Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 30 octubre 2025.

Denunciamos la represión del gobierno panameño con el movimiento social y sindical

    29/10/2025.
    Denunciamos la escalada represiva orquestada por el gobierno de José Raúl Mulino contra los derechos sindicales y humanos en ese país.

    Denunciamos la escalada represiva orquestada por el gobierno de José Raúl Mulino contra los derechos sindicales y humanos en ese país.

    CCOO, en continuidad con nuestra declaración anterior de solidaridad con el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) de Panamá y el movimiento sindical panameño, denunciamos con firmeza la escalada represiva orquestada por el gobierno de José Raúl Mulino contra los derechos sindicales y humanos en ese país.

    Esta ofensiva autoritaria, que ha alcanzado su punto álgido en las últimas horas, representa una violación sistemática de los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y un atentado directo contra la dignidad de los trabajadores y trabajadoras panameños. 

    En las últimas semanas, el movimiento sindical panameño —liderado por SUNTRACS, junto a la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP), la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (CONUSI), sindicatos de maestros, estudiantes, trabajadores bananeros de SITRAIBANA y el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO)— ha enfrentado una represión brutal y selectiva.

    El 27 de octubre de 2025, la Policía Nacional ejecutó al menos 18 allanamientos simultáneos en distintas regiones del país, por orden de la Fiscalía contra el Orden Económico, deteniendo a líderes sindicales como Abdiel Betancourt, integrante de la junta directiva de SUNTRACS. 

    Además, se ha acosado a familiares directos de dirigentes, incluyendo a la hija y esposa de Jaime Caballero (actualmente recluido en la cárcel de La Joya) y a la hija de Saúl Méndez (exsecretario general de SUNTRACS, quien permanece en exilio en la embajada de Bolivia solicitando asilo político). 

    Estos actos constituyen persecución política y están diseñados para amedrentar y desarticular la resistencia de la clase trabajadora. 

    Esta arremetida coincide con la intensificación de las movilizaciones populares contra las políticas neoliberales del gobierno Mulino, que traiciona sus promesas electorales de 2024 y que exigen la derogación inmediata de la Ley 462, que reforma el sistema de seguridad social eliminando la solidaridad intergeneracional y condenando a las futuras generaciones a pensiones de miseria; la cancelación definitiva del proyecto minero de Cobre Panamá —declarado inconstitucional por la Corte Suprema en 2023 tras protestas que costaron cuatro vidas— propiedad de la transnacional canadiense First Quantum Minerals; y la retirada de la presencia militar estadounidense, legitimada por un acuerdo de seguridad que prioriza buques foráneos en el Canal de Panamá y establece bases militares, socavando la soberanía nacional.

    El historial represivo de Mulino es alarmante: desde su rol como ministro de Seguridad en 2010, cuando ordenó la masacre de protestas bananeras en Bocas del Toro que dejó dos muertos y decenas de heridos por perdigones, hasta la actual "Operación Omega" (iniciada en junio de 2025), que ha desplegado más de 1.300 agentes para reprimir manifestaciones, con detenciones arbitrarias, torturas, desapariciones forzadas y judicialización de más de 130 dirigentes sindicales. SUNTRACS, en particular, ha sido estigmatizado como "mafia terrorista" por el propio presidente, con cargos infundados de blanqueo de capitales, estafa agravada y alteración del orden público que buscan su disolución. Más de 120 miembros del sindicato enfrentan procesos judiciales por ejercer su derecho a la huelga y la protesta, en un contexto de paro nacional indefinido iniciado el 28 de abril de 2025, que ha paralizado el país en defensa de la salud, la educación, el medio ambiente y un desarrollo equitativo. 

    Desde CCOO, condenamos esta escalada que atenta contra la negociación colectiva, el derecho a huelga y la libertad sindical, principios irrenunciables de la clase trabajadora global. Nos unimos al clamor internacional —expresado por la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera (ICM), la Confederación Sindical de las Américas (CSA), la Alianza Pueblo Unido por la Vida y la Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadoras (UIT-CI)— por un Panamá libre de imperialismo y entreguismo. 

    Exigimos:

    La liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y sindicales, incluyendo a Abdiel Betancourt, Jaime Caballero y Genaro López.El cese de los operativos represivos, allanamientos y persecuciones judiciales, con reparación integral a las víctimas y garantías de no repetición.El fin de la criminalización de la protesta y el respeto pleno a los derechos humanos, con investigación independiente de las violaciones cometidas bajo el régimen de Mulino. Apoyo a la huelga nacional y las demandas del movimiento sindical panameño, incluyendo la reapertura de cuentas bancarias y cooperativas sindicales incautadas ilegalmente. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos a intensificar las campañas de denuncia y presión contra este gobierno autoritario.: CCOO ratificamos nuestra solidaridad inquebrantable con el pueblo panameño. 

    ¡Por un Panamá soberano, justo y sin represión!