizada y ciudadanía en general, un cambio de modelo de cuidados desde la corresponsabilidad. La de todas las partes: el Estado, la sociedad, y con mayor implicación de los hombres. Sin olvidar que prioritariamente corresponde a los poderes públicos, al Estado, que es quien debe ofrecer cobertura y garantías de accesibilidad y universalidad, en derechos y en servicios.

    En pocas palabras: necesitamos inversión, redistribución, corresponsabilidad, políticas eficaces de cuidados sostenidas desde el empleo digno. Y diálogo social y negociación colectiva.

    Ahora es el momento. Por la crisis demográfica, caracterizada especialmente por el creciente envejecimiento de la población que se avecina en las próximas décadas, que aumentará la necesidad de cuidados de la población mayor incapacitada. Por las recomendaciones, compromisos y propuestas de organismos como la OIT, la CES, la CSI, la IPS, la Agenda 2030.

    ACCIÓN COMÚN EUROPEA

    La Estrategia Europea de Cuidados, orientada a la redistribución y dignificación de tiempos, responsabilidades, trabajos, empleos y servicios de cuidados, ofrece también un paraguas de oportunidad. Se trata de una estrategia integral de los cuidados centrada en las personas:

    • En el derecho de cada persona al cuidado (especialmente cuidados en la infancia y cuidados de larga duración).

    • En los servicios del sector y en las personas cuidadoras.

    Los compromisos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno establece como política palanca la “nueva economía de los cuidados y políticas de empleo”, con la previsión de reformas y actuaciones inversoras importantes en universalización de la escolarización 0 a 3 años (componente 21), mejora del sistema de la Dependencia (componente 22), mejora y fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud (componente 18), etc.

    En nuestro ámbito más directo, por nuestro sistemática acción sindical por el trabajo decente, dadas las características de precariedad de muchos empleos asociados al sector de los cuidados, en su mayoría, feminizados. Y, fundamentalmente, porque la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, especialmente en el plano laboral, no es posible si no se hace realidad la corresponsabilidad familiar y la corresponsabilidad social.

    . Para CCOO es necesario un gran Pacto estatal e integral por los Cuidados que incluya el sector de los cuidados en sentido amplio: los de la infancia (educación y ocio escolar, fundamentalmente de 0 a 3 años y en población infantil vulnerable); cuidados de larga duración (dependencia, discapacidad, etc.) y cuidados indirectos (limpieza, cocina, suministros, etc.).

    . Apostamos por la inversión en el sector y por servicios públicos de calidad como garantía del derecho de la ciudadanía a recibir cuidados profesionales del Estado cuando lo necesite en las diferentes etapas y circunstancias de la vida, sea primera infancia, enfermedad, dependencia, discapacidad, vejez incapacitada o con limitaciones funcionales, etc.

    . Por otro lado, debe incluir un abordaje de redistribución de los cuidados no profesionales para que desde el ámbito político, laboral y social se aporte una respuesta sobre la base de la conciliación corresponsable de todas las partes: Estado, sociedad, ciudadanía (hombres y mujeres). Desde la corresponsabilidad social y empresarial, desde la implicación corresponsable de los hombres, que siguen siendo asuntos pendientes.

    . Con negociación colectiva que regule medidas en conciliación/ corresponsabilidad. No queremos medidas de conciliación que impliquen que son las mujeres quienes dejan el empleo. Eso es lo mismo de siempre, ya conocemos sus efectos. No nos sirve. Por el contrario, queremos potenciar los permisos retribuidos y medidas para que los hombres se impliquen en las responsabilidades familiares de cuidado.

    . Con diálogo social en varias direcciones, para asentar, ampliar y/o garantizar la cualificación, especialización y profesionalización profesional en los sectores de cuidados.

    . Con más educación en igualdad porque el ámbito educativo es fundamental para universalizar la ética del cuidado entre la ciudadanía en general y entre los niños y las niñas.

    . Con la cobertura universal de la Educación de 0-3 años, con carácter gratuito, con especial preocupación a que se cubra esta necesidad en las familias de rentas más bajas y en las zonas, urbanas y rurales.

    . Con asistencia extraescolar y ocio infantil cubriendo las lagunas que el horario escolar deja cuando el horario laboral de las madres y/o padres es diferente o incompatible con el escolar.

    . Con especial atención a las familias monomarentales y a la infancia en situación de vulnerabilidad social.

    . Con pleno desarrollo de la ley de Dependencia y mejora del Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia: financiación, creación y refuerzo de estructuras y servicios públicos, con empleo estable y en buenas condiciones laborales.

    . Con regulación de la economía de plataformas en el sector de los cuidados, que garantice profesionalización y condiciones dignas para las trabajadoras y estándares de calidad en la atención para las personas usuarias.

    Un sistema integral de cuidados es básico para avanzar en igualdad efectiva, en justicia social, cohesión y solidaridad.

    Por eso, desde CCOO trabajamos y trabajaremos por alcanzar un Pacto estatal de cuidados de manera integral, con perspectiva de género.