Febrero de 2019. Informe sobre brecha salarial. Edita: Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.
NO SE PUEDE ESPERAR ninguna mejora duradera en la situación económica de las mujeres mientras su tiempo y talento se valore menos que el de los hombres. La resolución de esta situación contribuye a mejorar la igualdad de género en términos generales en el mundo del trabajo. Resolver las brechas de remuneración entre hombres y mujeres es importante para:
● Ayudar a cambiar estereotipos sobre las aspiraciones, preferencias, capacidades y la "idoneidad" de las mujeres para determinados empleos y/o puestos.
● Valorar las cualidades y capacidades profesionales y laborales, sin concepciones sexuadas del ámbito laboral.
● Mejorar las políticas de formación y capacitación profesional, anulando la división sexual del trabajo
● Fomentar una mayor y mejor adaptación de las mujeres en el desarrollo de nuevos escenarios y relaciones laborales.
● Facilitar el desarrollo y aplicación de políticas de empleo que fomenten la transversalidad y la igualdad de género.
● Hacer que las mujeres sean menos vulnerables a la posibilidad de caer en la pobreza.
● Aumentar la capacidad de las empresas para atraer y retener a las mejores trabajadoras y trabajadores.
● Mejorar y aumentar la productividad empresarial, favoreciendo un mejor clima de trabajo.
● Favorecer políticas de corresponsabilidad y conciliación reales y eficaces entre vida laboral, familiar y personal.
● Aumentar las pensiones de las mujeres y reducir el riesgo de pobreza durante la vejez.
● Reducir la probabilidad de que los hogares con ingresos bajos, entre ellos aquellos sustentados por mujeres, caigan en la pobreza o permanezcan en ella.
La segregación profesional de las mujeres en determinados empleos, ocupaciones y sectores aumenta la probabilidad de que se minusvalore el trabajo desempeñado fundamentalmente por mujeres, en comparación con los trabajos desempeñados mayoritariamente por hombres.
La discriminación contra las mujeres en la contratación, el acceso a la formación, los ascensos y promociones, así como el reparto desigual de las responsabilidades domésticas y familiares entre hombres y mujeres tienen un efecto diario sobre los niveles de remuneración de las mujeres. Al mismo tiempo, una remuneración baja o desigual de las mujeres impedirá progresos posteriores en la participación de mujeres y hombres en el empleo sobre una base de igualdad. Cuando las mujeres ganan menos dinero que sus colegas varones es menos probable que se produzca un reparto equilibrado de las tareas y responsabilidades del hogar y familiares, por lo que muchas mujeres deciden dejar el empleo.
Las cuestiones relativas a la igualdad de remuneración se deberían, por tanto, incluir y afrontar en las políticas y planes de igualdad de género a todos los niveles. Las brechas de remuneración por motivo de género son un indicador importante en los avances realizados en la consecución de la igualdad de género.