Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 26 abril 2024.

REVISTA "TRABAJADORA", N. 73 (OCTUBRE DE 2021)

Un sindicato de hombres y mujeres/ Construir una realidad feminista, de Elena Blasco Martín

    A LAS PUERTAS del 12º Congreso Confederal, y en vista de este número especial de la revista Trabajadora, es necesario hacer balance de estos últimos poco más de cuatro años en esta Secretaría de Mujeres e Igualdad de CCOO. Y todo comienza para mí en 2017, cuando a la responsabilidad de Mujeres se suma la de Igualdad desde la perspectiva de que lo que debemos construir es una realidad feminista, donde las mujeres hablen en todos los sitios, de cualquier tema y en donde se normalicen “esas cosas” de mujeres y personas LGBTI+.

    03/11/2021.
    Elena Blasco Martín, fotografía de Julián Rebollo.

    Elena Blasco Martín, fotografía de Julián Rebollo.

    NO SÉ si existen o pueden ser llamados feministas los hombres, pero lo que sí tengo claro es que el mundo debe ser feminista, y solo así podrá ser un mundo mejor. Por esa razón el sindicalismo de clase que representan las Comisiones Obreras, puede y debe ser feminista. Donde se trabaje bajo el feminismo y la lucha de clases y viceversa, ideologías y concepciones indisolubles.

    Hasta el momento hemos hecho un buen trabajo, hemos estado a la altura de las circunstancias y acorde con los tiempos que nos ha tocado vivir. Hemos construido y trasformado parte de esta sociedad gracias a ese feminismo inclusivo, diferente y sobre todo pragmático. Caracterizado por trabajar por cambios concretos, realidades específicas de mujeres y personas LGTBI+ en situaciones reales y todo ello, como podréis ver a lo largo de las entrevistas que contiene esta revista, con pocos recursos humanos y económicos, pero con grandes dosis de entusiasmo, perseverancia, dedicación y arrojo de muchas de las personas que forman parte de estas CCOO, y sobre todo del trabajo de las secretarias y responsables de Mujeres, Igualdad y Políticas LGTBI+ de esta organización.

    Si para el resto del mundo es innegable el hecho de que las mujeres son el sujeto político, económico y social de este siglo y claras protagonistas del presente y futuro, es tiempo de que todo ello se refleje en la organización.

    Y más que un reflejo, debe ser una realidad, pues los reflejos desaparecen a medida que la figura se aleja de la escena, pero lo que hemos construido, que perdure, que aumente y crezca cada día y por siempre.

    Ese crecimiento, esa madurez, solo se consigue si la organización también lo hace, madura al unísono de la sociedad, y de lo que la hace vivir, de lo que la alimenta.

    Y el alimento de esta organización es la afiliación. Una afiliación de mujeres, que a día de hoy supone más del 46% del total y casi la totalidad de toda la nueva afiliación de estos últimos cuatro años, siendo el sustento vital de este sindicato.

    Hemos sabido dar respuesta a ese apoyo afiliativo; hoy el número de mujeres secretarias generales de federaciones sectoriales y territoriales duplica al de los hombres entre las organizaciones donde se ha producido un relevo en la Secretaría General (6 nuevas y 3 nuevos SG), y se avanza de un 12%, que era el porcentaje de mujeres SG del nivel 4 en el 11ª congreso, al 35% en este momento. Hay todavía margen para mejorar, pero hay que valorar positivamente que en un solo mandato se haya prácticamente triplicado el porcentaje. Somos además la organización sindical con mayor número de delegadas.

    Las mujeres, en toda su diversidad, en estos últimos casi cinco años han sido, son y estoy segura de que serán las protagonistas de los cambios que esta sociedad necesita. El peor error que se puede tener como organización sociopolítica, conocedora de la realidad, especialmente la laboral, es padecer olvido, y sobre todo olvido sindical. Ese olvido de la aportación de las mujeres a lo largo de la Historia, incluida a la historia de esta organización, puede provocar la invisibilización de las mismas y sobre todo, la pérdida de saberes y conocimientos de generación a generación. Dejarán de existir en las mentes, en la memoria y desaparecerán de nuestra genealogía feminista. Un hecho que, durante este último mandato, hemos combatido contribuyendo a recordar, recuperar, empoderar, visibilizar y reivindicar actuando en mil y una ocasiones, así como a través de nuestros eslóganes Vivas Libres Unidas, Escribo mi propio cuento, Vidas no números, Orgullo de Ser, En Clave Violeta, En Clave Arcoiris. O con actos reivindicativos como los pasados 8 de Marzo, en los que teñimos las calles de violeta, el 1º de Mayo del pasado 2018, donde por primera vez el rojo que nos representa en la lucha sindical compartió espacio con nuestras banderas violetas de CCOO.

    La igualdad fue un elemento clave para el acto reivindicativo del pasado 8 de febrero de 2019, donde en torno a unos 10.000 sindicalistas llenaron la Caja Mágica de Madrid, y donde bajo el mensaje de Más hechos y menos palabras, exigíamos a Gobierno y empresariado, cumplir compromisos adquiridos en materia salarial y de diálogo social, pero sobre todo situar la agenda social en el centro de la agenda política para luchar contra la desigualdad, fomentar el empleo de calidad, distribuir la riqueza y crear un sistema de pensiones público para el futuro; en definitiva, reivindicamos igualdad.

    Otro acto en donde las mujeres fuimos protagonistas en presencia y reivindicaciones específicas fue el evento prepandémico del pasado 27 de febrero del 2020 con nuestro En Clave Violeta, que reunió por primera vez a mil delegadas sindicales de todo el Estado, con el objetivo de visibilizar la presencia y participación de las mujeres dentro del sindicato. Delegadas, responsables de todas las edades, mujeres, en definitiva, proclamando el compromiso de esta organización con la igualdad, y gritando de manera unánime el basta ya de brecha salarial, de precariedad laboral y de violencias.

    Hay que destacar también la configuración y el desarrollo de las secretarías de Igualdad y Políticas LGTBI+, en donde se han celebrado actos, jornadas, formación, etc. Unificando criterios y líneas de actuación confederal para celebración de días internacionales, reivindicaciones laborales y sociales, guías y materiales de divulgación. Creando la Red LGTBI+ de CCOO, uniendo sindicalismo y activismo, reforzando, actualizando y extendiendo la presencia en órganos institucionales, firmando acuerdos de colaboración con asociaciones y organizaciones del activismo LGTBI+, colaborando y articulando respuestas para las consultas públicas de propuestas de ley, etc. Y, por supuesto, marcando la hoja de ruta en esa Plataforma Reivindicativa de Derechos LGTBI+ bajo el título de Tú Sumas, un documento político y sindical con el que se ha conseguido dar un salto cualitativo en esta organización. Producto del trabajo de toda la Red LGTBI+ de CCOO, recoge y articula un marco de reivindicaciones de justicia enmarcadas en la defensa de la igualdad y de los derechos humanos, un marco que por primera vez en la historia de esta organización es a nivel confederal.

    Y, por si esto fuera poco, la última de nuestras dosis contra el “olvido sindical”, ha sido la publicación de Sindicalistas. Mujeres en las Comisiones Obreras, el primero de una esperada larga tirada de libros que recoge la semblanza de algunas de las mujeres que rompieron, rompen y romperán la visión clásica y patriarcal de la historia del movimiento obrero, la lucha de clases y la creación de este sindicato.

    Algo más de cuatro años en los que se ha trabajado la transversalidad de una secretaría compleja, difícil y, muchas veces, incomprendida. Donde las responsables (en muchas ocasiones con otras misiones, tareas y trabajos a la vez) han sabido aportar tiempo, dedicación y finalmente vida, pues eso es lo que dejamos en ella cada una de las personas que pasamos por una responsabilidad como ésta.

    Todo el mundo sabe que la Secretaría Confederal de Mujeres e Igualdad es una secretaría intensa, incesante e incluso ciclotímica, donde no se dejan de redactar notas de prensa, asistir a reuniones, realizar actos, jornadas, cursos, reivindicar fechas, realizar concentraciones y manifestaciones o responder a un problema, necesidad o solicitud social. Una secretaría de enorme desgaste y exposición en el externo, pero también en el interno.

    Todas las personas que han pasado por ella deben sentirse orgullosas del trabajo realizado: hemos mejorado y ampliado nuestra acción sindical, hemos generado líneas de trabajo y unificado criterio confederal, hemos transversalizado la negociación colectiva, el diálogo social, la formación sindical, la representación institucional, la política afiliativa y organizativa, hemos empoderado y ampliado la presencia, participación y representación de las mujeres y las personas LGTBI+…

    Aún queda mucho trabajo por hacer por extender derechos, por ampliar la igualdad a través de los planes en las empresas, por mejorar las condiciones laborales, por acabar con las brechas, las desigualdades y las violencias que las mujeres y las personas LGTBI+ sufren y sufrimos en el ámbito laboral. Por hacer frente al impacto de esta crisis sanitaria que ha supuesto la Covid-19, y sobre todo las repercusiones económicas y sociales de la misma.

    Una crisis que ha permitido colocar en el lugar que les corresponde a las tareas, ocupaciones y sectores feminizados, el de la esencialidad. Pero que al mismo tiempo ha dibujado la precariedad, la infravaloración y urgencia laboral y social de poner fin a la falta de conciliación corresponsable, a la crisis de cuidados y a las expresiones y violencias machistas y de odio.

    Del mismo modo que nos ha demostrado que necesitamos altura de miras, compromiso y acción para integrar las políticas de igualdad y diversidad que hagan de esta sociedad una sociedad democrática donde justicia, libertad, diversidad e igualdad sean una realidad.

    Y por supuesto nos queda soñar, luchar, trabajar, proyectar, construir y seguir, seguir aumentando y extendiendo derechos, pues como una vez leí:

    Algunos días me acuerdo de limpiar los zapatos

    y sé que esta tarea es un acto de fe.

    Sacudir el polvo, (…)

    darles crema y betún…

    abrillantar, dar lustre.

    Limpiar, reparar, lustrar…

    Como si la tarea tuviera

    alguna vez

    un fin”.

    Elena Blasco Martín (@EBlascoMartin) es secretaria confederal de Mujeres e Igualdad de Comisiones Obreras.

    Revista Trabajadora, n. 73 (octubre de 2021).