Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 15 agosto 2025.

LA SUBIDA DE LOS PRECIOS DE LA ENERGÍA Y LOS CARBURANTES EXPLICAN EL INCREMENTO COYUNTURAL DEL IPC EN JULIO

Hay márgenes para continuar subiendo salarios y amortiguar la sangría de rentas de la vivienda

    13/08/2025.
    Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental.

    Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental.

    Julio es el segundo mes consecutivo de crecimiento de IPC (2,7%) por el efecto base de los importes de la luz y la subida de los carburantes, según el dato definitivo del Instituto Nacional de Estadística (INE), en lo que es un incremento más coyuntural que estructural porque la tasa subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, se situó en el 2,3%, frente al 2,2% del mes previo

    Hay cierta estabilidad en los precios aunque el índice no refleja toda la subida del coste de la vida, ya que no incluye el coste de comprar la vivienda, cuyo precio está disparado. Las subidas salariales deben aliviarlo: tanto productividad como márgenes empresariales continúan aumentando. 

    El aumento de precios de la electricidad responde a un efecto estadístico fruto de la comparativa con los datos registrados el año anterior. Las tarifas de los suministros energéticos se situaron en niveles inusualmente bajos en julio de 2024, a raíz de una bajada de las tarifas del gas y una reducción de la demanda.

    La inflación está muy lejos de los picos alcanzados en lo peor de la crisis. En julio de 2022, el IPC subió un 10,8% interanual, la tasa más alta en 38 años, por efecto del vendaval energético causado por la guerra en Ucrania. Desde entonces ha bajado y ahora, pese a los repuntes de los últimos meses, está mucho más cerca del objetivo de referencia del 2% que marca el Banco Central Europeo (BCE) que de los máximos de hace tres años. 

    LA MEJORA SALARIAL SE VA POR LA SUMIDERO DE LA RENTAS DE LA VIVIENDA

    A pesar de todo, CCOO llama la atención sobre la vivienda: El IPC no refleja toda la subida del coste de la vida, ya que no incluye el coste de comprar la vivienda cuyo precio está disparado: +12,2% interanual en el trimestre de 2025. Este encarecimiento desborda la capacidad de pago de los hogares, dispara el esfuerzo económico que deben asumir y les excluye de su acceso ante la insuficiencia de políticas públicas de vivienda. “Así, pese a que las estadísticas de convenios colectivos reflejan incrementos salariales levemente por encima del IPC, esa mejora salarial sigue siendo insuficiente y se ve lastrada, en términos de renta disponible, por el mayor encarecimiento del precio de la vivienda", argumenta Mariano Sanz, secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental.

    Desde el sindicato creemos que no hay excusas para no subir salarios y reducir la jornada laboral. “Un aumento de las rentas de las familias supondrá un alivio a esta pesada carga. Existen márgenes para ello: Los márgenes empresariales siguen por encima de su media histórica y el fuerte aumento acumulado entre 2018 y 2024 del valor añadido empresarial y de la productividad por asalariado es generalizado a la mayoría de los sectores y tanto para las grandes como pequeñas y medianas empresas”, argumenta Sanz.

    Por otro lado, el acuerdo arancelario y comercial con EEUU puede provocar una mayor inflación en el futuro en caso de cumplirse amenaza con mantenernos atados a fuentes de energía más caras que las renovables a las que podríamos acceder si continuamos la senda de la transición ecológica. 

     

     

     

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