Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 29 marzo 2024.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 72 (MARZO DE 2021)

Salud/ Crónica de una injusticia, de Silvia Espinosa López

    Silvia Espinosa se pregunta: “Una de las luchas más importante dentro de este contexto es conseguir el pleno reconocimiento de contingencia laboral para aquellas personas trabajadoras, personal esencial y muy mayoritariamente mujeres infectadas en el transcurso de su actividad laboral. ¿Puede haber algo más justo?”.

    04/05/2021.
    Fotografía de Alberto Morante.

    Fotografía de Alberto Morante.

    DURANTE la pandemia, CCOO ha protagonizado una lucha sin cuartel en la defensa de la salud y la vida de personas trabajadoras a quienes representa. No ha parado de denunciar, primero y durante los primeros meses la falta de equipos de protección, que tuvo consecuencias terribles para tantas personas que se tenían que enfrentar día a día, en primera línea de fuego, al contagio. Durante esos angustiosos primeros meses se puso de manifiesto la debilidad de los servicios de prevención, y se denunció el incumplimiento de sus obligaciones. Hubo que arremeter contra decisiones absurdas, como la de mandar a incorporarse a las y los profesionales sanitarios y sociosanitarios infectados a los 7 días de haber dado positivo sin ninguna otra prueba diagnóstica, o contra la decisión de establecer medidas preventivas en función de las categorías y no según las tareas y exposición al riesgo que comportan.

    Una de las luchas más importante dentro de este contexto es conseguir el pleno reconocimiento de contingencia laboral para aquellas personas trabajadoras, personal esencial y muy mayoritariamente mujeres, infectadas en el transcurso de su actividad laboral. ¿Puede haber algo más justo? En los países de nuestro entorno este problema también está en debate, incomprensible cuando hasta la propia OMS se significó al respecto, dándonos la razón. No obstante, en un principio la contingencia sólo se reconoció laboral a efectos económicos, lo que hizo saltar todas las alarmas, pues la situación no cubría las muchas situaciones de enfermedad, muertes y secuelas.

    A finales de mayo llegó un primer avance con el RDL 19/2020, el cual reconoce la presunción de contagio en el puesto de trabajo a las personas que realizan su actividad laboral en centros sanitarios y socio-sanitarios. Contempla sólo el accidente laboral, por lo que no protege las incapacidades permanentes futuras. Además, a su amparo sólo se podía solicitar el reconocimiento de accidente de trabajo hasta el mes posterior a la finalización del Estado de alarma, situación intolerable por hacer depender el derecho de una persona trabajadora a si se ha infectado fuera o dentro del periodo señalado. Sigue quedando desprotegido mucho personal expuesto de la misma manera: personal no sanitario, personal de transporte sanitario, servicios funerarios, servicios auxiliares como personal de limpieza, y el personal de ayuda a domicilio; y sigue quedando pendiente la reivindicación de enfermedad profesional.

    La situación al finalizar el estado de alarma era muy preocupante por el elevado porcentaje de contagios (118.000 en la actualidad). En cambio, el avance de la estadística de accidentes de trabajo de diciembre de 2020 refleja sólo 9.556 accidentes por COVID, de los que el 91% se empezaron a registrar a partir de julio. En los contagios de profesionales existe un importante sesgo por sexo: el 79% son mujeres, aunque 3 de cada 4 muertes son de hombres. CCOO continuó peleando por un cambio normativo de protección social ante esta grave situación.

    Cuando se cumple casi un año de lucha llega el esperado Real Decreto-ley de 3 de febrero de 2021 para reconocer, por fin, como enfermedad profesional el contagio de COVID-19 para el personal sanitario y sociosanitario. Un gran paso adelante, aunque no el definitivo, pues su ambigüedad deja en entredicho la protección de muchas personas que trabajan en centros sanitarios y sociosanitarios y por tanto están potencialmente afectadas. Cuando ya son 118.000 las trabajadoras y trabajadores que han sufrido contagio trabajando en este sector, cuando se ven las graves consecuencias para el personal (el infectado y el no infectado a consecuencia de las cargas de trabajo, los altos riesgos psicosociales…etc), las muertes y las secuelas que la enfermedad está dejando a su paso, no valen medias tintas, por lo que el sindicato seguirá denunciando y luchando por una mayor concreción en el alcance de las medidas de protección a todo el personal, porque es necesario y es de justicia.

    Silvia Espinosa (@silviaFSSCCOO) es secretaria de Mujeres y Políticas LGTBIQ de la Federación Estatal de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (@fssccoo).

    Revista Trabajadora, n. 72 (marzo de 2021).