Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 16 mayo 2024.

REVISTA TRABAJADORA ONLINE

Empleo/ El trabajo de futbolista, de Carmen López López

    Carmen López escribe sobre el trabajo profesional de las futbolistas y las discriminaciones directas que sufren, los fraudes de ley en las contrataciones etc.

    01/12/2023.
    Concentración de apoyo a Jenny Hermoso en la plaza del Callao de Madrid el 28 de agosto de 2023, fotografía de Manuela Briz.

    Concentración de apoyo a Jenny Hermoso en la plaza del Callao de Madrid el 28 de agosto de 2023, fotografía de Manuela Briz.

    EL 20 DE AGOSTO de 2023 España gana el Mundial de Fútbol Femenino ante 75.000 personas en el estadio y 5,6 millones de espectadoras y espectadores en las televisiones de nuestro país, con una cuota de pantalla de 65,7%. Es el partido más visto del fútbol femenino en España, llegando a tener cuotas superiores a los 8,9 millones en algún momento (56,2 hombres y 43,8 mujeres), así como en otros medios de comunicación con cuotas superiores a otros eventos. El seguimiento de los partidos en La 1 de RTVE consigue el 41,5% de media y el Mundial solo en Australia tuvo un seguimiento televisivo de hasta 7,1 millones.

    Da para recapacitar en la importancia de todo lo acontecido tras la final, el trato recibido por parte de las jugadoras, el apoyo especial a Jenny Hermoso, el comportamiento de “cuñao" y las críticas recibidas al ya ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, que fueron acompañadas de la sanción temporal de la FIFA de 90 días, y la reprobación a sus comportamientos machistas.

    Es imprescindible reconocer la profesionalidad de las jugadoras de la selección española, así como respetar la nueva oportunidad que se les presenta para sus reivindicaciones, tanto en la selección como en sus respectivos clubes.

    El deporte profesional es un trabajo que requiere mucho esfuerzo y muchas horas de entrenamiento y juego y, por tanto, necesita realizarse en condiciones dignas para su profesionalización. Y si esto no se entiende por parte del resto de la clase trabajadora, existe un problema.

    La Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de Comisiones Obreras ha estado apoyando a las jugadoras de fútbol desde hace años, ha cooperado de manera indirecta, antes incluso de tener su propio convenio colectivo, y ha creado campañas a favor de este deporte, como la que realizó el 8 de Marzo de 2014, #TeJuegasMucho donde las jugadoras denunciaban sufrir discriminación directa por no existir la liga profesional o por la existencia de contratos en fraude de ley. Por no tener, no contaban ni con una adecuada asistencia sanitaria.

    En la negociación del segundo convenio colectivo han salido a la luz sus salarios y condiciones laborales, no siendo cierta la falacia de la llamada equiparación salarial la cuál todavía, y después del primer convenio, sigue siendo insuficiente.

    El salario que exigían en la negociación era de un mínimo de 35.000 euros, que tras el acuerdo del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), ha quedado en 21.000 euros, con subidas paulatinas hasta los 28.000 euros para la temporada 2025/26. Es decir, que se trató de una revisión parcial del convenio colectivo en la parte retributiva, sin entrar en la igualdad salarial con el fútbol masculino. Estos salarios podrán incrementarse con la obtención de otros ingresos comerciales, sin dejar de lado otras mejoras en las condiciones laborales, dignas para su profesión, que se siguen negociando. El acuerdo significó la finalización de la huelga que mantenían.

    Desde la ignorancia en algunos casos; en otras, desde los intereses y en otras, desde el machismo existente se critican las exigencias de las jugadoras y su intención de cobrar lo mismo que los hombres, pero ni es igual, ni se le acerca (los futbolistas de la liga profesional parten de un salario mínimo de 182.000 euros), pero crea ruido y conflicto donde no lo hay y oculta la realidad de todas las reivindicaciones de las futbolistas.

    Todo lo que se juegan

    NUEVE años después de aquella campaña #TeJuegasMucho y tres después de la firma del I Convenio colectivo para las futbolistas que prestan sus servicios en clubes de la primera división femenina de fútbol (agosto, de 2020), lo que en su momento pudo parecer un gran avance pues no existía ni regulación de derechos ni liga profesional, hoy, se queda corto. Sobre todo después de ganar un Mundial.

    Antes de 2020, las jugadoras se arriesgaban a perder el empleo si se lesionaban en el campo de fútbol, la maternidad era el punto y final de su carrera deportiva (puede resultar inaudito, pero era real), ninguna era considerada profesional y se hablaba del deporte femenino como hobby y no de una profesión.

    No deja de ser insólito que una gran parte de la población opine de las condiciones laborales de otras profesiones sin conocer realmente que es lo que ellas exigen. Exigen un trabajo con condiciones dignas y la aplicación justa de derechos laborales. Nadie debería estar en contra de estas reivindicaciones, excepto el machismo más recalcitrante que no cree en la igualdad y que, además, falsea la realidad en las redes sociales, medios de comunicación y espacios que ocupan con explicaciones peregrinas que nada tienen que ver con derechos laborales o con las desigualdades existentes, que tardara, desafortunadamente, todavía muchos años en ordenarse en muchos trabajos, incluido el deporte.

    Después del acuerdo salarial y de la anulación de la convocatoria de la huelga queda pendiente la obtención de otros acuerdos cruciales, derechos importantes para la consecución de este II Convenio Colectivo, en materias como maternidad o en la existencia de un protocolo de acoso sexual y por razón de sexo.

    Es necesario poner en valor la fuerza de los sindicatos en la negociación colectiva con el acuerdo de la mayoría de las jugadoras y estar unidas para conseguir un convenio digno. Porque el deporte debería ser su medio de vida, su trabajo, y no verse obligadas a combinar con otros empleos, debido al escaso salario.

    Un deporte no desmerece a otro deporte y mucho menos se desprecian sus desigualdades, pero si unas campeonas del mundo logran la atención de grandes organismos y del propio Gobierno, han de aprovecharlo y es imprescindible apoyarlas a través del sindicato y conseguir mejoras laborales. Cuando un grupo de mujeres progresa otros grupos lo conseguirán después.

    Por todo lo conseguido, por todo lo que queda por conseguir, por su esfuerzo, por su implicación, por su lucha feminista continuada (que podían haber abandonado o hacerla individual) y porque decidieron estar juntas para conseguir la igualdad, CCOO estará con las futbolistas, como siempre hizo.

    Carmen López (@2014clopez) es secretaria de Mujeres de la Federación Estatal de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras (@FSCdeCCOO).

    Revista Trabajadora, n. 80 (noviembre de 2023).