Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 8 mayo 2024.

POR EL MUNDO

Los derechos de las mujeres en América Latina, de Cristina Faciaben

    AMÉRICA Latina está sufriendo un importante deterioro de derechos y libertades, al tiempo que la democracia se ve, cada vez en más lugares, amenazada.

    27/11/2018.
    Portada de la publicación "Una ola verde que ha inundado Argentina. Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito".

    Portada de la publicación "Una ola verde que ha inundado Argentina. Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito".

    EL AVANCE de opciones políticas de derechas en la región que reproducen aplicadamente las recetas neoliberales que ya se aplicaron en Europa, como el caso de Macri en Argentina, de Temer en Brasil, y más recientemente, de Piñera en Chile están dando resultados similares sobre las personas trabajadoras, y en general sobre la población con menos recursos, al tiempo que favorecen los intereses de las clases más acomodadas. Las medidas de ajuste que ahora se aplican en Latinoamérica distan poco de las impuestas por la Unión Europea en España, Grecia o Portugal, con similares consecuencias.

    Las personas con menos recursos son quienes padecen con mayor intensidad las políticas de ajuste. Así, la desorbitada inflación que vive Argentina, con un incremento histórico de las tarifas energéticas -puesto que el encarecimiento de la energía y la devaluación monetaria se repercuten exclusivamente a los y las consumidoras, mientras se mantienen los pingües beneficios de las grandes corporaciones que la generan y distribuyen- están situando a las personas más pobres al borde del abismo.

    Las mujeres, y especialmente las más pobres, están sufriendo más intensamente el impacto de la crisis. El desempleo femenino es superior y más persistente que el masculino, la precariedad laboral en ellas supera a la de los hombres, los salarios caen y, por tanto, crece la pobreza laboral y la exclusión social. Las políticas de género en Argentina han sufrido un importante retroceso y el presupuesto se ha desplomado en un 19% el último año. La brecha de género se sitúa en el 27% y los compromisos de Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de déficit cero hacen prever un empeoramiento de la inversión en las políticas públicas.

    El debate sobre la legalización del aborto en Argentina -que ha tenido una enorme repercusión en toda América Latina y en el resto del mundo- evidencia que existe un claro vínculo entre aborto legal y justicia social.

    En una región marcada por la pobreza y la desigualdad social, las mujeres pobres son las que sufren y mueren por abortos clandestinos.

    La ilegalidad del aborto genera prácticas diferenciadas según la condición socioeconómica de las mujeres. Las pobres seguirán muriendo por abortos clandestinos, mientras que las mujeres de clases adineradas los seguirán practicando sin problemas.

    Las mujeres pobres solo pueden garantizar el derecho a la salud desde el sistema público, del mismo modo que es imprescindible una educación sexual que asegure la información suficiente para evitar, junto a los anticonceptivos, embarazos no deseados y abortos.

    En Nicaragua, por otra parte, se está viviendo una situación de violencia y represión insoportable. También, en este caso, las mujeres están sufriendo especialmente las consecuencias. Por un lado, el aborto en cualquier circunstancia está penalizado. Por otro lado, la ley integral contra la violencia a las mujeres, vigente desde 2011, ha quedado abolida y los movimientos feministas están siendo amenazados y perseguidos.

    En América Latina se producen importantes violaciones de derechos de las mujeres, algunas veces en forma de violencia y asesinatos y otras veces en forma de discriminación e infravaloración como sujetos de derechos. El período de Gobiernos progresistas en la región supuso un mayor compromiso con los derechos y las libertades, especialmente para las personas más vulnerables, pero el cambio de rumbo de muchos Gobiernos de la zona, con un claro sesgo neoliberal, que menosprecian el carácter social e igualitario de las políticas públicas, no hacen más que acrecentar la discriminación también hacia las mujeres.

    En América Latina, ser mujer y pobre equivale, cada vez con mayor intensidad, a carecer de los más básicos derechos en un entorno de creciente desigualdad. Lo que evidencia, de nuevo, que la lucha por los derechos de las mujeres es también una lucha de clases.

    Cristina Faciaben (@CrisFaciaben) es secretaria confederal de Internacional y Cooperación de Comisiones Obreras.

    Revista Trabajadora, n. 65 (noviembre de 2018).