Confederación Sindical de Comisiones Obreras | 28 marzo 2024.

Los impuestos son civilización

  • Artículo de opinión de Carlos Martín Urriza, Director del Gabinete Económico de CCOO

Recientemente un acaudalado youtuber anunció que trasladaba su residencia a Andorra para pagar menos impuestos, con la que está cayendo; camino que previamente habían seguido algunos de sus colegas. Esta no es una opinión en contra youtubers, streamers o influencers exitosos, sobre cuyo trabajo tengo el mayor respeto. 

08/02/2021.
youtubers

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Recientemente un acaudalado youtuber anunció que trasladaba su residencia a Andorra para pagar menos impuestos, con la que está cayendo; camino que previamente habían seguido algunos de sus colegas. Esta no es una opinión en contra youtubers, streamers o influencers exitosos, sobre cuyo trabajo tengo el mayor respeto. Lo primero que hay que decir es que este colectivo no concentra el escaqueo de impuestos. De hecho, siguiendo las Leyes fundamentales de la estupidez humana de Carlo Cipolla, el porcentaje de malvados en este colectivo (aquellos que no pagan impuestos para que el resto tengamos peores servicios públicos, protección e infraestructuras), al igual que el de estúpidos, es el mismo que entre deportistas, actores, reyes eméritos, banqueros, grandes fortunas, empresas...; y siempre se infraestima por muy depurada que sea la técnica de medición, como advierte Cipolla. En segundo lugar, en este colectivo lo que sí abunda, al igual que en el resto de la sociedad, son las personas altruistas, cooperativas, inteligentes o, simplemente, normales que entienden que para que ellos ganen lo que ganan, tiene que existir una sociedad que se organiza y prospera gracias a un Estado que hay que sufragar. Como es el caso de Ibai Llanos, AlexElCapo, Cristinini y un largo etcétera.

Los impuestos y las cotizaciones sociales son la contrapartida necesaria que financia el Estado y éste es a su vez el que crea: el mercado que posibilita el beneficio económico, las infraestructuras, la educación que impulsa el conocimiento y lima desigualdades; el sistema sanitario público que combate la pandemia y evita que si un profesor de química cae gravemente enfermo no tenga que convertirse en narcotraficante para pagarse el tratamiento; la protección social frente al desempleo, la dependencia, la incapacidad o la jubilación; la redistribución de la renta y la riqueza para que todas las personas puedan realizarse plenamente, compensando los factores de desigualdad que genera la posición familiar, la agenda relacional o, simplemente, la suerte. El Estado con sus políticas también suaviza las crisis y equilibra territorialmente el desarrollo. A su emprendimiento se debe internet, los principales componentes de los smartphones o la investigación que ha hecho posible las vacunas que acabarán con la pandemia, entre muchas otras cosas.

Que el pago de impuestos y libertad económica no son incompatibles, como parecen pensar algunos, se comprueba en cómo solucionan el escaqueo de impuestos en el templo del mercado libre. Todos los estadounidenses están obligados a contribuir al fisco norteamericano incluso aunque residan en el extranjero o por los bienes que posean fuera. Si no lo hacen, no se andan con tonterías: pierden la nacionalidad. Muy posiblemente esta claridad y contundencia proceda de la tradición a la que perteneció el juez de la Corte Suprema, Olvier Wendell Holmes Junior, que acuñó la famosa frase: "me gusta pagar impuestos, con ellos compro civilización". Sentencia que corroboran empíricamente los datos en Europa: el índice de desarrollo humano por países guarda una estrecha correlación positiva con el nivel de contribución fiscal, con alguna excepción como Irlanda, Andorra y algún otro. Países que se han especializado en crear espacios para el escaqueo legal de impuestos o la "elusión fiscal" como la califican los asesores fiscales para quitarle importancia.

En Europa tenemos un grave problema con los territorios fiscales de baja tributación y la desfiscalización de los beneficios empresariales que ha impulsado el modelo de crecimiento exportador impuesto por Alemania. La recaudación fiscal en España está 75.000 millones por debajo de la media de la Eurozona debido a los bajos tipos impositivos efectivos y al elevado fraude fiscal. Esto constituye una significativa anomalía con respecto a Europa, que explica una parte importante de nuestro alto desempleo y baja productividad. CCOO ha propuesto una profunda reforma tributaria para solventarla y saltar al siguiente nivel de civilización, evitando quedar rezagados del progreso. La reforma no tiene que esperar a la armonización fiscal europea, aunque ésta sea muy deseable. El caso que se comentaba al principio es un ejemplo de que no hay que esperar para actuar. El escaqueo en este supuesto podría evitarse fácilmente acortando el período para ser considerado residente fiscal (en el Reino Unido son más de tres meses, aquí es más de medio año) y descontando lo ya abonado en otro país de la UE, así como cobrando impuestos de salida a los contribuyentes con rentas superiores a 100.000 euros que muevan su residencia a un país de baja tributación. Esto ya ocurre si el traslado se hace a un paraíso fiscal, manteniéndose la obligación de tributar durante cinco ejercicios.

 

Carlos Martín Urriza

Director del Gabinete Económico de CCOO

@carlosurriza