Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 9 diciembre 2024.

LA VICTORIA DE TRUMP, UNA DERROTA PARA LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA SOCIAL

    07/11/2024.
    Imagen de la Casa Blanca

    Imagen de la Casa Blanca

    La contundente victoria de Donald Trump sobre Kamala Harris, recuperando el Senado y e imponiéndose en el Congreso, es una pésima noticia para la democracia y la justicia social en los Estados Unidos, pero también para Europa y el resto del mundo.

    En su discurso tras conocer que sería el 47º Presidente de los EEUU, Trump declaró que se iniciaba una “era dorada” donde los “estadounidenses retomarán el control del país”, en una clara referencia a la inmigración, que ha sido uno de los elementos fundamentales de su campaña y que ha hecho decidir el voto de millones de personas. Además de las prometidas deportaciones masivas de personas extranjeras indocumentadas, que reiteró durante la campaña, anunció que iba a “sellar las fronteras” para evitar la “invasión del país”.

    Destaca que en su discurso no mencionó al Partido Republicano, sino únicamente al movimiento MAGA (Make America Great Again).

    Las clases populares de EEUU serán las más afectadas por las políticas antisociales de Trump, pero también han sido las que, en gran medida, han contribuido con sus votos a que vuelva a la Casa Blanca. Entre los motivos que pueden explicar este voto está el contexto de desinformación masiva, la utilización de las redes sociales para difundir mensajes de odio, noticias falsas o manipuladas, o el control de los medios de comunicación. Pero por encima de todo se sitúan el malestar y la pérdida de certezas, unas peores condiciones de vida, una exacerbada inflación o unas exiguas expectativas de futuro. Durante su mandato, Joe Biden, aunque con un carácter más social que el anterior protagonizado por Trump, no ha sido capaz de imantar mayorías sociales suficientes para lograr la victoria de los demócratas, evitando que el paleolibertarismo haya atraído suficiente malestar para triunfar. A este voto paradójico de quien tiene tanto que perder con el trumpismo, hay que añadir a la población de origen migrante que ahora se niega a que entren en el país nuevos extranjeros, y que ha votado por la opción más anti inmigración.

    Pero el resto del mundo también sufrirá los efectos de un nuevo gobierno de Trump, con una orientación de su política exterior y comercial que afectará, como nunca lo ha hecho antes, a la Unión Europea, ya que EEUU profundizará su autonomía estratégica en un contexto de agudización de la disputa con China. Y porque, además, aupará el viejo nacionalismo que promueven en Europa mandatarios reaccionarios, que mejorarán su relación con Trump y los EEUU. El retroceso del proyecto comunitario llevará ineludiblemente a la UE a la irrelevancia y al empobrecimiento. La política exterior de los EEUU será asimismo clave para poner fin o avivar los principales conflictos armados actuales, a pesar de su afirmación sobre que iba a poner fin a las guerras en Ucrania y “Oriente Medio”.

    Trump anunció que si llegaba a la presidencia Elon Musk formaría parte de su equipo, premiando así al propietario de X (antiguo Twitter) por haberlo llevado de nuevo a la Casa Blanca actuando como altavoz global del trumpismo, interviniendo descaradamente en la campaña electoral propagando bulos y mensajes de odio contra una parte importante del propio pueblo estadounidense.

    El ataque a la democracia que lleva a cabo Trump con el cuestionamiento sobre los derechos de las mujeres, de las minorías, de las personas migrantes, forma parte de la estrategia de las extremas derechas en el mundo, que tiene como objetivo global revertir los logros alcanzados por las mayorías sociales en décadas de importantes luchas y extender una nueva ola neoliberal que tenga como base para su aplicación el autoritarismo y la represión, como son los casos de El Salvador y Argentina.

    Para CCOO, el sindicalismo en el mundo es clave en la disputa sobre las seguridades y certezas para las clases trabajadoras. Por nuestro doble papel en la renovación de modelos de protección laboral, social y ciudadana, y de hacerlo vertebrando socialmente mediante vínculos de confianza.

    Las personas que formamos parte de las Comisiones Obreras –afiliación, responsables sindicales, delegadas y delegados, trabajadoras y trabajadores– nos sumamos a las palabras de la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler:

    “El trabajo organizado es el camino a seguir. En los sindicatos, las personas tienen el poder de construir una base estable para ellos mismos y sus familias. Decir: ‘Es mejor en una unión’ no es simplemente un eslogan, es la forma de nivelar el campo de juego y crear un camino hacia la seguridad económica para cada persona trabajadora. Los casi 13 millones de miembros sindicales de la AFL-CIO no se dividirán y no retrocederemos. Estaremos ahí el uno para el otro y lucharemos en cada paso del camino por cada trabajador de este país, sin importar quién se siente en la Oficina Oval.”