Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 27 abril 2024.

La siniestralidad desciende durante el estado de alarma

    El parón en la actividad y la extensión del teletrabajo durante el estado de alarma causan un importante descenso de la siniestralidad en el avance de estadísticas de accidentes de trabajo hasta el mes de abril, aunque los accidentes de trabajo por COVID-19 en los sectores sanitario y sociosanitario todavía no se han incorporado al registro.

    16/06/2020.
    Accidentes de trabajo

    Accidentes de trabajo

    El avance de estadísticas de accidentes de trabajo (AATT) correspondiente al periodo enero-abril de 2020 muestra un descenso acusado y generalizado de la siniestralidad respecto al mismo periodo del año anterior. El avance de estadísticas de marzo, cuya segunda quincena transcurrió en Estado de Alarma, ya mostraba una bajada de -12,8%, pero en el mes abril está reducción ha llegado al 24,7% producto del impacto de los ERTEs, del periodo de paralización de actividades no esenciales entre el 31 de marzo y el 9 de abril y de la extensión del teletrabajo durante el Estado de Alarma. La reducción de la siniestralidad es generalizada en todas las secciones de la actividad productiva, destacando las industrias extractivas (-46,9%), la hostelería (-37,3%) y la Administración Pública (-33,5%).

    Donde todavía se aprecia un notable incremento es en el número de accidentes mortales, que hasta abril experimentan un crecimiento del 20,9%. Sin embargo, este incremento es significativamente inferior al del avance del mes de marzo que se elevaba hasta un 29,3%. Si se observa la tabla que desglosa los accidentes en función del mes de inicio de la baja, se puede apreciar que en abril de 2020 se han producido 5 fallecimientos menos que en el mismo mes de 2019, por lo que el incremento acumulado en lo que llevamos de año se debe a que se arrastra un crecimiento de la siniestralidad mortal en los meses anteriores.

    Otro dato que hay que señalar es que las estadísticas no están registrando todavía accidentes de trabajo causados por la COVID-19. El Real Decreto-ley 19/2020 reconocía como accidentes de trabajo “las enfermedades padecidas por el personal que presta servicio en centros sanitarios o socio-sanitarios como consecuencia del contagio del virus SARS-CoV2 durante el estado de alarma”, pero tal y como está legislado sólo tendrán esta consideración aquellas cuyo inicio de la baja esté entre el 28 de mayo, fecha de entrada en vigor del Real Decreto-Ley, y un mes con posterioridad al fin del Estado de Alarma, es decir, el 21 de julio. En el caso de los fallecimientos este periodo se ampliará a los 5 años posteriores. Esto significa que los casos que no se produzcan dentro de ese limitado periodo de 64 días ni tendrán la consideración de contingencia profesional ni se verán registrados en las estadísticas.

    “La pandemia de COVID-19 está teniendo un fuerte impacto en todos los indicadores socioeconómicos en España, y la siniestralidad no podía dejar de ser uno de ellos”, ha señalado Pedro J. Linares, secretario de salud laboral de CCOO. “Este tiempo debería convertirse en un punto de inflexión para las relaciones laborales, para transformar nuestro modelo productivo y reformular un sistema de prevención de riesgos laborales que durante esta crisis ha terminado de mostrar sus carencias. Pero para lograr este último objetivo, necesitamos una notificación de los daños ocasionados por el trabajo lo más rigurosa posible. A nadie en nuestro país se le escapa el tremendo coste de salud y de vidas que la pandemia ha tenido en los sectores sanitario y sociosanitario, por lo que limitar su reconocimiento como contingencia profesional a tan sólo dos meses oculta datos imprescindibles para un sistema de información eficaz y útil para prevenir crisis futuras, pero sobre todo es injusto para unos colectivos que han estado en la primera línea de la exposición al virus. Es más, la COVID-19 debería ser registrada como enfermedad profesional y no como accidente de trabajo. Es algo que ya tiene soporte en la legislación existente y no impondría limitaciones temporales para su reconocimiento, incluyendo los casos de recaídas que, hoy por hoy, nadie puede asegurar que no vayan a suceder”, ha añadido Linares.