Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 19 abril 2024.

GENERACIÓN XXI/ REVISTA TRABAJADORA

El género de la precariedad, de Ana Belén Montero Martínez

    Ana Belén Montero, secretaria de Política Social y Juventud de Comisiones Obreras del País Valenciano, escribe sobre el informe #GeneraciónMóvil y las jóvenes.

    19/03/2019.
    Generación Móvil.

    Generación Móvil.

    EL PASADO MES de noviembre se presentó públicamente el informe Generación móvil. Una radiografía de la juventud y 10 ejes de trabajo, elaborado por la Secretaría Confederal de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO y el Gabinete Económico de CCOO. El informe tiene la pretensión de poner de relieve la realidad de la juventud en el mercado laboral, su relación con la sociedad y situación económica, pero sobre todo tiene un claro objetivo: el de hacer llegar a toda la sociedad el mensaje de que la juventud del sindicato no se resigna ante la adversidad, no se conforma ante un escenario de precariedad y desigualdad.

    Y en esta incontestable certeza, nos encontramos frente a frente con el muro invisible que bloquea también a las nuevas generaciones de mujeres jóvenes. Mujeres a las que el “destino” les ha jugado una mala pasada (cambien la palabra destino por sistema capitalista, empresariado, patriarcado) y que comprueban cada día, cada jornada de trabajo, que la precariedad laboral que tienen que soportar es mucho mayor por haber nacido mujer.

    Esta precariedad -la misma que han sufrido sus madres y abuelas, pero simultáneamente actualizada por los modernos mecanismos de opresión de las nuevas realidades del trabajo- se reproduce en forma de jornadas parciales: un 34% de las jóvenes que trabaja lo hace a jornada parcial, frente a un 21% de los chicos jóvenes. Este único dato ya debería servirnos para concluir que la complacencia no es una opción. Y debería servir de acicate para que las nuevas generaciones de mujeres, hastiadas de esperar a que la igualdad sea una realidad, se decidan a combatir y a alzar la voz y lo hagan con contundencia y organizadamente.

    Las jóvenes han cargado sobre sus espaldas un mayor peso de la profunda recesión atravesada en nuestro país, de las políticas económicas aplicadas y del constante desequilibrio en el reparto de la riqueza. La consecuencia a esta asfixia ha sido un aumento de la pobreza y la exclusión social, con un 29% de mujeres jóvenes con ingresos por debajo del umbral de pobreza; en este caso también varios puntos por encima respecto de los hombres jóvenes, pero sobre todo muy por encima de la media del conjunto de la población.

    La dirección hacia la que dirigir las medidas a aplicar para corregir estos datos debe estar en consonancia con poner fin a la realidad que sufren miles de jóvenes en nuestro país, con más que elevadas tasas de desempleo, temporalidad, parcialidad… No podemos seguir escondiendo “bajo la alfombra” la indefensión de esta juventud que ha dejado de sentirse parte de un todo, de una sociedad que lleva tiempo alejándoles de un futuro y de una vida propia en la que tener expectativas y proyectar sus esfuerzos.

    El Gobierno debe desarrollar todas aquellas políticas que estén a su alcance para facilitar un verdadero progreso social, generacional y con perspectiva de género que evite el estancamiento, el freno del denominado “ascensor social”, de los mecanismos de movilidad que permiten a la gente joven progresar con respecto sus generaciones predecesoras. En esta dirección, el informe #GeneraciónMóvil apunta toda una batería de propuestas que podrían ser inicio de la senda que como sociedad debemos recorrer para liquidar la precariedad juvenil. Son iniciativas a desarrollar en el campo de la educación, de la formación profesional, de las becas y prácticas en el mercado laboral, en materia de condiciones de trabajo… que pueden y deber ser abordadas, también, desde una perspectiva de género.

    Porque en ese progreso social, en ese futuro feminizado al que debemos aspirar, las jóvenes -como ciudadanas activas en la sociedad, y desde todos los estratos de la misma- deben ser capaces de liderar el nuevo tiempo que está por venir, y por el bien de las mujeres (y también de los hombres) deben hacerlo organizadas. Que sea CCOO un factor diferencial, una herramienta útil para las jóvenes para alcanzar ese objetivo está en nuestra mano. Podemos ser un personaje principal en la feminización social y laboral que está por venir. No desaprovechemos la oportunidad.

    Ana Belén Montero (@abelenmm) es secretaría de Política Social y Juventud de Comisiones Obreras del País Valenciano.

    Revista Trabajadora, n. 66 (marzo de 2019).