Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 18 junio 2025.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 84 (NOVIEMBRE DE 2024)

Por el Mundo/ Palestina: el gran problema al que nos enfrentamos, entrevista a Saida Ghodaieh, de Carmen Briz Hernández

    Se cumple un año del inicio de los bombardeos sionistas sobre la población palestina y entrevistamos a Saida Ghodaieh Curiel, presidenta de la Comunidad Hispano Palestina Jerusalén en España, fundada en 1988.

    18/11/2024.
    "The great problem thath we face", el granproblema al que nos enfrentamos.

    "The great problem thath we face", el granproblema al que nos enfrentamos.

    SAIDA Ghodaieh, 46 años, de padre palestino y madre española, es farmacéutica, vive en Madrid, ciudad en la que nació, aunque pasó muchos de sus veranos de infancia en tierra palestina: “Visité Palestina, por primera vez, a los 11 años y mi última visita fue en el verano de 2022. He pasado casi todos mis veranos allí, con el propósito de fortalecer mi identidad cultural y la de mis hijos. Les he llevado conmigo para que puedan conocer la tierra de sus ancestros, su idioma, sus costumbres, y su realidad. Lamentablemente, desde hace un año no hemos podido regresar debido a la creciente violencia y restricciones”.

    ¿Cuánta población palestina viven en la diáspora?

    No hay una cifra precisa, pero se estima que más de 7 millones de palestinos y palestinas viven fuera de su tierra. La diáspora está repartida por todo el mundo, principalmente en América Latina, Europa y el mundo árabe. En el Estado español, aunque no contamos con datos concretos, sabemos que la comunidad palestina ha ido creciendo, y muchas mujeres desempeñan un papel activo en la defensa de los derechos de nuestro pueblo.

    Vd. ha vivido las intifadas, ¿son comparables con el genocidio actual?

    He vivido todas las intifadas. Todas las luchas palestinas han sido históricamente reprimidas con una brutalidad extrema, en clara violación del derecho internacional. Desde las intifadas hasta las protestas pacíficas, cada levantamiento ha sido sofocado por la fuerza militar israelí de manera desproporcionada y sin consideración por la protección de los derechos humanos fundamentales. Sin embargo, la violencia que estamos presenciando hoy ha superado todo lo que hemos visto anteriormente. La brutalidad del ejército de ocupación sionista constituye un genocidio en toda regla.

    A la ocupación continua de sus territorios se suman ahora otros acuciantes problemas, ¿qué es lo que le están transmitiendo sus compatriotas?

    El uso deliberado del hambre como arma de guerra, los bombardeos dirigidos contra civiles y zonas protegidas, los ataques a escuelas y hospitales, y la destrucción sistemática de infraestructuras esenciales son crímenes que violan las convenciones internacionales más básicas. Israel está llevando a cabo una campaña de exterminio para borrar nuestra existencia como pueblo. Estas acciones no son solo crímenes de guerra; son un genocidio.

    Los compatriotas que siguen en Palestina están desesperados, viviendo bajo condiciones inhumanas. Se enfrentan a bombardeos constantes, carecen de agua, comida, medicamentos, electricidad y otros recursos básicos. Las escuelas son bombardeadas, Israel también quiere destruir nuestra educación, porque ésta es una de las armas más poderosas que tenemos para resistir.

    ¿Qué le reprocha a la comunidad internacional?

    Le reprocho su complicidad activa. La gente ha perdido la esperanza en la comunidad internacional, y cada día que pasa sienten más rabia y frustración por la inacción global. No se trata solo de su silencio, sino de cómo han permitido que Israel continúe actuando con impunidad, violando el derecho internacional humanitario. Al no imponer sanciones ni embargos de armas, están siendo cómplices de este genocidio. Ser neutral en esta situación no es una opción; es estar del lado del opresor. Necesitamos que la comunidad internacional tome medidas concretas para proteger a la población civil palestina y exigir responsabilidad por los crímenes cometidos.

    ¿Qué información llega a Europa?

    Está manipulada o es incompleta. El conflicto no comenzó el 7 de octubre; lleva más de 75 años de ocupación ilegal, de desplazamiento forzoso, de destrucción de hogares y vidas. La narrativa que se presenta en los medios ignora esta historia de violencia colonial y se centra solo en los eventos más recientes, lo que impide una comprensión real de la situación.

    ¿Qué puede hacer la sociedad civil, además de acudir a las manifestaciones, sumarse al boicot (económico y cultural), colaborar económicamente con la población palestina o presionar a sus respectivos Gobiernos?

    La sociedad civil debe exigir a sus Gobiernos que actúen conforme al derecho internacional. No basta con protestas o boicots; es crucial educarse, conocer la realidad del conflicto y trabajar por un cambio político real. Permitir que esta impunidad continúe sentará un precedente peligroso para el futuro.

    Carmen Briz (@MamenBriz) es periodista y forma parte del equipo de la Secretaría Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO.

    Revista Trabajadora, n. 84 (noviembre de 2024).