Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

"Trabajadora", n. 71 (noviembre de 2020)

Generación XXI/ Defender el trabajo asalariado como derecho, de Paula Guisande Boronat y Carlos Gutiérrez Calderón

    Defender el trabajo asalariado como derecho, sobre ello escriben @PaulaGuisande y @AlixDeRojas en el último número de la revista Trabajadora.

    03/12/2020.
    La Federación Estatal de Servicios de Comisiones Obreras puso en marcha la campaña "Precarity War", y uno de los sectores en que fijaba su atención era el de las plataformas de reparto como nuevas formas de explotación laboral.

    La Federación Estatal de Servicios de Comisiones Obreras puso en marcha la campaña "Precarity War", y uno de los sectores en que fijaba su atención era el de las plataformas de reparto como nuevas formas de explotación laboral.

    DEFENDER el trabajo decente y con derechos pasa por cerrar toda vía de escape a la legislación laboral. En los últimos años las plataformas digitales de reparto han sido el paradigma de la relación laboral encubierta y no reconocida por las empresas. Han sido pioneras en su campo, pero no en el recurso a la figura del “falso autónomo”, que lleva años moviéndose sigilosamente por el mercado laboral y que CCOO ha decidido erradicar.

    CCOO celebra que, recientemente, y por primera vez, el Tribunal Supremo ha declarado la relación laboral de un trabajador de Glovo. La sentencia es un gran hito que tiene como antecedentes numerosas actas de Inspección de Trabajo, sentencias judiciales y mucha acción sindical, siempre apuntando a la existencia de una relación laboral entre estas plataformas digitales y las personas que trabajan como repartidoras. Esas trabajadoras a las que las empresas se empeñan en llamar riders (repartidoras o mensajeras) para que nada las identifique con su actividad laboral.

    Sin embargo, las plataformas digitales de reparto son sólo la punta de un gran iceberg de relaciones laborales encubiertas tras las figura de personas trabajadoras autónomas. Falsas autónomas, por supuesto. No se trata de una fórmula muy novedosa, pero lo novedoso es la rapidez con la que este tipo de modelos de negocio, las plataformas digitales, y la utilización que hacen de la figura del “falso autónomo” pueden extenderse a multitud de sectores, por no decir a todos, para realizar todo tipo de tareas, destruyendo así el derecho del trabajo y los derechos, y poniendo en riesgo el conjunto del sistema de protección social. También es uno de los peajes habituales que las personas jóvenes se ven obligadas a pagar para acceder al mercado laboral.

    Es el negocio redondo para muchas empresas: la persona trabajadora asume todos los riesgos a cambio de retribuciones y condiciones arbitrarias, que impone la empresa sin ningún margen de negociación individual o colectiva: los horarios, la clientela, los métodos y la organización del trabajo como competencia exclusiva de las empresas. Es la “empresa sin trabajadoras ni trabajadores”; sueño del empresariado, distopía para la mayoría trabajadora.

    Es por ello que la sentencia del Tribunal Supremo supone un hito, y un buen punto de partida para poner coto a estas prácticas que, de no limitarse, se extenderán cual mancha de aceite en el mercado laboral. En resumen, señala la oportunidad de concretar la dependencia y ajenidad propias de una relación laboral en arreglo a la realidad social del tiempo en que deben aplicarse. Algo similar recomiendan la OIT y personas expertas en derecho laboral.

    CCOO valora positivamente que la mesa de diálogo social haya convenido abordar una regulación del conjunto de plataformas digitales para que la tecnología no se utilice como una mera excusa para el ocultamiento masivo de relaciones laborales, que arrebatan derechos, tanto individuales como colectivos. Pero éste es solo un primer paso en el camino hacia una respuesta a los cientos de miles de falsos autónomos que existen en nuestro país.

    Las campañas desplegadas por el sindicato en el sector cárnico o de seguros puede dar una idea de la magnitud del problema: gracias a la acción sindical han aflorado más de 23.000 relaciones laborales encubiertas en las empresas cárnicas. Con presión, negociación y denuncias CCOO ha conseguido que se regularice a todos estos trabajadores y trabajadoras y que la Seguridad Social recupere más de 200 millones de euros no cotizados por las empresas. En el sector de seguros se ha conocido recientemente la resolución de Inspección de Trabajo que reconoce la relación laboral de quienes durante años han vendido los productos de una de las grandes compañías aseguradoras del país a espaldas de la legislación laboral.

    Esta forma de precariedad no afecta solamente a las personas jóvenes pero sí que deforma y configura el mercado de trabajo futuro. Es por ello que la sensibilización, participación y organización sindical de las personas jóvenes es fundamental.

    Paula Guisande (@PaulaGuisande) es secretaria confederal de Política Social y Movimientos Sociales de CCOO y Carlos Gutiérrez (@AlixDeRojas) es secretario confederal de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO.

    Revista Trabajadora, n. 71 (noviembre de 2020).