Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 20 abril 2024.

OPINIÓN

No seas cómplice, de Pilar Ruiz

    EL SIGUIENTE artículo de opinón de Pilar Ruiz, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Navarra, fue publicado el pasado 25 de noviembre en el Diario de Navarra.

    03/12/2019.
    Pilar Ruiz, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Navarra.

    Pilar Ruiz, secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Navarra.

    EL PRÓXIMO 10 de diciembre se cumplirán 71 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Eleonor Roosevelt dirigía entonces la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y fue quien los llamó humanos y no del hombre. Sin embargo, hubo que esperar hasta 1993 para que la ONU declarase oficialmente que los derechos de la mujer son derechos humanos. Más allá de este reconocimiento formal, durante muchos años, mujeres y movimientos feministas no sólo han luchado por su implementación y vigencia, sino para que sea un asunto de toda la sociedad, de hombres y mujeres. Aún así, es evidente que hoy a las mujeres nos cuesta vivir plenamente nuestra condición de ciudadanas con derechos; es más, nos cuesta vivir.

    Prueba de que la igualdad de oportunidades está sin consolidar y de que los derechos y libertades de las mujeres son parciales y se vulneran cada día son las cifras de la vergüenza. En otro año negro para las mujeres, 51 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2019; 1.023 mujeres y 43 menores han sido asesinados si retrocedemos hasta 2003. Según datos del Ministerio del Interior, en 2018 se denunciaron 1.702 delitos de violación y 12.109 delitos de abuso sexual en el conjunto del Estado. En Navarra, más de 40 mujeres al año denuncian haber sido víctimas de una violación y en 2018 las distintas policías registraron 1.283 denuncias de violencia machista, lo que supone un promedio de 3,51 denuncias diarias. En acoso sexual, acoso por razón de sexo o acoso discriminatorio, las denuncias apenas llegan a los juzgados o a la Inspección de Trabajo. En 2017 se presentaron 287 denuncias, y solo en 8 casos la Inspección decidió imponer infracción.

    La estadística es necesaria, imprescindible para conocer la verdadera dimensión y magnitud de estas violencias, pero no es suficiente. No podemos quedarnos en seguir actualizando el contador de datos. No podemos bajar la guardia. Porque todas las vidas cuentan. Con cada mujer humillada, acosada, golpeada, violada y/o asesinada, se agrieta el Estado social y de derecho. Se cuestiona nuestro sistema democrático, porque con cada caso se demuestra que el Estado no cumple con su mandato constitucional de remover y destruir obstáculos que impiden la plena igualdad. Porque pese a ser cifras escalofriantes, que no dejan de crecer, las estadísticas dejan fuera a muchos otros tipos de violencia, como recoge el convenio de Estambul.

    Desde CCOO no nos cansamos de repetir que detrás de estas cifras hay vidas, vidas de menores, de mujeres que han sido violentadas por lo general tras las paredes de su supuesto “hogar familiar”. Alertamos sobre el riesgo de “normalizar” lo que nunca debió ocurrir y exigimos responsabilidades políticas, judiciales y administrativas para defender los derechos humanos de las mujeres. Hemos denunciado reiteradamente el continuo agravamiento de los factores estructurales, que son el caldo de cultivo de las violencias machistas: la feminización de la pobreza, el desempleo y la precariedad laboral, junto a la ausencia de una política de educación para la igualdad y la corresponsabilidad, y la insuficiencia de políticas activas de igualdad y de recursos suficientes y proporcionados para la prevención, protección y atención a las víctimas.

    En un momento de crecimiento de los discursos del odio, de exaltación de las diferencias naturales y de rechazo al que es diferente, otro dato muy preocupante es el aumento de la violencia de género entre la población más joven, y la extensión entre adolescentes de actitudes y comportamientos machistas. De ahí que para CCOO sea urgente y necesario trabajar los valores de convivencia y tolerancia desde todos los ámbitos, especialmente en los centros educativos. De ahí nuestro total compromiso y defensa por el programa Skolae.

    Nuestra intervención se centra en mejorar los programas de inserción sociolaboral para mujeres víctimas de la violencia de género, desarrollando medidas de actuación y adaptándolos a las necesidades individuales de las víctimas. Trabajamos para establecer protocolos que garanticen los derechos laborales de las trabajadoras en situación de violencia y solicitamos la implicación activa de la Inspección de Trabajo. Además, tratamos de impulsar, en la negociación de convenios y planes de igualdad, el desarrollo de los derechos de las víctimas de la violencia machista, así como protocolos frente al acoso sexual.

    Y más allá de ese trabajo de nuestro día a día, este 25 de noviembre saldremos a las calles para denunciar que las violencias machistas nos matan, nos agreden, nos humillan, nos acosan… por ser mujeres. Y que quienes lo hacen son hombres. Por eso, necesitamos que vosotros, hombres y compañeros, salgáis con nosotras, que construyáis igualdad con nosotras, y que expreséis alto y claro que no sois cómplices. Necesitamos la adhesión de toda la sociedad, porque acabar con la violencia machista, lo mires como lo mires, es cosa de todas y de todos. No seas cómplice.

     Pilar Ruiz es secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO de Navarra.